En su primera visita a la Ciudad de México en 1926, el GM
Carlos Torre Repetto ante autoridades como el gobernador Isidro Fabela, el
Secretario de Guerra, General Joaquín Amaro, representante del Presidente de la
República; dio un discurso en que hace comentarios sobre lo que observó en la
Unión Soviética de los beneficios a los escolares en particular y a la sociedad
en general que la práctica organizada del ajedrez ofrecía.
Torre colocaba como primordial el hacer más sistemático el
estudio del ajedrez y no tratarlo como simple juego, sino como una herramienta
educativa para formar carácter y ejercitar la inteligencia. Exhortaba a los
militares presentes, ya que el discurso lo dio poco antes de una exhibición de
simultaneas contra un medio centenar de oficiales del ejército, a que
reforzarán sus conocimientos de estrategia y táctica con el ajedrez, se
acercasen a los textos y que bebieran de la fuente de saber que eran las
experiencias de los grandes militares si se analizaban con cuidado, como se
hace con las partidas de ajedrez.
El periodista Guillermo Bello, que tomaba notas del
discurso, comentó: “El maestro Carlos Torre, después de vencer a los jugadores
mas notables de Europa y conocer a los nuevos modelos de estrategia como
Trotsky y Krylenko, habla de que el ejército del pueblo, como este
constitucionalista que apenas cumple 9 años de sustituir al de la dictadura
porfirista, deberá ser de hombres nuevos y pensantes, que nunca debe olvidar
que son pueblo, y que deben ser modelos en su acercamiento a la cultura y
felicitó al Genera Amaro por su tarea en elevar el nivel cultural de los
soldados con actividades como el ajedrez y la disposición de excelentes
bibliotecas como la que conoció en la Escuela Médico Militar y la de Fabriles.
Finalmente Torre dijo que lo importante no es que fracasen o triunfen, sino que
luchen con denuedo y ante unos profesores de primaria les pidió enseñasen
ajedrez a sus pupilos, recordando la frase de que enseñar es aprender dos veces
y que deben difundir ideas de igualdad, ya que las ideas son cosas tan concretas
como las balas de cañon”
Uno de los participantes fue el capitán Araiza que quedaría
subcampeón nacional en el Campeonato Nacional de 1926, el único torneo de ese
tipo que jugó y ganó Torre en México.
Araiza lo sucedería como representante de México en eventos internacionales
tras el retiro de Torre de los eventos internacionales.