Actualmente por la red de internet se intercambian millones
de documentos, videos, programas de computación, imágenes, audios, etc., y todo
tipo de producciones creativas de la actualidad y el pasado que tienen derechos
de autor y se copian, o se “rehacen” , convirtiéndose en “genéricos”, algunas
veces versiones muy mejoradas, pero que pueden catalogarse como piratería.
Las convenciones sobre cuando un material es “fusilado” o
no, han ido variando con las épocas. Hay casos polémicos como unos compases de
la Obertura 1812 de Chaikovsky que reproducían marchas francesas famosas, o lo
mismo con la Quinta de Beethoven, o más en nuestro patio, el juicio sobre una
obra de Lecuona y otra de Luis Alcaraz ( You are allways in my heart)
que dividieron derechos en inglés y en español.
Las obras de Shakespeare han alimentado muchos guiones de
filmes modernos desde “El Rey León” o obras políticas como Lady McBird, etc.
En lo que toca a los libros de ajedrez, algunas posiciones y
partidas se utilizan una y otra vez para ejemplificar un tema y hay muchos
manuales de medio juego de diversos autores en que más del 50% de los ejemplos
instructivos seleccionados son los mismos. Casi todos los manuales de finales
presentan el final de Saavedra de Torre vs Peón y el de Reti de los peones en que el rey entra al cuadrado del peón
enemigo al amenazar proteger la coronación del propio peón, etc.
Durante varias semanas tuve que hacer silencio en mi blog al
tener que defender legalmente envíos por correo de mis propios videos y mis
propias clases ya que al parecer de alguna autoridad estaba enviando gran
cantidad de CDs y DVDs con filmes “piratas” hollywoodenses al extranjero.
Como los videos tienen escenas de la televisión soviética,
principalmente de noticiarios, se hicieron muy sospechosos por lo extraños, ante
los ojos de aquellos que debían decidir si era piratería o no.
En la red actualmente hay una fiebre por cerrar blogs que
ponen para descargar libros y había que tener cuidado para que no quisieran
tirar mi blog, y demostrar que los enlaces que pongo para descargar son de
material de mi autoria. A veces es difícil entender que tengo ya más de 170
videos de ajedrez hechos y unas 476 clases de ajedrez elaboradas, así como
cerca de 1500 artículos. Que si bien tienen material de aquí y allá, como todos
los libros y videos de ajedrez, no se puede decir que es material pirateado.
Con las antologías
elaboradas con fracciones de decenas de libros, pues resulta que las
leyes nacionales e internacionales no son muy claras respecto a la extensión
permitida de un fragmento que se coloque en una antología para que no caiga en
el rubro de piratería.
Lagunas y lagunas en las legislaciones vigentes y en los
acuerdos internacionales e incluso en las leyes postales, hicieron del asunto
un trámite de meses y un expediente como de 1200 cuartillas. Fue como cuando el
libro “Trópico de Cancer” se vendió por correo y decían que no era ilegal
venderlo en librerías pero si usar el correo para transportarlo pues violaba
algunas normas, cuando todo tipo de muñecas inflables y juguetes sexuales que
se vendían por correo no violaban los límites “morales”, pero un libro si.
Mucho del material se puede enviar “discretamente” por email
o ponerlo en una “nube” para descargar, pero la polémica era usar el correo o
servicios de mensajería. Todo, según eso, por combate a la piratería fílmica,
sobre todo a la que se hace de la de Hollywood.
Todo este rollo de la piratería contribuye en mucho a hacer
una brecha en el acceso al conocimiento entre los que tienen buen sustento
económico y entre los que no lo tienen, ayudando a que mucho material
importante de estudio sea inaccesible a las mayorías y estas, ya que el
conocimiento es poder, se mantengan en desventaja ante los privilegiados. Así
se disminuyen las posibilidades de movilidad social.
De esto y otros temas, habrá que comentar mucho mas, pero el
caso es que tras algunas victorias
legislativas, ya pienso volver a estar
muy activo en el blog y en aprovechar una ingente cantidad de material que se
ha ido acumulando en las cuevas de los bucaneros, que de nuevo podrán navegar.