En ocasión del 12 de octubre di una conferencia a estudiosos
de la historia militar sobre la importancia de un entrenamiento adecuado ante
cosas nuevas y relaté la experiencia de Gonzalo Guerrero.
Este personaje tuvo una larga vida para la época, murió a
los 66 años, pero además prácticamente vivió dos vidas, pues hasta los 31 años
fue soldado español y luego, tras naufragar en las costas mexicanas pasa de ser
prisionero, esclavo, ciudadano más de una cultura totalmente desconocida antes
para él, hasta ser preparador militar, y muere luchando, defendiendo a su
gente, a aquellos tan diferentes a él, pero que él aceptó como semejantes y los
amó profundamente.
El caso es que enseño a sus pupilos a interpretar al
enemigo, a ver lo que antes no veían.
En el ajedrez uno sabe que sus alumnos progresan cuando ven lo
que antes no veían, cuando comprenden lo que pasa, ven lo que su enemigo trata
de hacer a tiempo para prevenirlo.
El ver es importante, pero el ver oportunamente. No sea como
esa historia de un ciego que recupera la vista un segundo antes de que lo
embista un camión. Comienza a gritar ¡Veo, puedo ver! Y solo poco antes de que
un camión a alta velocidad se acerca a donde está.
El chiste es ver las cosas y poder actuar con esa
información.
Gonzalo Guerrero les decía a sus guerreros mayas que cuando
vieran que los españoles hacían determinados gestos es que planeaban atacar de
cierta manera. Si ponían su arcabuz en cierta posición, estaban cargando el
proyectil y la pólvora y eran segundos aprovechables para atacarlos. El caso es
que los mayas habían visto todo tipo de acciones de parte de los españoles,
pero al no saber que hacían, no actuaban de acuerdo a ello y se daban cuenta de
los efectos demasiado tarde.
Gonzalo Guerrero hizo que la intentada campaña de Montejo
contra los mayas fuese un fracaso, pues se adelantaba a las acciones de los que
acompañaban a Montejo, mientras estos no interpretaban a tiempo las acciones de
los mayas que peleaban al lado de Gonzalo Guerrero.
Guerrero se ponía en los zapatos de su enemigo y trataba de
identificar planes y maniobras, los españoles no respetaban a su enemigo, los
veían como salvajes y no era así, poseían su propia tradición militar y habían
aprendido las técnicas nuevas para ellos que usaban los españoles y estaban
preparados para refutarlas.
Los españoles iban subestimando al enemigo, basados en
apariencias que interpretaban como de gente ignorante, los mayas, instruidos
por Gonzalo Guerrero sabían mucho de los españoles, sus fortalezas y amenazas,
por ello dieron más lucha que otros naturales que se opusieron a los recién llegados
que llegaban a destruirlo todo sin valorar nada.
Gonzalo Guerreo supo aceptar a esos seres diferentes que
conoció y aún sabiendo que a la larga la lucha era inútil, con aquellos seres
que aprendió amar quiso su suerte echar, pues sus hijos eran hijos de esa
tierra, su amada mujer era de esa tierra, y esa gente era ahora su gente…
Respetar al contrincante permite ver cosas, y cuando uno ve
en el tablero cosas, señales, indicios, aspectos que antes no veía, sabe que
uno esta progresando.
Como cuando escucha palabras que antes sonaban como sonidos
raros y comprende uno que son expresión de sentimientos y le hacen temblar el
corazón, uno sabe que es algo más de lo que era antes….