28 may 2011

Igor Ivanov en perspectiva.

Mientras contemplaba la transmisión en el Primer Canal de Rusia del documental sobre la vida de Karpov en compañía de Irina Fedorovna Ivanova, sobrina del GM Igor Ivanov y se mencionaba cuando este venció a Karpov y digámoslo así, saltó a la fama internacional por ello; no pude sino recordar, en plática con Irina Fedorovna, como conocí a Igor y compartí muchas horas en aquella ciudad de Palma Soriano, cercana a Santiago de Cuba, que resultó ser el último torneo, en 1981, que Igor jugó bajo la bandera de la URSS, pues en el viaje de regreso de La Habana a Moscú, Igor optó por bajarse en una escala en Canadá y por más de quince años pasó a jugar ajedrez bajo la bandera Roja y blanca de la hoja de Arce en medio, canadiense.
La última vez que lo vería fue al final del siglo XX, en octubre de 1999, en Reno, Nevada; ya prácticamente asimilado al ajedrez norteamericano. Ivanov ganó innumerables torneos suizos en los Estados Unidos desde 1981 a 1999, pero jugó una vez en Toluca, México; durante el Interzonal inmediato tras su “exilio” de la URSS, pero realmente en torneos internacionales estilo round robin no logró lo que se esperaba de él, tras su triunfo sobre Karpov. Con calidad sobrada de Gran Maestro, durante años fue el Maestro Internacional más fuerte del mundo. Prácticamente sin familia, perdiendo los padres a temprana edad, lo mismo que sus hermanos, Igor solo tuvo contacto con su sobrina Irina, a quien nunca vio en persona, y que también tenía por única familia a Igor. Después de criarse bajo férrea disciplina en Fergana, en la lejana Uzbekistan, a pesar de haber nacido en San Petersburgo, entonces Leningrado, y ser prácticamente militar y “guardia rojo”, hasta la treintena de años, llega a el Canadá y al medio ajedrecístico de los Estados Unidos y la disciplina va cayendo, hasta desaparecer. El enorme talento y la preparación obtenida en su vida en la URSS lo mantienen siempre como gran jugador, pero al perder la disciplina, entre desvelos y copas, su futuro en ajedrez se va obscureciendo. En sus últimos momentos trata de reunirse con la hija de su hermano, pero la reunión no llega a tiempo, pues no fue fácil probar la relación sanguínea de la manera requerida por el gobierno de los Estados Unidos y no llega la ansiada visa, con los problemas secuela de la guerra fría.
Ahora Irina me pide que la ayude a averiguar donde reposan los restos de su tío y amigo mío Igor, esperando que alguien lea esta nota y se comunique conmigo, mientras que estaremos indagando por diversas fuentes.
Igor Ivanov fue muy apreciado por muchos jugadores, que así lo expresaron en los obituarios y en las páginas del Chess Life en ocasión de su muerte. Sus partidas siempre interesantes, son ahora, tal vez no muy conocidas por los nuevos jugadores, pero entre 1980 y 1990 fueron muy publicadas en la prensa especializada y sus constantes triunfos en el “Grand Prix” de la USCF (la Federación de Ajedrez de los Estados Unidos), lo hicieron el foco de la atención en los múltiples torneos abiertos que jugó por todo el territorio de los Estados Unidos, donde hubo años en que jugó casi 400 partidas en un año. Intercambiabamos algunas notas, pero principalmente por correo normal, pues Igor no se adaptó nunca al email. Muchas veces, por algunas cosas que escribió, que él realmente aquel jugador que jugó contra Short y muchos otros en Internet, suponiendo ellos que era Fischer. Constantemente me preguntaba cosas de mis platicas con Fischer, y una de ellas apareció cuando en una partida en Internet la comentó con un jugador mexicano, que luego me preguntó si ese dato lo sabíamos solo Fischer y yo, lo que confirmé, pero luego recordé que lo había comentado con Igor, por lo que siempre tuve la duda si ese talentoso jugador que todos tomaron con Fischer no sería Igor Ivanov, nunca se los pregunté a alguno de los dos. Ahora sería imposible, pues no consulto médiums.