Los entrenadores soviéticos comentaban la
falta de cultura de los ajedrecistas occidentales y como los afectaba para
cumplir las expectativas que su talento prometían.
Era cuando el talento se definía como las
cualidades innatas que facilitaban desempeñar una tarea, o realizar un arte,
aprender algo, etc.
Ahora hay una definición mas amplia sobre el
talento y no se limita a lo que “Natura dio y que Salamanca no presta”.
Muchos ajedrecistas occidentales que eran muy jóvenes
cuando aún existía la Unión Soviética parecían tener talento, según la
definición antigua, para llegar a ser contendientes para el campeonato mundial,
pero por ser producto de entrenadores empíricos y por no seguir programas
diseñados de entrenamiento sino simplemente estudiar aleatoriamente, no
llegaron a la cumbre y fueron desplazados por jugadores producto de
entrenadores de escuela. Su falla, decían los entrenadores, era la falta de “Academia”.
Uno de ellos era el GM Loek van Welly, que
desde su adolescencia, cuando aún existía la URSS, era una gran promesa y que
confesaba:
"Fischer, es anterior a mi generación,
realmente no he estudiado sus partidas" GM Loek van Wely
Como dice un comentarista:
“La anterior cita, la tome de una
entrevista realizada a por la entonces joven figura en ascenso. Siempre me
pregunte, de haberla leído, que le hubiera dicho y/o pensado Mikhail Botvinnik
respecto del joven maestro. De seguro, nada bonito saldría de boca del
patriarca”.
Ahora muchos jugadores
occidentales han llegado a pelear por los mas altos puestos del ajedrez gracias
a que al desaparecer la Unión Soviética hubo una diáspora de jugadores y
entrenadores exsoviéticos que han colaborado a que el sistema, la “Academia”
del ajedrez soviético tuviera “sucursales” en muchas partes del mundo. Cada vez
hay más federaciones que tienen sistemas muy similares a los soviéticos en sus
programas de estudio y se observa cada vez más una formación “académica” en los
jugadores occidentales y una proliferación de libros con “enfoque soviético” en
idioma inglés. Incluso se han rescatado viejos textos soviéticos de hace más de
50 años y han sido traducidos y publicados en inglés, lo que ha contribuido a
disminuir ese empirismo entre jugadores y entrenadores y a la creciente
profesionalización responsable de docentes del ajedrez, disminuyendo el que los
niños occidentales corran el peligro de no cumplir los sueños que su talento y
vocación prometieron a sus ansias. Aunque suene a tango.