Los maestros de escuela con frecuencia afirman que los
alumnos pierden la atención y la concentración, que son los que se consideran
elementos claves del aprendizaje y una de las razones que los ojos de todos los
investigadores en la educación, miran hacia actividades como el ajedrez, lo que
me parece muy bien, pero deben mirar hacia dos puntos: el ajedrez y la
actividad física.
Porque por un lado vemos que crece la proporción de
niños obesos que practican el ajedrez, así como en general sube entre los
escolares de México, donde ya andamos por el segundo lugar mundial en ese
problema,
Dentro de las investigaciones que se promueven en
Ponte al Cien, está la de ver cómo influye la actividad física en los
estudiantes universitarios que gustan del ajedrez en su desempeño escolar y en
su progreso en ajedrez. Se busca saber si el binomio Ajedrez y Actividad Física
logran mejoras en salud y en desempeño escolar. Estamos aún solo con 123 casos,
pero después de tres meses se nota una notoria diferencia entre los 123
estudiantes que se incorporaron a la investigación y otros 125 que no, pero
aceptaron hacerse pruebas de monitoreo y a que se analizara su desempeño
escolar.
La investigación terminará en tres meses más, pero
ahora en la mitad del trabajo, ya es obvio que el resultado andará entre un 15
y 20% de avance en un semestre, tanto en los indicadores Ponte al Cien de
actividad física, como en los del Ponte al Cien
y Ajedrez. Donde más evidencia
hay, es en el control del peso, y precisamente en la atención y en la concentración.
Esperamos que las cosas sigan así con los participantes. Veremos.
Entre los estudios similares a los que hemos realizado,
nos llamó la atención el de la Universidad de Roma.
Maria Chiara Gallotta, de la Universidad de Roma y
autora del estudio. afirma: “Y los
elementos clave del aprendizaje, importante durante el desarrollo, son la
atención y la concentración”, añade. Para descubrir la relación entre el
esfuerzo y el rendimiento escolar el estudio se basó en las reacciones de un
total de 138 niños entre los ocho y once años.
Transcribo la información de un reportaje sobre el
estudio:
Velocidad y calidad de respuesta
A lo largo de tres semanas, los estudiantes
completaron tres sesiones de pruebas cognitivas y de conocimientos de 50
minutos cada una. Antes de la primera prueba, los probandos participaron en
alguna actividad física (clase de educación física tradicional); antes de la
segunda realizaron ejercicios académicos (lección curricular); finalmente,
previo a la tercera prueba, desarrollaron una combinación de tareas de esfuerzo
físico y mental. En todas las ocasiones se midieron las habilidades de
concentración, además de la velocidad con que los niños respondían y la calidad
de sus respuestas.
De esta manera, los escolares completaron el test de
atención d2, una prueba que permite medir la velocidad de procesamiento, la
atención selectiva y la concentración mental mediante una tarea consistente en
llevar a cabo una búsqueda selectiva de estímulos relevantes.
Esfuerzos distintos, resultados diferentes
Los resultados mostraron que el tipo de esfuerzo que
habían realizado los escolares antes de la prueba de medición variaba su
capacidad de atención y concentración. Así, los niños mostraron un mejor
rendimiento tras la actividad física (un aumento del 10 por ciento en la
velocidad de procesamiento) o la actividad académica (con un incremento del 9
por ciento), pero rindieron menos en el tercer supuesto, es decir, cuando se
combinaban tareas físicas y mentales (el aumento en las puntuaciones del test
de atención apenas era del 4 por ciento).
De forma similar, los participantes mejoraron su
capacidad de concentración si antes habían desarrollado solo actividades
mentales o físicas (un 13 y 10 por ciento, respectivamente). Cuando se
combinaron ambas tareas, la mejoría de los resultados apenas alcanzó un 2 por
ciento. Los autores señalan que las puntuaciones más bajas podrían deberse a un
aumento del estrés en los niños al pedirles que ejercitaran su cerebro y su
cuerpo de forma simultánea.
Según Gallotta, los hallazgos sugieren que distintos
tipos de esfuerzo pueden beneficiar el rendimiento cognitivo inmediato de los
escolares, por lo que recomienda aumentar la oferta de educación física en las
escuelas.
Estoy reuniendo un grupo de niños que ya practican
regularmente ajedrez para que tomen clases pero participando antes en rutinas
de actividad física, para ver si en el aprendizaje del ajedrez hay la misma
relación que con las disciplinas curriculares actuales para niños menores de 14
años.
Esperamos confirmar que entre las ventajas que se
deriven de la práctica de ejercicio físico regular, se encuentren:
A nivel cognitivo:
- Adquisición de un mejor rendimiento académico y una mayor capacidad de atención.
- Que haya menos probabilidades de sufrir trastornos depresivos o de ansiedad.
- Mejoramiento del estado anímico y emocional.
Esos aspectos eran los que notamos andaban mas
críticos entre los niños ajedrecísticos en una breve encuesta que realice
durante el Festival Panamericano en Oaxtepec en julio de 2014, donde entreviste
a 16 niños de cada uno de tres países diferentes, en un total de 48 niños de
entre 10 y 14 años nada más. En los parámetros de atención los observe muy
bajos, aunque muy arriba del promedio de otra encuesta hecha con niños no
ajedrecistas de menos edad.
Lo mismo paso en lo que a depresión, ansiedad y estado
anímico y emocional, donde aunque están en medidas bajas comparados con lo que
se considera sano, estaban aun así arriba del promedio, pero de todos modos,
mal.
Pero con el programa de ejercicios también esperamos
en otros aspectos se logren cosas como:
A nivel psicológico y social:
- Mejorar su bienestar psicológico, la confianza en sí mismo y la autoestima.
- Favorecer su socialización y su autonomía.
- La adquisición de ciertos valores como la constancia, la perseverancia, la humildad, el esfuerzo, el trabajo en equipo, la disciplina, la cooperación, el compañerismo, etc.
Por otro lado, en el aspecto de la salud:
A nivel físico:
- Tener un estado de salud óptimo, se encuentren mejor y se sientan más fuerte.
- Controlen un estado de peso adecuado.
- Reducir las probabilidades de sufrir enfermedades en la edad adulta como la diabetes, la osteoporosis, la obesidad, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
·
Practicando de forma correcta los ejercicios, se
favorecerá la prevención de lesiones
Algunas cosas se notarán después de mucho tiempo, pero
las expectativas las basamos en estudios
de diversas fuentes, por ejemplo:
Se afirma que una mayor actividad física no sólo
contribuye a disminuir el riesgo de obesidad en menores, sino que también puede
ayudar a mejorar el rendimiento académico, según un nuevo informe de los
Centros de Prevención y Control de Enfermedades(CDC). La CDC es la principal agencia
de salud pública en los EE.UU. Los CDC,
tienen su sede principal en Atlanta,
Georgia, Estados Unidos.
El
reporte, en el que también participó la Asociación Nacional de Educación Física
y Deportes (NASPE), analizó 50 estudios relacionados con el tema llevados a cabo durante los
últimos 25 años y encontró una relación entre el nivel de actividad física y el
rendimiento académico de los estudiantes.
"Luego
de analizar todos estos estudios, básicamente lo que encontramos es que al
menos en la mitad de los casos los menores que participaron en más actividades
físicas o de mejor calidad tuvieron un mejor desempeño académico", dijo
Howell Wechsler, director de la División de Salud Escolar y Adolescencia de los
CDC.
De
acuerdo con el experto, la mitad de los hallazgos mostraron un impacto positivo
y la otra mitad demostró que la actividad física no perjudicaba o tenía un
efecto negativo en el desempeño académico de los estudiantes.
"No
hay razón para pensar que por el hecho de que los estudiantes pasen más tiempo
en clases de educación física y menos tiempo en la clase se va a afectar su
rendimiento académico, de hecho no les está haciendo daño", afirmó
Wechsler.
El
informe, divulgado el miércoles, encontró que la actividad física podía mejorar
la capacidad de concentrarse, prestar atención y lograr mejores notas en los
exámenes.
Asimismo,
tomar descansos de cinco a 20 minutos en la clase también puede aumentar el
lapso de concentración de los alumnos, mejorar el comportamiento y las
calificaciones.
Además,
algunos de los estudios citados en el informe sugieren que mayor actividad
física puede tener otros beneficios para algunos estudiantes, entre los que se
encuentran una mayor autoestima, un mayor interés en llevar a cabo las tareas e
incluso reducir la deserción escolar.
Las
autoridades sanitarias recomiendan que los menores lleven a cabo un mínimo de
una hora de actividad física de moderada a enérgica cada día.
"La
jornada escolar es muy ocupada y sabemos que no es fácil alcanzar el tiempo
recomendado, pero si al menos se hace un poco más de lo que hasta ahora se está
haciendo ya es un paso en la dirección correcta", indicó el experto de los
CDC.
Ese reporte
parece contundente y fue lo que alentó en gran parte, a establecer lo de que el
ajedrez participe en los estudios de Ponte al Cien.
En lo que
toca a la influencia de la práctica organizada del ajedrez en el mejoramiento
de la atención y la concentración en escolares, ha sido muy ampliamente
demostrada en decenas de estudios que he estado publicando en varios medios y
han conformado compendios de voluminoso tamaño que he proporcionado a diversas
autoridades.
Tales
estudios son material que se presenta frecuentemente en Internet en cientos de
sitios webs y ya han sido tan aceptados que ya prácticamente nadie discute la
importancia que puede tener que en las escuelas se practique organizadamente el
ajedrez.
Una buena
colección de ese tipo de documentos la presentó la Senadora Diva Gastellum,
senadora por Sinaloa, ante el pleno del Senado de la República y que motivó que
el congreso hiciera un exhorto a todas las instituciones educativas de México a
que realicen enseñanza y práctica organizada del ajedrez en todas las aulas y a
todos los niveles, desde Educación Básica hasta Educación Superior.
Pero
ahora se trata de que los escolares que ya son ajedrecistas, no descuiden la
actividad física, pues es fundamental para su avance como ajedrecistas, como
escolares, así como personas.