24 ene 2014

Las Bibliotecas de Ajedrez se pierden por falta de interés.




El jueves 23 de enero, en su página 3,  La Jornada publicó un alarmante artículo que iniciaba:
“Bajo llave y vedado al público, en el sur de la ciudad se encuentra un tesoro del conocimiento entre las páginas de más de 3 mil libros.
Se trata de la Biblioteca Félix de Jesús Rougier que está amenazada con perderse. Su antiguo acervo reúne volúmenes del siglo XVI al XVIII, especializados en filología, literatura clásica y novohispana, derecho, ascética, historia y teología.
Detrás de esa colección majestuosa y meticulosamente adquirida en el transcurso de años está un hombre.
El sacerdote Carlos Zesati fue el artífice de la biblioteca que se ubica en el Centro Félix de Jesús (Cefej), dirigido por los Misioneros del Espíritu Santo, en el centro de Tlalpan. Tras su muerte, ocurrida el pasado agosto, su legado también parece sucumbir.
El doctor Zesati, constructor, vigilante y protector, presagió la muerte de la biblioteca que fundó y dirigió desde 1989 hasta el último día de su vida. Aquejado de una enfermedad terminal, se había anunciado que el centro bibliográfico cerraría el pasado diciembre ante el retiro de su director.
El estudioso, en medio de una agitada agenda y la preocupación, accedió a conversar con La Jornada. Sin embargo, Carlos Zesati murió dos días antes de concretarse la cita.
Dos días después del fallecimiento, el acervo de más de 200 mil libros, especializado en ciencias religiosas, con una importante sección de filosofía, sicología, historia, literatura y una colección de 3 mil 105 libros antiguos, que datan de 1521 a 1835, fue cerrado y el silencio se instaló entre las autoridades eclesiásticas.”
Si esta biblioteca tan importante está por perderse, ¿Qué se puede decir de las de ajedrez? La más grande en México de la que se tenía noticia, la del Lic. Alfonso Carreño, de más de 15 mil volúmenes se desapareció con su muerte. Una de las más grandes y de importancia histórica fue la que donó a la Biblioteca Nacional el que fuese funcionario de alto nivel en el gobierno del presidente Lerdo de Tejada, el ajedrecista campeón de México de origen cubano, Don Andrés Clemente Vazquez, con cientos de libros anteriores al siglo XX no ha sido consultada por nadie en treinta años y la mayoría de los ajedrecistas mexicanos no saben de su existencia.
Con el internet ahora lo más práctico es tener bibliotecas digitales de ajedrez, en las que se pueden almacenar unos 20 mil documentos de ajedrez que ya no tienen derechos de autor y otros 30 mil que sería muy fácil lograr los permisos para usarlos si son parte del acervo de una institución sin fines de lucro como son las universidades o dependencias de la Secretaría de Educación Pública. Pero mientras esto no se haga, con los precios actuales de libros, entre 20 y 30 dólares, o entre 300 y 500 pesos mexicanos por libro promedio, o de bases de datos de entre 600 y 700 pesos, los jóvenes ajedrecistas de la América Nuestra enfrentan dos grandes problemas: tener acceso a la información y tener conocimiento de cómo utilizar esa información.
Por eso se van rezagando de los jugadores de otras latitudes, donde si cuentan con bibliotecas y acceso a la información atesorada en los dos últimos siglos que llegan a casi 100 mil libros y revistas de ajedrez y a la asesoría de personas que saben manejar tal información.
Pero aquí, si las bibliotecas de importancia como la Rougier fenecen, las de ajedrez ni nacer pueden, en una época en que la digitalización de libros nos permite el acceso a libros antes inalcanzables como el de Ruy Lopez del siglo XVI y el que apenas salió hace dos días sobre Carlsen.

Carlsen campeón mundial de ajedrez y los biógrafos.




Coleccionando, como es natural, partidas de Carlsen con comentarios de diversos maestros para tratar de establecer “el método Carlsen” y en que se puede diferenciar de los de sus antecesores como Capablanca, Karpov y Ulf Andersson; uno al revisar la numerosa literatura que contiene ese material se encuentra con una diversidad de versiones sobre la biografía de Carlsen.
Es normal que muchos comentaristas de ajedrez no hagan adecuadamente sus investigaciones sobre aspectos más allá de los técnicos ajedrecísticos, pues no tienen la formación académica de investigadores históricos o periodistas, pero a veces uno se topa con una cantidad de falacias terribles que desvirtúan la historia del ajedrez. Afirmaciones francamente absurdas y que no tienen caso y se hacen solo para resaltar anécdotas por lo general falsas.
Desgraciadamente muchos datos de Carlsen son difíciles de corroborar y es muy arduo checar las fuentes. La distancia y la poca accesibilidad de la prensa noruega que pudiera dar testimonio adicional al de la prensa especializada dificulta las cosas.
El acopio de bibliografía tiene sus flujos y a veces es fácil conseguir algunos libros y otras veces muy difícil. Como que la campaña de control del internet ya muestra sus bajas. Muchos libros que en 2012 se pudieron bajar con facilidad, para los “nuevos coleccionistas” que tratan de acopiarlos a finales de 2013 y principios de 2014 se les hace imposible, salvo que algunos que oportunamente los bajaron los apoyen. En una estadística realizada, se constató que más de 8500 libros de ajedrez que estaban en la red en 2012, ya en 2013 habían desaparecido o caducado sus enlaces. Lo que una vez fue fácil de obtener, ya ahora no es posible hacerlo. Eso obliga a estar a la caza diaria de lo que aparece, sabiendo que si no lo hace uno así, la oportunidad puede no darse por segunda vez.
Parece que tuve mucha suerte en juntar unos 40 000 documentos y que si ahora lo intentase de nuevo, tanto candado que se ha puesto en internet lo haría imposible. Me recuerda aquella novela de “Farenheit” en que había que proteger los libros con la memoria de las personas…
Así, a pesar del esfuerzo de muchos, una gran cantidad de documentos valiosos se perderán, debido principalmente al desinterés de instituciones por preservarlos. Inútilmente se ha propuesto a universidades se hagan cargo de acervos documentales de ajedrez, ya sean impresos o digitales y ninguna realmente se interesó y la oportunidad se va perdiendo. Es una lástima.
No hace mucho revise una extensa biografía sobre uno de los grandes maestros mexicanos fallecidos y encontré al menos 37 errores graves de datos, incluyendo cosas tan graves como afirmar que un Maestro FIDE, contrincante del biografiado, había fallecido en una prisión norteamericana encerrado como narcotraficante. Eso lo publicaron en 1997. Pero ese muerto goza de cabal salud y muy sorprendido al enterarse de ello.
Pero sin fuentes diversas para cruzar datos, no se puede ser muy severo con personas que mal comentan partidas y no tienen formación de historiadores y como nadie se tomará el ingrato trabajo de enmendar los datos, ese libro de 1997, que ya tiene 17 años de andar por ahí, seguramente será consultado por alguien 50 años después y el muerto que hoy goza de cabal salud, pasará a la pequeña historia del ajedrez en México como un Maestro FIDE fallecido mientras estaba preso por narco. Y así también, si consulta un par de libros, verá que hay varios que fueron campeones nacionales en un mismo año y otros que sus biógrafos anotaron que ganaron torneos internacionales en Uruguay sin haber viajado nunca ahí, o que les faltaba una pierna en 1996 y en 2005 participaban en una carrera de 10 kilometros con dos piernas, una seguramente crecida después…
Pero si ni en los libros se puede confiar, mas pobres quedamos si no acopiamos bibliotecas. En una era de la comunicación, parece que el ajedrez en la mayoría de los países de la América Nuestra se adolece de una falta de comunicación y memoria confiable.

2 ene 2014

Sistema Vico información adicional sobre el libro.




El libro por entregas se estructura de manera similar a como envío mis clases via email: un archivo en PDF en cada entrega y un archivo adjunto en formato Chessbase.
Cada capitulo tiene ejercicios y hay posibilidad de realimentación y formular preguntas, exactamente como en mis cursos normales.
Se llama sistema Vico por dos razones; en homenaje a Giambatista Vico y sus aportaciones al razonamiento en  ajedrez y por el acrónimo: Ver, Ingeniar, Comprender y Operar.
En resumen el Sistema maneja adaptaciones de varios métodos. Primero de cómo observar las posiciones para detectar las facetas relevantes de la manera más rápida y a la vez más precisa, de una manera útil y práctica para jugar torneos rápidos y de ajedrez clásico.
Detectando las facetas más críticas de cada posición e identificar sus demandas, por medio de sus semejanzas con patrones, se determina la mejor acción para satisfacer dichas demandas.
Los patrones pueden ser tácticos o estratégicos, o procedimentales.
Los métodos de detección e identificación se derivan de los usuales en la escuela soviética pero con las modificaciones propuestas por Chuzakin y Shashin, además de las mas conocidas de Dvoretsky y Platonov.
La tendencia actual a jugar preciso, cuidando no cometer errores y castigar los del contrario es observada con este sistema Vico que trata de hallar la esencia de la posición sin descuidar sus factores coyunturales y de oportunidad.
Los modelos se basan en jugadores precisos como Capablanca, Andersson y Carlsen, siguiendo sus ejemplos de manera que puedan ponerse en la práctica en las propias partidas.
Los capítulos son:
Introducción al Ajedrez Preciso
Topica.
PLUS y Chuzakin.
Artesano dando orden en ajedrez.
Identificación de posiciones.
Posiciones Tipicas y Capablanca.
Aagard y Shashin
De Capablanca a Andersson
De Andersson a Carlsen
Verdad y Produccion
Ajedrez Preciso y Creativo.
Nakamura y los atajos.
Carlsen al Futuro.
Entrenadores para el siglo XXI

1 ene 2014

Sistema Vico o el Ajedrez preciso.




Recientemente publicaron tres libros míos en Colombia, pero aunque se vendieron con éxito los editores hicieron de las suyas y estoy rehaciendo uno de ellos para venderlo ahora por entregas y en formato imprimible. Les propondría probarán esta versión, que se basa en un sistema que se experimento con jugadoras de un país europeo con éxito, y que van de entre 1600 y 2000 de rating y que le hemos llamado Sistema Vico. Como muchos lo piden en el sistema de chessbase, lo puedo enviar en esas dos versiones, como si fueran clases. El costo sería de 60 dólares trimestrales. El libro completo se terminaría en tres trimestres. Con un compromiso, todo suscrito a este libro por entregas necesita reportarme rating inicial y si tras 6 meses tuvo un cambio radical, digamos de 200 puntos al menos, aceptar que se publique su nombre.
Se llama sistema Vico por dos razones; en homenaje a Giambatista Vico y sus aportaciones al razonamiento en  ajedrez y por el acrónimo: Ver, Ingeniar, Comprender y Operar.
Los capítulos son:
Introducción al Ajedrez Preciso
Topica.
PLUS y Chuzakin.
Artesano dando orden en ajedrez.
Identificación de posiciones.
Posiciones Tipicas y Capablanca.
Aagard y Shashin
De Capablanca a Andersson
De Andersson a Carlsen
Verdad y Produccion
Ajedrez Preciso y Creativo.
Nakamura y los atajos.
Carlsen al Futuro.
Entrenadores para el siglo XXI

La idea de hacerlo por entregas es primero, para ir ajustándolo día a día, ya que la versión ya publicada contuvo muchos errores por apresuramiento, pero en segundo al publicarse así da menos posibilidad a que se copie y se difunda mucho antes de que sea rentable el tiempo invertido, así si finalmente corre la suerte de todo libro actual que es ser copiado y difundido gratuitamente, al menos los que no quieran esperar un año a conocerlo, colaborarán para hacer rentable este esfuerzo que haga, ya que necesito solo un pequeño número de suscriptores para que valga la pena la tarea.

1914 y la Memoria en Ajedrez.



Decían los sabios griegos antiguos: Aquel que no conoce lo que paso en los tiempos anteriores a su nacimiento, será un niño eternamente.
El ser humano observa las cosas y establece semejanzas y procede a utilizar dichas semejanzas para de ahí crear lo que necesita para su bienestar. La acumulación de datos y después, de conocimientos le ayudarán a encontrar más semejanzas y crear más. Observa, luego evalúa, decide como actuar y actúa. Pero tanto para la observación, como para hacer la crítica recurre de la memoria, ya sea la que adquirió por experiencia propia como por la de otros y la teoría que derivo de ellas.
Ahora que con el año nuevo muchos se sienten estimulados, como con una tabula rasa, a escribir nuevas páginas como en un cuaderno nuevo, es importante recordar que de aquellos polvos vienen estos lodos y que la mejor manera de avanzar es tomando en cuenta el pasado.
Hace cien años, al iniciar 1914, pocos preveían lo importante que sería ese año para la historia. De hecho se dice que con 1914 en realidad comienza el fin del siglo XIX, pues muchas cosas de ese siglo prevalecerían hasta el final de la Gran Guerra que se inició en agosto de 1914 y culminaría en 1918 tras la muerte de millones de hombres.
En 1914 aun existen los grandes imperios, como los centrales de Austria-Hungría y Alemania, como el enorme imperio ruso y el más expandido Imperio Británico. No pasaría mucho para que los nietos de la soberana Reina Victoria, el Kaiser, el Czar y el Rey de Inglaterra, encontrasen como llevar a millones de tumbas sus contradicciones.
En lo que al ajedrez respecta, ya la teoría del juego estaba en su madurez, Había una serie de observaciones y experiencias que se habían convertido en teoría y ha mucho que se había rebasado el número de 5000 libros editados sobre ajedrez y al menos 15 revistas circulaban periódicamente llegando a por lo menos 5000 lectores. Una veintena de importantes diarios publicaban con regularidad columnas de ajedrez y ya se habían realizado competencias a distancia con matches por cable entre clubes de América y Europa.
400 años antes se habían publicado manuales de ajedrez con las primeras metodologías para jugarlo con excelencia, y ya habían pasado 60 años del primer gran torneo verdaderamente internacional, si bien 350 años antes el imperio español había realizado un torneo en que compitieron los mejores jugadores de los cuatro puntos cardinales del enorme imperio de Felipe II.
En Europa ya para 1914 no era tan extraño que una persona se dedicase exclusivamente a jugar ajedrez y se considerase como un jugador profesional.
Ya siglo y medio antes, un jugador francés, Andrés Danican “Philidor”, había abandonado su profesión de música para ganarse la vida dando clases en Francia e Inglaterra; y en los torneos alemanes y sobre todo en los austriacos, las bolsas de premios eran suficientes como para que una decena de jugadores viera su fortuna en ellos, siempre complementando sus ingresos con exhibiciones de simultaneas, conferencias, clases privadas y sobre todo como columnista en un diario y escritor de libros de instrucción o de crónicas de torneos.
En Viena, existía un editor de apellido Kagan que publicaba al año treinta o cuarenta libros de ajedrez de reducidos tirajes, entre 100 y 500, que se vendían con mediano éxito y que resultaba económicamente satisfactorio como para que le surgieran imitadores en Alemania, en Italia e incluso en España.
En 1914 destacarían dos jóvenes que influirían en el mundo del ajedrez durante más de los 30 años que vivirían, llegando su fama hasta estos días de manera importante. Uno vendría de Moscú en Rusia y otro de la, para muchos europeos, muy exótica, Ciudad de La Habana, Cuba.
Capablanca ya mostraba una gran calidad desde la temprana edad de 12 años, y ahora con 26 estaba en su apogeo, y desde dos años antes era famoso en Europa.
Alekhine, era considerado a sus 22 años como el más prometedor jugador de ajedrez del Imperio Ruso, cuyos aficionados al noble juego lloraban al Gran Maestro Mikhail Chigorin, que había disputado el campeonato del mundo, llegando, en cierto momento, a ir por muy delante del campeón del mundo, si bien finalmente no logró destronarle.
Como los medios de comunicación se habían desarrollado de tal manera que las noticias se diseminaban en menos de 48 horas de sucedidas e incluso antes, y llegaban a todos los continentes; la fama y prestigio de los jugadores de ajedrez alcanzaba hasta los lugares mas remotos y aficionados de todo el mundo podían examinar partidas jugadas en cualquier parte, haciendo así que dichas partidas eran como clases, sobre todo las partidas comentadas, que ayudaban a elevar la calidad general de los jugadores de todo el planeta.
Ya las técnicas y métodos para jugar ajedrez a buen nivel no estaban reservadas para los que frecuentaban los grandes centros urbanos como Londres, París, Viena o Nueva York, sino que eran estudiados y criticados por los jugadores que habitaban los lugares más remotos y que al criticar y juzgar la obra de los reconocidos maestros en Europa, desarrollaron ciertas modificaciones y fueron enriqueciendo la teoría.
Si en la filosofía había surgido un Descartes que proponía un método basándose en lo objetivo y material, ya para 1914, otros filósofos le discutían y algunos retomaban la posta del opositor de Descartes, Vico.
En ajedrez, el dividir el todo en sus partes y analizar cada parte que lo forma, como decía Descartes, era la propuesta más o menos de Steinitz, y que difundiera Tarrasch ya casi de manera dogmática. Aunque era la época del romanticismo alemán, de los Wagners y Strauss; en lo que toca al ajedrez, había mucho respeto por el conocimiento y tendrían que venir los pensadores de los países “menores” como los checos, los húngaros y luego los iberoamericanos para que se buscarán otros puntos de vista menos ortodoxos que querían jugar en lugar de base a reglas, en base a las excepciones.
Ya en el mundo similar al ajedrez, el de la guerra, 1914 sería el inicio de la prueba de toque de todas las teorías estratégicas y estas se quebrarían ante la tragedia humana, demostrando que aunque haya muchas cosas parecidas, las semejanzas no son igualdades y que una guerra no es nunca igual a otra, por muy similares que parezcan y que si se puede utilizar como guía nuestro sistema de patrones y semejanzas, lo subjetivo será el camino a lo objetivo, y que de lo general tarde o temprano decide todo lo concreto.
1914 fue también para el ajedrez un año en que surgió un parteaguas que inició realmente el siglo XX, haciendo necesarias superar los métodos decimonónicos de Morphy, Steinitz o Tarrasch, para llegar a otros mucho mas dinámicos, que el gran Chigorin no pudo madurar, pero si lo harían Capablanca, Alekhine y una decena de soviéticos, y los de Europa Central, Tartakover y Reti.
Lo que cien años después, 2014 traerá para el ajedrez o para el mundo, no es fácil predecir, pero me sospecho que realmente está terminando el siglo XX y que la tecnología de la información y la comunicación rebasa lo que predecía Orwell para 1984.
Me llama mucho la atención la declaración del campeón mundial de ajedrez Magnus Carlsen de que no juega como computadora ni quiere competir con ellas, quiere mantenerse “humano”.
Recordé unas conferencias grabadas en 1974, de Ernesto Grassi, un filósofo italiano que, discípulo de Heidelberg, pero ferviente seguidor del filosofo del siglo XVIII Giambatista Vico, que describían lo vulnerable que era basarse solo en lo que se ve y se calcula, y que en la metáfora estaba el secreto de trasmitir a los alumnos lo esencial. Como eran jornadas en honor de Saint Exupery, me pareció normal el que se hablase de que lo esencial era invisible para los ojos, que tanto se recordaba como frase distintiva del autor del “Principito”.
Parece que 2014 puede ser el inicio de la lucha del pensamiento crítico y las libertades contra la vigilancia extrema cibernética. Sería una lucha entre dos maneras de usar la comunicación por computadora. Unos vigilando y otros enlazándose para aumentar la unión.
En ajedrez es como dividir a los cibernéticos en dos grupos: los que usan los engines para analizar y los que usan las bases de datos para estudiar.  Veremos.