3 mar 2013

Lo que se puede cambiar y lo que no en nuestro ajedrez



Para mejorar, tenemos que continuamente hacer cambios en nuestro ajedrez, tanto en nuestras actitudes, como en nuestros métodos de jugar, nuestras habilidades y nuestros conocimientos.
Pero aunque deseamos hacer los cambios necesarios, lo difícil es como hacerlo.
El primer paso es definir lo que hay que cambiar. Y es quizás el paso más difícil. Interviene en mucho la psicología, pues para hacer una auto evaluación o buscar un diagnóstico externo, debemos reflexionar en algunos puntos.
Hay dos clases de medicaciones, y del mismo modo, hay dos clases de intervenciones psicológicas: curativas y cosméticas. Con la medicación, si usted toma un antibiótico y usted lo toma bastante mucho tiempo, esto cura matando a los invasores bacterianos. Es decir cuando usted está tomándola, la enfermedad no se recrudece. Por otra parte, si usted toma la quinina para la malaria, usted sólo consigue la supresión de los síntomas. Cuando usted deja de tomar quinina, vuelve la malaria. La quinina es una medicina cosmética, un paliativo, y todas las medicaciones pueden ser clasificadas como curativas en la intención o cosméticas en la intención. La paliación es buena pero esto no es el objetivo más alto de las intervenciones. Idealmente, la intervención es un camino, una estación para curar.
Pero muchas medicinas en la psico-farmacopea son cosméticas. No hay, aparentemente, medicinas curativas, y la psiquiatría biológica parece haber desistido en la noción de cura.
De ningún modo  soy un freudiano, pero una cosa que era ejemplar sobre Freud consistía en que él y sus discípulos buscaron curas. Freud quiso una psicoterapia que se pareciera a los antibióticos, no una psicoterapia de cosméticos, y paliación.
Pero la decadencia de la influencia freudiana, así como las severidades de proyectos seguros, ha cambiado el enfoque de la psicología clínica y  la psiquiatría de la cura al alivio de síntoma.
Algunas cosas que hacemos para cambiar, como estudiar una variante o una técnica, a menudo solo parecen lograr un cambio, son paliativas.
Debemos emprender un diagnóstico real de los orígenes de nuestras insuficiencias, no sólo de sus apariencias.
He ahí, el primer problema.

Leonardo Padura



“Creo que si escribo es no sólo por algo, sino, también, sobre todo, para algo

Un Movimiento Masivo para que el ajedrez se enseñe en todo un país.




Existen modelos exitosos de cómo el ajedrez se debe promover en un país y los efectos beneficiosos de que así se actué
Tras del Torneo Internacional de Moscú en 1925, el Gobierno soviético emprendió un verdadero movimiento de promoción masiva del ajedrez y al mismo tiempo un plan de acción para crear sistemas para que a los ajedrecistas de mayor nivel apoyarlos e ir creando una escuela de máximo desempeño aprovechando avances que se habían realizado en las técnicas de enseñanza.
Cada paso de ambos programas, el de movimiento masivo y el de máximo desempeño, estaba cuidadosamente planificado, con estudios previos y presupuestos acopiados; de una manera similar a como se estaba trabajando para la preparación militar y laboral del estado soviético.
Todo esto quedó bien documentado, si bien se mantuvo en resguardo cuidadoso para que solo los principales involucrados y los máximos dirigentes pudieran vigilar el cumplimiento de esos proyectos.
Ahora, tras más de 80 años del inicio y 20 años del final del estado soviético, tal documentación está prácticamente accesible y es un modelo inspirador, informativo y totalmente reproducible si existe una voluntad política para hacerlo, en esos mismos campos, el educativo, el laboral, el militar y , por supuesto, el ajedrecístico y deportivo.
Pero en lugar de estudiar la historia y ver lo que de ella se puede aprender, muchos prefieren empezar de cero y desperdiciar modelos y experiencia.
Por ello se ven generaciones y generaciones de jóvenes ajedrecistas, y unos no tan jóvenes, que se van desperdiciando, con logros menores a los que se pudiesen lograr. Es como un robo a tanto talento que hay por ahí. Se ha mediatizado la educación, solo por no decidirse a estudiar los modelos y adaptarlos a la época actual donde las ventajas de la informática pueden potenciarlos al máximo.
Pero fuera de Nuestra América, si los aprovechan y la brecha se va haciendo más grande, sobre todo a nivel de los jugadores de edad madura, pues los muy jóvenes, a base de talento y esfuerzo, antes de los 20 años se mantienen en la carrera codo con codo, aunque, casi sin notarse, se va creando la brecha a causa de que su desarrollo esta mal cimentado por falta de “academia”, desarrollo planeado.
En los mundiales juveniles vemos muchos casos en que logran buenos lugares los jugadores de Nuestra América, para luego, poco a poco, en los niveles entre los 20 y los 30 años, se va haciendo una diferencia marcada, debido a los malos fundamentos, a una sociedad y un entorno poco favorable, o al menos, digamos, menos comprensivo.
¡Es tan fácil remediarlo! Pero se prefiere ignorar la historia. Había que voltear a ver a Botvinnik, como me lo recomendaron los viejos entrenadores de San Petersburgo, y ver como se crearon las escuelas de donde los Yusupov, los Dolmatov , los Panchenko y los Dvoretskys florecieron…
Pero preferimos ver a nuestros otrora jóvenes promesas convertirse en adultos frustrados y, en los peores de los casos, amargados y viciosos.

Elevar dramáticamente el nivel de juego en ajedrez.




Abundan recetas aparentemente novedosas para mejorar el nivel de juego en ajedrez, pero la mayoría solo son replanteamientos de sistemas ya utilizados, aunque hay que decir que con éxito. Por ejemplo, se cuenta que el GM Rubinstein en los años posteriores a la segunda guerra mundial,  en solo unos meses de clases que le dio al que sería el futuro GM Alberik O`Kelly de Galway, que se convertiría en el mejor jugador francofono de dos décadas. Eso fue como en 1946 a 1951-  Pero como Modell apunta en sus notas, el método que utilizaba Rubinstein, al menos en descubrir todas las sutilezas tácticas, estaba descrito perfectamente en revistas rusas de 1913, o sea un siglo exacto ahora, pero 32 años antes de que el GM Rubinstein trabajase con O`Kelly.
Modell confiesa que a partir de esos artículos de 1913 desarrolló una versión que tuvo mucho éxito para que varios grandes maestros se desarrollasen entre 1940 y 1955. Ese sistema que se dedicaba a detectar puntos peligrosos en una posición, para evitarlos en el propio juego y explotarlos en el del oponente, es bien expresado en la metodología de Cecil Purdy, primer campeón mundial por correspondencia, y más actualmente por varios entrenadores rusos que cambiaron ese nombre de puntos peligrosos por el de elementos peligrosos.
Antes de 1913, ya se hablaba de ese sistema en artículos de Petrov (el ruso, no el letón) desde la época de la guerra franco prusiana, o sea en las 3 decadas últimas del siglo XIX.
Es difícil establecer quienes fueron los primeros, pero muchos grandes maestros a través de la historia mejoraron su juego prácticamente de la noche a la mañana tras aprender ese método o alguna de sus diversas versiones.
Eso me recuerda que antes de 1972 se hablaba que la cultura egipcia, más o menos iniciada en 2800 antes de cristo, o la cultura China, como iniciada 3000 años antes de Cristo, eran las más antiguas, pero se descubrieron los tesoros de Varna en Bulgaria y se descubrió una cultura muy desarrollada y floreciente en Europa en los años 4500 antes de Cristo y mucho de la historia ha tenido que rescribirse.
Por eso cada vez que alguien habla de nuevos métodos, tal vez habría que decir “nuevas versiones”.
Pero el caso es que un método adecuado de estudio o de entrenamiento le cambia la vida a un jugador.
Es necesario esforzarse mucho, pero cuenta mucho hacerlo con plan y claro, con el plan adecuado a la personalidad de uno y del momento del nivel que se tiene al iniciar el trabajo.

2 mar 2013

El ajedrez hace 50 años en su mayor desarrollo en la URSS.




El movimiento de ajedrez masivo en la URSS estaba en su apogeo en 1963, hace 50 años. El Club Central de la URSS en Moscú realizaba continuamente cursos para instructores que provenían de todos los puntos de la nación con la extensión más grande del mundo.
Reinaba en el trono mundial del ajedrez el GM Mikhail Moiseevich Botvinnik, el patriarca del ajedrez soviético y la URSS desde hacía poco más de 10 años ganaba la Olimpíada de Ajedrez en cada ocasión, contando ya desde Helsinki 1952 hasta Varna 1962.
Los sistemas de enseñanza se habían perfeccionado gracias a los trabajos del GM Peter Romanovsky, el MN Alexander Koblentz, el Profr. Yakov Neishtadt, el MN Maizelis, el MN Goloshnishev y el MI Ilia Kan que actualizaron los estudios de Modell, Rabinovich, Levenfish y Rokhlin.
Al principio la base eran los libros escritos por Capablanca, Lasker y Nimzovich, pero ya desde poco antes de la Segunda Guerra Mundial había varios autores soviéticos destacados como Botvinnik, Kotov, Yudovich y luego Averbach, Bronstein, Flohr, Suetin y Constantinopolsky.
El Club Central de la URSS cuya sede estaba en la capital, Moscú, ejercía su influencia en los diversos clubes de las repúblicas que formaban la URSS, destacando Leningrado (antes y ahora San Petersburgo), Kiev, Odessa, Minsk y Riga. Más de 4 millones de jugadores estaban afiliados a la Federación de Ajedrez de la URSS, cuyo comité central contaba con un staff profesional de más de 50 personas que coordinaban de forma directa o indirecta a más de 10000 instructores de ajedrez en más de 500 ciudades de la URSS.
La documentación de todos los programas que se desarrollaban entonces, con sus detalles de planeación, los diseños de manuales, de contenidos, etc., son de gran utilidad como modelo inspirador para organizar el ajedrez en cualquier país, región, ciudad o pequeña localidad. Esa experiencia desarrollada desde 1925 hasta 1992 debiera ser atesorada por cualquier organización que se precie de querer promover el ajedrez de manera seria.