Con los constantes y repetidos triunfos del ajedrez armenio es de esperarse que los entrenadores de todo el mundo miren un poco hacia los modelos armenios de enseñanza del ajedrez. Curiosamente es un país donde ahora es obligatorio enseñar ajedrez en las escuelas, pero eso muy recientemente. Clubes escolares y de trabajadores de ajedrez tienen funcionando más de 80 años en Armenia, pero en la era de la Unión Soviética no se destacaba especialmente de las demás repúblicas de la URSS, ya que en las Espartaquiadas de los Pueblos de la URSS su promedio de resultados era entre el quinto y sexto lugar, con algunos años, muy pocos, en que logró entrar a los tres primeros. Su líder moral era el excampeón mundial Tigran Vartanovich Petrosian, que aunque nacido en Georgia, era de familia armenia y prácticamente es el héroe nacional del ajedrez armenio. Otros nombres destacados eran Rafael Vaganian y los Kasparian, uno jugador y otro compositor de finales. Pero tras la desaparición de la URSS surgieron muchos grandes jugadores y ahora hay una veintena de fuertes grandes maestros. El GM Arshak Petrosian ha sido pilar importante del desarrollo del ajedrez armenio postsoviético. Cuando vino a México hace unos treinta años, Arshak era el diputado más joven del Congreso Soviético y me imagino que tenía buenas influencias en el gobierno armenio después de la desaparición de la URSS. La capital de Armenia, Erevan, presumía tener la mejor instalación de ajedrez aparte de Moscú de toda la URSS. Un excelente y gran edificio dedicado al ajedrez con academias, torneos y festivales realizándose continuamente. Ya para mediados de los años 90s del siglo XX, muchos de los que ahora suenan como los mejores jugadores, asistían a campeonatos juveniles y empezaban a ganar campeonatos mundiales de cadetes y juveniles, como Akopian, Aronian , Tigran L. Petrosian y Akobian. Muchos entrenadores se han trasladado a otros países y el ajedrez al estilo armenio va difundiéndose, aunque realmente poco se sabe de las facetas que distinguen a los métodos armenios de los otros de ex repúblicas de la URSS. Es un ajedrez emotivo, táctico pero con gran técnica, como era el del joven Tigran Petrosian en los años 50s, pero antes de la influencia del GM Boleslavsky, que lo llevó a ser muy precavido. El GM Alexei Suetin , quien fuera second de Petrosian mucho tiempo, acercado por Boleslavky, trató de describir el ajedrez de Petrosian pero no pudo definirlo con precisión, excepto por caracterizarlo como “ecléctico”. Arshak Petrosian, Mnatsakanian y Vaganian, que fueron formados en Erevan principalmente, como no fue el caso de Tigran Petrosian que estuvo influenciado por su primer maestro Ebralidze de Georgia, se destacaban por ser más agresivos que el campeón mundial, aunque siguieron su ejemplo en lo de sacrificar la calidad y fueron ávidos lectores del libro de Petrosian, que afortunadamente se tradujo al español. Desgraciadamente Tigran Vartanovich no fue prolífico como escritor, a pesar de figurar como redactor en jefe muchos años de la revista “64”, la mejor de la URSS y ahora del mundo. Ahora que no puede uno hablar de los ajedrecistas armenios sin hablar del medio armenio, por parte de madre, Garry Kasparov, que nacido Garry Weinstein, adoptó el apellido de la familia materna, Kasparov, que no es otra cosa que la versión rusa de Kasparian. Kasparov étnicamente y culturalmente es un armenio, aunque ajedrecísticamente fue iniciado en Baku, donde existía una nutrida población armenia, que luego fuese perseguida e intentada aniquilar en actos genocidas de los azeríes, en las locuras nacionalistas que aparecieron a la caída del poder soviético por todas las ex repúblicas de la URSS, que aunque no derivaron en luchas generalizadas como en las ex repúblicas de Yugoslavia, como las guerras en Bosnia y Croacia, si tuvieron un nivel de sangre muy similar en Baku.
El caso es que el modelo armenio de enseñanza del ajedrez tal vez llegue a popularizarse gracias a los notorios triunfos de esta república a nivel mundial.