Después de ver acusaciones contra Topalov que tratan de negar el merecido al esfuerzo de un jugador que ha demostrado ser uno de los más tenaces del mundo y por ello ejemplo para todo aquel que desee superarse en cualquier actividad humana en general y en el ajedrez específicamente; después de ver correr un rumor e incluso recibir veladas ofertas monetarias para que yo contribuyera a difundir la versión de que a Radjabov se le había “compensado” del robo en Michoacán y que no jugó porque le fue negada una compensación extra de varios miles de euros, algo que en absoluto ni me constaba ni tenía manera de verificar; uno se pregunta hasta que punto la comercialización tan esperada y necesitada del ajedrez ha traído los males de una caja de Pandora que no contiene en su fondo la esperanza, como toda caja que se respete.
Es increíble. Durante algunos años trabaje en la política y no presencié la cantidad de trampas que he visto entre los políticos del ajedrez en un solo año.
Hace un par de meses comentábamos el Presidente de la Confederación de Ajedrez de las Américas, A.I. Jorge Vega Fernández, a quien conozco desde 1972 y que colaboró conmigo durante su primer año fuera de Cuba, durante el cual recorrimos infinidad de ciudades mexicanas en una gira de simultáneas en que traté de romper un record hace veinte años; sobre los sucesos de Elista. Me maravillaba la cantidad de argucias que se habían concertado en el match de Topalov y Kramnik para favorecer a las firmas de Europa Occidental que veían en el ajedrez un potencial mercadotécnico. Vega Fernández no es un especialista en uso de la tecnología con fines de información, pero yo si tengo entrenamiento en ese campo y en asuntos de inteligencia y contrainteligencia, por lo que le hice una relación completa de los diversos tipos de aparatos de apenas unos centímetros de tamaño que por menos de 100 dólares pueden hacer maravillas. No me comentó, a pesar de que hay cierta confianza y se de su vida bastante más de lo que él quisiera saber que yo se, sobre esa famosa carta de renuncia que hoy Danailov difunde. Entre paréntesis, me dijo un experto en etimologías eslavas que la palabra “Topailov”, que las plumas al servicio de los intereses macroempresariales contrarios a que Topalov vuelva a ser campeón utilizan frecuente y sardónicamente, tiene acepciones muy especiales y fue premiada su acuñación espléndidamente por un manager que ofrece recompensas a todo aquel escritor de ajedrez que se le ocurra alguna manera de destrozar los argumentos que presenta Danailov.
Conociendo a Vega Fernández, creo que sería su reacción de lo más natural ante el hecho de que no fueran informados de algunos hallazgos. No sería nada que escandalizara a Vega. Aún recuerdo como fue abierto su correo email y se presumió el hecho por políticos venales del ajedrez local. Tras de más de 35 años de estar en la política de altos vuelos de la FIDE donde alcanzó puestos como representante del ajedrez cubano y luego, al salir de su país tuvo que reandar todo el camino y regreso al mismo nivel 20 años más tarde a pesar de ser miembro de una federación, como la de México, que muy pocas veces ha tenido algún significado político en la FIDE aparte de patrocinar algunos torneos que no encontraban sede; es obvio que Vega ya olvido hace mucho tiempo lo que algunos políticos federativos están aún muy lejanos de aprender.
Algunos correos me han preguntado porqué apoyo tanto a Topalov y defiendo a Danailov. Primero, creo que no lo he hecho tanto como debiera, pues sinceramente creo que ambos son dignos de admiración en muchas cosas. No niego que tengo muchos amigos búlgaros en el ajedrez, pero no tengo trato con Topalov y Danailov, aunque si con muchos amigos mutuos, pero en ese caso lo mismo pasa con Kramnik, donde algunos de sus entrenadores ocasionales son amigos míos, e incluso socios en algunos trabajos en páginas web en idioma ruso.
Segundo, por azares de la vida, colaboré en la organización de varios eventos de la FIDE y asistí a muchos congresos e incluso participe en un tiempo en la campaña para que Florencio Campomanes ocupara la Presidencia de la FIDE. Pensaba yo que era tiempo que el control de la FIDE ya no estuviera en manos de los europeos occidentales. De 1974 a 1985 estuve muy cerca de las gestiones de diversos matches que involucraban a Fischer y en muchas pláticas con el GM Quinteros y el Campeón Mundial Robert J. Fischer, pude constatar hasta que punto a algunos poderosos grupos les interesa controlar los campeonatos mundiales de ajedrez. Parece ser que hay siempre historias y asuntos extraños alrededor de los campeonatos mundiales. Ahora que archivos “secretos” se abren por todo el mundo, en una “glasnost” desenfrenada, me he pasado leyendo documentos en ruso o en inglés que me han permitido armar un rompecabezas con algunas cosas que presencie, o en que me tocó involucrarme “inocentemente” desde hace treinta años.
Desgraciadamente la unión entre jugadores y, especialmente, los maestros; aún está muy lejos de lograrse. ¿Cómo es posible de otra manera que nadie, entre sus colegas participantes, habló en apoyo de Radjabov? Algunos quisieron convencerme de que era porque todos sabían que Radjabov si había recibido dinero en compensación. Lo que no se me hace lógico.
Pero por otra parte, sólo un Gran Maestro, Juan Carlos González, expresó su opinión de que un Mundial sin Topalov no era lógico, ya que Topalov tiene el rating más alto entre los jugadores activos. Los demás prefieren manejar el argumento de que Topalov había aceptado la cláusula que lo dejaba fuera con tal de cobrar bien en su encuentro con Kramnik. Yo creo que Topalov lo aceptó con tal de tener la oportunidad de reunificar el título y poder llamarse Campeón Mundial Absoluto de Ajedrez, pues no le bastaba el llamarse Campeón Mundial de la FIDE. Se sintió seguro de ganarle a Kramnik, mérito del Psicólogo español que ha estado consultando, cosa que nos hizo notar Danailov. Topalov aceptó de todo. Jugar en Rusia contra un ruso, con organización dirigida por un ruso y por supuesto no recuerdo a ningún búlgaro que haya ganado un torneo en Rusia y mucho menos un match de ajedrez.
Rusia siempre ha tenido en alto aprecio el ajedrez, aman el ajedrez y adoran tener campeones mundiales de ajedrez que sean rusos. De hecho Bulgaria apoyo el ajedrez cuando era parte del bloque soviético para simpatizar con los rusos, que eran como sus “big brothers” El ajedrez búlgaro antes de la segunda guerra estaba subdesarrollado en comparación de la mayor parte de Europa. Los países bálcanicos tuvieron tantas guerras en la primera mitad del siglo XX que no pudieron desarrollarse tanto, excepto algunas repúblicas que se integraron en Yugoslavia. Pero a partir de la hegemonía soviética, Bulgaria, al igual que Rumania, dieron un levantón en ajedrez gracias a la influencia de sus socios políticos como la URSS, Hungría, Checoeslovaquia y Polonia. Pero de ninguna manera en Bulgaria está el ajedrez arraigado en la cultura nacional como lo está en Rusia. Aún así, grandes logros ha tenido Bulgaria en ajedrez después de 1995 y en mucho ha tenido que ver Danailov. Hubo un momento, con la Stefanova y Topalov, que los búlgaros tenían un impacto en el ajedrez solo superado por Ucrania, con Ponomariov e Ivanchuk, y Rusia con Kasparov, Kramnik, y etc.
Un notable logro para un país que, comparativamente, debiera tener un centésimo de los jugadores fuertes que tiene Rusia.
Por cierto, en un diario de Baku, el presidente de la Federación de Azerbaiján, dijo que Radjabov fue robado por sus contrincantes. O sea que quizás lo planeo intelectualmente Ivanchuk, que fue beneficiado por la ausencia de Radjabov. Estoy pensando que un periodista que andaba en Yucatán muy amistoso con Ivanchuk trabajó con la organización del evento en Morelia. Con un nombre un poco extraño, de un héroe indígena, algo como Xicotesco, ¿No sería él que planeo lo de Radjabov? Dado que fue en territorio tarasco, habría que implementar al famoso Caltzontzin Inspector para que lo investigara.
Por otro lado, lo de Apophis, que se espera sea en 2036, hace temer que un meteoro como el que cayó en Yucatán y acabo con los dinosaurios, nos arruine una reelección en la FIDE o en algún cacicazgo federativo. Lástima, porque en ese año llegarán algunos cincuentones de hoy a la edad necesaria para ser capitanes con experiencia de algún equipo olímpico.