1 feb 2018

Las enseñanzas del Dr. Adriaan D. de Groot Parte II.



 “El cerebro de sus niños””
Por MI Raúl Ocampo Vargas.

Un cerebro de bebe es un trabajo en proceso, trillones de neuronas esperando ser cableadas dentro de una mente. Las experiencias de la infancia, como demuestra una investigación pionera, ayuda a formar los circuitos del cerebro, para la música y las matemáticas, para el ajedrez, el lenguaje y la emoción.
El Dr. Adriaan D de Groot enfoco su investigación principal al proceso de razonamiento de los adultos, mientras que el Dr. Lev Semionovich Vigotski al de los niños y a la relación del aprendizaje del lenguaje con el aprendizaje de otras habilidades.
Según Vigotski, cuando uno sostiene a su hijo recién nacido y sus ojos estén sólo a unos cuantos centímetros del brillante papel tapiz de la habitación, ¡zoom!: una neurona desde su retina hace una conexión eléctrica con una en su corteza visual del cerebro. Uno gentilmente toca su palma con una telita y él la toca y la arroja, usted se la regresa con palabras amables y una sonrisa. ¡zoom! Neuronas de su mano fortalecen su conexión a aquellas en la corteza moto sensora. El llora en la noche, usted lo alimenta sosteniendo su mirada, ya que la naturaleza le indica que la distancia de las cejas de su padre ajusta exactamente con el foco de los ojos del bebe. ¡zoom! Las neuronas en la amigdala del cerebro envía pulsos de electricidad a través de los circuitos que controlan las emociones. Usted lo sostiene sobre sus brazos y le habla... las neuronas de sus oídos comienzan a enlazar conexiones con la corteza auditiva. ¡Y usted piensa que está jugando con su niño!
Cuando un bebe llega al mundo su cerebro es un enjambre desordenado de neuronas, todas esperando a ser tejidas en el intrincado tapiz de la mente. Algunas de las neuronas ya han sido duramente cableadas y enlazadas por los genes en el fertilizado huevo, dentro de circuitos que dominan la respiración o controlan el ritmo del corazón, regulan la temperatura del cuerpo o producen reflejos. Pero trillones sobre trillones son más como los chips Pentium en una computadora antes de que la fábrica les cargue el software. Están puras y de casi infinito potencial, circuitos aún no programados que pueden un día elaborar grandes combinaciones en un tablero de ajedrez, o elaborar versos o canciones raperas, así como calcular fuerza de atracción de un agujero negro. Si las neuronas son utilizadas, se integrarán dentro de los circuitos del cerebro al conectarse con otras neuronas; si no son usadas, pueden morir. Son las experiencias de la infancia las que determinan cuales neuronas son usadas, el cableado del circuito es configurado como lo hace un programador desde el teclado hacia una computadora. Que teclas son tecleadas , cuales experiencias tiene un niño, determina si el niño crecerá para ser inteligente o no, seguro de si mismo, locuaz o parco. Las experiencias tempranas son tan poderosas, decía el neurobiólogo pediátrico Harry Chuguni de la Universidad Wayne State, que “ellas pueden cambiar completamente la manera en que una persona torna a ser”. Algo que Vigotski planteaba cuarenta años antes que Chuguni saliera de la primaria.
Ya en la edad madura, el cerebro es cruzado por más de 100 billones de neuronas, cada una alcanza a miles de otras, y así, digamos entonces que el cerebro tiene más de 100 trillones de conexiones, más que el número de galaxias del universo conocido, lo que da al cerebro poderes sin rival.
Pero regresando al Dr. Adriaan de Groot, él me manifestaba en 1996 que los experimentos realizados en los años 1970s por los doctores Torsten Wiesel y David Hubel sobre el recableado o reconfiguración de circuitos cerebrales por cambios al coser y cerrar ojos de un gato cachorro y hacerlo con gatos adultos, mostraban que en los gatos adultos no tenían capacidad de reconfigurarse. Cuando las regiones del cerebro maduran dictan que tanto tiempo ellas se conservan maleables. Áreas sensoras del cerebro maduran en la temprana infancia; el sistema límbico emocional esta cableado en la pubertad; los lóbulos frontales, sede de la comprensión, se desarrollan hasta la edad de 16 años. De ahí el Dr. de Groot concluía que el potencial de un jugador de ajedrez estaba determinado ya a esa edad. Se podía desarrollar la capacidad, pero está ya no crecería, se optimizaría nada más. Lo que intrigaba a de Groot, es que Vigotski establecía que no había tal límite, y que dependía de la relación de la persona con su contexto, ya que sino había que subordinar la expectancia de desarrollo de la comprensión incluso a factores étnicos, ya que en cada raza el cerebro madura sus cableados de manera diferente, como maduran los órganos sexuales. En algunas zonas tropicales la pubertad es mucho más temprana que en los países nórdicos, lo mismo que la madurez de los lóbulos frontales. El Dr. de Groot, llegaba fácilmente a la conclusión que a partir de 2003 ya es generalmente aceptada: Vigotski estaba adelantado décadas a su tiempo.
En un tiempo yo creía que un niño debía aprender el ajedrez después de los siete años, pero tras estudiar a Vigotski, llegué a la conclusión que si acepta el niño ser acercado al ajedrez a muy temprana edad, dos años de edad son suficientes. En una plática con el citado Harry Chugani, él comentaba que había protestado por que los burócratas universitarios habían decretado que la instrucción en idiomas extranjeros (la enseñanza de idiomas) no comenzará antes de la secundaria.  La función hace el órgano, y la actividad forma al ser humano. Ya Vigotski había expresado en una conferencia en 1931 en el Instituto Kornilov en la URSS que la planeación de actividades extracurriculares era decisiva para la formación integral del ciudadano soviético y que el ajedrez y su práctica organizada debía ser estimulada como factor determinante en la transformación de la sociedad. “Conexiones cerebrales son la clave, sin restricciones hay que fomentarlas, día a día, tanto en el estudio como en el uso del tiempo libre. Un minuto sin pensar, nos cierra posibilidades de conexión”. Cincuenta años después el Dr. Dale Purves de la Universidad Duke decía: “Las conexiones no se forman al azar, sino son promovidas por la actividad”.

El Dr. de Groot, en un artículo en la revista de la Universidad de Ámsterdam, establecía varios datos del Cerebro Lógico: La habilidad: Matemáticas y lógica. La Ventana de aprendizaje: del Nacimiento a los cuatro años. ¿Qué sabemos?: Los circuitos para las matemáticas y el ajedrez residen en la corteza del cerebro, cerca de aquellos para la música. A los bebes que se les enseñan conceptos simples, como uno y muchos, serán mejores en matemáticas y en ajedrez. Las lecciones músicales pueden ayudar a desarrollar habilidades en espacio.
¿Qué podemos hacer? Jugar juegos de conteo con un bebe. Póngale en una mesa un plato, un tenedor por persona para que aprenda la relación uno a uno. Y para mejorar sus oportunidades, póngalo a oír música de Mozart en un CD.
El lenguaje, según el Dr. de Groot, también era un factor a considerar. Según él, el alemán y el holandés eran idiomas onomatopéyicos, como lo es el inglés, todos de raíces sajonas; lo que quiere decir que sus palabras se derivan de sonidos que imitan los que en la naturaleza tienen las cosas que denominan. Por ejemplo la palabra “wasser” que suena como “uaser” imita el sonido del agua al caer de una cascada. La palabra “dog” en inglés, perro, suena como el ladrar de uno. El aprender un idioma onomatopéyico al primer año de edad, limitaba al niño, suponía él, a pasar a cosas más complejas, que si el niño tuviera como idioma materno uno más elaborado como el latín, o como el ruso.
Para Leontiev, seguidor de Vigotski y que trabajo en la misma época que de Groot, el plantear al niño problemas más complejos cada vez, en una enseñanza problémica cada vez más exigente, si se iniciaba desde muy temprana edad, posibilitaba que ninguna tarea futura posible estuviese fuera del alcance de los niños. Si se mantenía una reconfiguración constante de circuitos, el cerebro podría adquirir una flexibilidad mayor y las conexiones adquirirían diversas intensidades eléctricas. En resumen, la actividad formaría los circuitos sin permitirles dejar de ser maleables con la edad.
Los trabajos de Leontiev, máxime que los conoció a través de referencias del también ajedrecista el GM Krogius, atrajeron más la atención del Dr. de Groot que los originales de Vigotski, sobre todo por su relación con el ajedrez. Entonces comenzó a trabajar sobre problemas de longevidad de la mente. Y yo diría más bien sobre la longevidad de la flexibilidad de las conexiones. Sus protocolos los aplicaba principalmente a jugadores de edades extremas, o menores de siete años o mayores de sesenta.
Volvió a los estudios sobre lenguaje, especialidad suprema de Vigotski. Dado que no soy especialista en sicología, sino en educación, me parece atrevido afirmar lo que sospecho, pero no me parecería honesto quedármelo: el Dr. de Groot a pesar de llegar a los 91 años de edad no llegó en el estudio del lenguaje tan lejos como Vigotski que no vivió cuarenta años y no contó con siquiera la mitad de recursos que el holandés, aunque si tenía un ardor por el trabajo incomparable, lo que acabó con su salud a temprana edad.
El caso es que para de Groot, en el caso del Cerebro y el Lenguaje, como hicimos en lo del cerebro Lógico, podríamos sacar el esquema siguiente:
Habilidad: Lenguaje. Ventana de aprendizaje: del nacimiento hasta los 10 años de edad. ¿Qué sabemos?: Los circuitos en la corteza auditiva, representando los sonidos que forman las palabras son cableadas por el año de edad. Mientras más palabras un bebe oiga por los dos años, mayor será su vocabulario cuando crezca. Problemas al oír pueden dañar la capacidad de unir sonidos a letras. ¿Qué podemos hacer? Háblele a su niño mucho. Si usted quiere que domine un segundo lenguaje, introdúzcalo hacia los 10 años de edad. Proteja su oído tratando sus infecciones oportunamente.
El Dr. de Groot dedicó algunos artículos a explicar el “efecto Mozart”, poco pude dilucidar de ellos, pues los escribió únicamente en holandés y las traducciones que realice fueron muy defectuosas. Pero ya que citaba al Dr. Gordon Shaw de la Universidad de California Irvine, pude obtener artículos de este investigador y saber que Shaw sospecha que cuando los niños ejercitan neuronas corticales al escuchar música clásica, están también fortaleciendo los circuitos utilizados para las matemáticas. La música, dicen en la Universidad de California, excita los patrones cerebrales inherentes e incrementan sus uso en tareas complejas de razonamiento. No se si pretendía el Dr. de Groot hacer sus protocolos de ajedrez mientras hiciera escuchar a Mozart a los jugadores. El caso es que si hubo quien hiciera algo similar.
En la revista “Chess Monthly”, derivada de la famosa “Chess” de Sutton Coldfield fundada por B. H. Wood, aparecían posiciones complejas que se presentaban a maestros, grandes maestros y a los lectores en una forma de concurso. No era otra cosa que repetir los protocolos del Dr. de Groot y averiguar cómo y que pensaban jugadores de diversos niveles.  Con una colección de tales posiciones recabadas en decenas de números de la revista “Chess Monthly” propuse al GM Aivar Gipslis realizar en Innsbruck en 1987 algunas pruebas con varios adolescentes de varios países que participaban en el Mundial de Cadetes. El caso es que algunos resolvieron mucho mejor los “protocolos” escuchando a Mozart que cuando no lo hacían. Probamos con otros compositores, Chaikovsky no funcionó. Chopin y Beethoven tampoco. Modest Mussorgsky si.  Pensamos que esto había que planteárselo a un experto en música. Pensamos en Schiller de Estados Unidos, pero al final consultamos a una cellista austriaca que era sicóloga y ajedrecista. Nos propuso otro test. Pusimos a varios muchachos provenientes de países tropicales y resulto que con música de danzón mejoraron mucho su desempeño. En suma, no sacamos nada en claro. Diez años después comenté esto con el Dr.de Groot quien descartó los test por falta de algunos procedimientos para hacer formales nuestros protocolos. No obstante Gipslis consideró útil poner música mientas se ponían posiciones a resolver a sus pupilos.
Me temo que después del Dr. de Groot, habrá que esperar mucho para poder establecer esquemas prácticos para aplicar en el mejoramiento del razonamiento, o para desarrollar un modelo adecuado de proceso de razonamiento.

“Si me pierdo búsquenme en Andalucia o en Cuba”
Federico García Lorca a 70 años de su asesinato.

Ciudad de México a 2 de septiembre de 2006.

Las enseñanzas del Dr. Adriaan D. de Groot




Parte I. “El proceso de razonamiento en Ajedrez”
Por MI Raúl Ocampo Vargas.

Durante la recopilación de información que realice en la preparación de un libro que, por encargo del departamento editorial de filosofía de la Universidad Internacional de la Florida, realizo sobre el tema de la Psicología Educativa y el Ajedrez, estuve analizando notas que tome en una serie de conferencias realizadas en Leyden hace una década en honor del Dr. Adriaan D. de Groot, notable psicólogo y maestro de ajedrez, autor del libro “Thougt and Choice in Chess”, texto muy popular en los años 1960s. Me surgió la idea de hacer una reseña de ese libro en base a su reedición de 1998. Cuando estuve en Leyden intenté adquirir algunos de sus textos, preferentemente los traducidos al inglés o al alemán. Pero mi intento fue infructuoso. Posteriormente en una vista a Ámsterdam, al regreso de Ginebra donde representaba a México en la Organización Internacional de las Migraciones, pude hablar algunas palabras con él, que a sus 81 años mostraba una gran claridad de pensamiento y, sobre todo, una gran paciencia para este interlocutor que en una mezcla de inglalemán lo acosaba a preguntas. En una ocasión, a través del email de su sobrino Luther Bohm, trate de que me diera su opinión sobre un artículo mio sobre el proceso de razonamiento en la resolución de problemas, pero sólo me escribió que era interesante y que investigara más los trabajos del Dr. Vigotski, pues estos le habían cambiado algunas ideas de su trabajo publicado en los años 1960s, cuando aún no se conocía lo que Lev Semionovich (Vigotski) había escrito en los años 1930s.
Mi última comunicación, no respondida, fue el envió de una reseña sobre el libro del Dr. Lopez Michelone sobre el Ajedrez a la Ciega y una nota sobre un libro del Gran Maestro Tisdall.
El caso es que a finales de julio de 2006 estaba yo preparando una reseña del libro “Thougt and Choice” y no sabía donde publicarlo, si en inforchess, notichess o en sitio sobre psicología de la Red Escolar de la SEP. En eso llegó la noticia del deceso, a los 91 años, del Dr. de Groot, en agosto de 2006.  Aparecieron extractos de sus trabajos y artículos por toda la Internet. Varios de ellos, traducidos por el Dr. Bohm al alemán me fueron enviados, además de un par de notas inéditas sobre algunas consideraciones que el Dr. de Groot hizo sobre los trabajos de Vigotski. No me queda claro hasta que momento conservó la lucidez el Dr. de Groot, pues el sobrino refiere que la última comunicación que hice en 2005 la había contestado y era yo quien no había dado reporte de recepción. De hecho esa contestación nunca me llegó.
Las dos preguntas claves en que a ambos teníamos interés común eran:
¿Cómo los jugadores aprenden y mejoran en ajedrez?
¿Cómo piensan sus jugadas los ajedrecistas?
El ajedrez es un juego para razonar, pero a los principiantes casi nunca se les enseña como razonar.
De acuerdo a las escuelas de enseñanza de ajedrez de que soy seguidor, la Soviética fundamental  y la cubana, la china y la ucraniana como derivadas, trato de desarrollar el razonamiento conceptual en los alumnos, así como trasladar las nociones en conceptos y los conceptos aplicarlos a especificidades. Pero todo el tiempo tengo que examinar los procesos de razonamiento en ajedrez que tienen mis pupilos y establecer las diferencias con el proceso que consideran adecuadas las escuelas mencionadas. Generalmente me encuentro con jugadores con malos hábitos de razonamiento firmemente arraigados y los identifico gracias a muchas recomendaciones del Dr. de Groot de acuerdo a sus llamados protocolos, si bien utilizo más las técnicas preconizadas por el MI Zlotnik para evaluar a jugadores, y las posiciones que seleccionó el MI Ziatdinov en su GM-RAM, así como fundamento los diagnósticos con modelos creados por Leontiev y Luria, seguidores del mencionado Lev Semionovich Vigotski. Pero como los protocolos del Dr. de Groot me fueron conocidos al menos una década antes que las proposiciones de Zlotnik, no han dejado de influir sensiblemente en mi práctica como entrenador.
¿A que me refiero con los protocolos del Dr. de Groot?
Allá por el final de los años 1930s (ya Vigotski había fallecido, pero sus trabajos no fueron conocidos fuera de la URSS hasta los años 1970s, revolucionando el mundo de la Psicología a un nivel que sólo tiene precedente en el Dr. Freud), el Dr, de Groot, decidió registrar el proceso de razonamiento de docenas de jugadores de todos los niveles, con el proceso de determinar como pensaba cada uno, y cuales son las diferencias entre los procesos de razonamiento de diversos niveles de habilidad. A los jugadores les daba una posición y les pedía encontrar una jugada y también verbalizar simultáneamente todo lo que les pasaba por la mente. Estos procesos registrados fueron denominados protocolos.
En su libro “Perfeccione su ajedrez”, Lopez Michelone dice que las conclusiones del Dr. de Groot de sus protocolos fueron las siguientes:
“Los grandes maestros, comparados con los jugadores de club, no consideran, en general, un mayor número de jugadas o variantes. Su análisis es mejor en calidad que en cantidad. Dicho de otra manera, los jugadores débiles pasan más tiempo analizando jugadas malas, mientras que los jugadores fuertes analizan más tiempo las mejores jugadas. Este parece un problema de percepción y no de poder de procesamiento. (La edición que utilizó Lopez Michelone del libro Thought and Choice, fue la de la editorial Mounton & Co. De 1965, en la que yo adquirí en 1996, de la Sport Verlag de Berlin, difiere en algunas cosas, de lo que hablaré más adelante).
“Los jugadores destacados construyen un vocabulario de patrones familiares. (Nota de ROV: Esto lo había demostrado Vigotski que relacionaba el lenguaje con el proceso de razonamiento y de Groot, después de conocer los textos de Vigotski escribió varios artículos para reforzar la idea y cubrir algunas deficiencias en su teoría presentada en su libro de 1965. Esto estoy seguro que Lopez Michelone no lo consideró, ya que en su libro no se menciona para nada ni los trabajos de Vigotski, ni los del MI Ziatdinov, lo que seguramente lo hará en alguna reedición de su muy interesante libro, el mejor escrito hasta ahora por un jugador mexicano sobre ajedrez, sólo inferior a los escritos por el cubano mexicano Andrés Clemente Vazquez). El experimento clave en todo esto lo presentó el mismo de Groot (no De Groot, como lo pone Lopez Michelone). Puso a jugadores de diversas fuerzas a ver una serie de posiciones durante 20 segundos. Algunas eran de encuentros de ajedrez, mientras que otras eran piezas colocadas al azar en el tablero. Al pedirles reconstruir las posiciones, los jugadores fuertes fueron significativamente mejores que los débiles en posiciones de ajedrez, mientras que, en las posiciones al azar, no hubo diferencias entre unos y otros. Este resultado, es claro, se debe a que una posición típica de ajedrez consiste en diversos patrones sobre cómo están colocadas las piezas (por ejemplo el rey enrocado, los tres peones frente a él y el caballo en f3) lo que permite al jugador experimentado reconocer dichas posiciones para guiarse más fácilmente”.
Realmente el libro de López Michelone es pequeño y tuvo muchas limitaciones de espacio, por lo que la parte que dedica al Dr. de Groot no se siente suficiente.
Varios autores reconocen como fundamentales las observaciones del Dr. de Groot y es citado constantemente en los textos sobre razonamiento en ajedrez producidos en Estados Unidos y Europa Occidental. Es natural que en los libros soviéticos, cuyos autores estaban familiarizados con Vigotski, no daban el mismo crédito al Dr. de Groot, pero el psicólogo holandés profundizó más específicamente en ajedrez que Vigotski y los trabajos de este último tuvieron que ser complementados para el ajedrez por el Gran Maestro Nikolai Krogius, que reemplaza como referencia principal a su antecesor Vigotski en los textos de ajedrez. Sin querer ser demasiado severo con López Michelone, es notable que no se menciona para nada en su libro la labor de Krogius, pero es comprensible ya que a pesar de que hay un texto en inglés y otro en español, la mayoría de las obras de Krogius aparecieron sólo en ruso y en ese idioma López Michelone no investigó la bibliografía, lo mismo que la más reciente del Dr. de Groot, publicada sólo en alemán y en holandés.
En el libro “Thought and Choice in Chess” de Groot identifica cuatro fases del proceso de razonamiento de los jugadores fuertes: 1) Orientación de posibilidades, 2) Fase de Exploración, 3) Fase de Investigación, y 4) Puesta a Prueba.
Los jugadores débiles raramente pasan por todas ellas, si acaso alguna. Un jugador intermedio o inferior casi jamás ponen a prueba, entendiendo por ello que tienen que haber pasado sistemáticamente todo el proceso de demostrar que la jugada elegida es mejor que cualesquiera otra de las jugadas candidato (que conduce a una mejor posición, por fuerza, que las posiciones obtenidas por otra), por lo que es la mejor.
Cuando a un alumno le muestro un proceso formal para elegir una jugada, a menudo surge la pregunta: “¿Hay que hacer todo eso?” Y por supuesto la consecuente: “¿Realmente quiero hacer todo eso?”. Esta es una reacción razonable. Si uno no encuentra diversión en hacer los análisis extensos y delicadas evaluaciones de las posiciones que lo demandan, entonces uno no los hará ni ahora ni nunca. A menos que uno le encuentre gusto a eso, las posibilidades de llegar a ser un fuerte maestro no existen.
Cuando a un jugador se le muestra por primera vez el proceso que un maestro sigue para elegir una jugada, este se da cuenta de la verdadera brecha que existe entre él y un maestro, lo que a menudo resulta un parteaguas en su decisión de jugar bien ajedrez. Algunos se rinden, mientras otros se sienten estimulados. El talento y la vocación unidos hacen grandes logros, pero no siempre vienen juntos.
Muchos me preguntan sobre un modelo con el mínimo de requisitos de un proceso correcto de razonamiento en ajedrez. Un proceso genérico de razonamiento. A mi me gustaba un modelo así que me comentaba el entonces maestro soviético Boris Kogan, posteriormente fallecido en los Estados Unidos y un afamado entrenador profesional en el medio oeste americano:
1. Después de la jugada de su oponente, pregúntese a si mismo: ¿qué jugaría si tuviera el turno de nuevo? ¿porqué hizo su última jugada? ¿Cuáles son todas las jugadas que él puede hacer que antes no podía? Concéntrese en las jugadas e ideas de su oponente que le pueden hacer realmente daño. Póngase en sus zapatos. Obviamente si él dio un jaque usted necesita quitárselo, y si él hizo una captura usted necesita recapturar, posiblemente la siguiente jugada tras un zwischenzug (jugada intermedia). Sin embargo, si su jugada no es un jaque o captura, busqué las amenazas que se crearon, otra vez con la pregunta “¿Si fuera su turno de nuevo que jugaría, que puede hacerme que no me gustaría?. Observe las posibilidades de todos los jaques y capturas y todos los jaques y capturas saltando. ( Método Purdy para disminuir errores, algoritmo y acrónimo CAJAS).
2. Para comenzar a buscar la jugada propia, considere todas los jaques y capturas y todos los jaques y capturas saltando, luego, en caso de que alguna pieza esté amenazada, revise el MCABC (mover, capturar, apoyar, bloquear y capturar). Ya con eso, se han revisado las posibilidades tácticas. Si no se ve nada urgente y de consecuencia, considérese encontrar un plan. Para ello hay que evaluar la posición (si no se ha hecho poco antes) desde un punto de vista estático. La “Evaluación Estática”, según Dorfman. Para ello seguimos el algoritmo y acrónimo SERE (Seguridad del Rey, Espacio, Rango, alcance o movilidad de las piezas, Estructura de peones) , por supuesto que la evaluación de material ya la habremos hecho, en un par de segundos. Ya sabemos quien está mejor y porqué. Establecemos una valoración numérica en base a resultados pronosticados. Con una escala de que resultados obtendría  en puntos cada bando en diez partidas. (5 a 5 igualdad, 6 a 4 ligera ventaja blanca, 4 a 6 ligera ventaja negra, 7 a 3 clara ventaja blanca, 3 a 7 clara ventaja negra, 8 a 2 ventaja decisiva blanca, 2 a 8 ventaja decisiva negra, 10 a 0 gana el blanco, 0 a 10 gana el negro.). Si estoy 7 a 3 a mi favor busco atacar si llevo blancas (o 3 a 7 si llevo blancas), si estoy 6 a 4, buscó acumular pequeñas ventajas  si llevo negras, si estoy 5.5 a 4.5 si llevo blancas buscó como mejorar la pieza que tenga peor colocada. Si estoy 4.5 a 5.5 y llevo blancas buscó que concesiones puedo hacer para evitar ser atacado y poder reforzar poco a poco mi posición. Ya estableciendo lo que la posición demanda, establezco mis candidatos. Descarte jugadas potenciales de amenaza que puedan fácilmente ser rechazadas por el enemigo, dejando nuestra posición peor que antes. La lista de jugadas razonables generada son nuestras jugadas candidatas.
3. Encuentre las capturas, jaques y capturas y jaques saltando con que su oponente pueda replicar a cada jugada candidato. Si él puede hacer una jugada obvia a una candidata que uno no pueda enfrentar, descarte esa candidata. Es importante rechazar algunas candidatas que sean obviamente malas, para dedicar tiempo a las verdaderamente factibles, (Método de exclusión o de eliminación).
4. Por cada una de las restantes candidatas, asuma que su oponente hará la mejor contestación y trate de ver que secuencia (corta) es más factible de ocurrir. Siga las consecuencias de cada candidata como si siguiera una rama de un árbol (el árbol de variantes) y hasta que termine una rama, evaluando numéricamente la posición resultante al final de cada rama, no pase antes a  otra rama. Abandone cada rama sólo cuando esté seguro de no tener que revisarla después.
5. Si ve una buena jugada busque una mejor, pero siempre con el control de la situación, y de acuerdo al tiempo de reflexión de que disponga (Auto control, como en STOPS, S de auto control ,por las siglas en ruso de “samocontrol” o en inglés de “selfcontrol”, recordando que T es de Táctica, P de Profilaxis y S de Serenidad). Después de realizar el paso número 4 para cada candidato, se compara las evaluaciones de las posiciones resultantes con la evaluación de la mejor posición que usted haya encontrado y tenemos al “Rey de la colina” (un termino usado por Kogan en los Estados Unidos en base a un programa de TV, también lo utiliza Heisman a menudo. Pero si se nos ocurre otra jugada y la posición resultante de ella es aún mejor, tendremos un nuevo “rey de la colina”.
6. Una vez usted haya terminado de evaluar todas sus jugadas candidatas, la jugada elegida es aquella que inicia la secuencia que lleva a la posición que fue el final “Rey de la colina” . La secuencia encontrada para la mejor jugada es la Variante Principal (VIP)., denominación acuñada por Heisman. Su evaluación de las posiciones en VIP también constituyen la “Evaluación Dinámica” de la posición actual. Si en la VIP hay triunfo forzado, entonces nuestra posición actual está ganada.
Por eso la afirmación de Emanuel Lasker que sólo había que buscar combinaciones en una posición superior era errónea, ya que sólo hasta que hayamos terminado la evaluación dinámica, no nada más la estática, sabremos si se tiene posición superior y para hacer dicha evaluación dinámica habremos pasado por el CAJAS y otros métodos para detectar combinaciones posibles. Es decir, debemos buscar combinaciones en toda posición, y sólo después de hacerlo sabremos quien tiene la posición superior. Este enfoque es lo que hacía a Lasker diferente en su proceso de razonamiento a los soviéticos, constantes buscadores de posibilidades tácticas en posiciones de cualquier valoración estática.
7. Antes de 2004 se realizaba un chequeo final. Se anotaba la jugada elegida y se revisaba rápidamente con “ojos de recién llegado” , como decía el GM Kotov y después se realizaba. Esta práctica era criticada por el GM entonces norteamericano Robert J. Fischer, argumentando que era igual a valerse de notas para ayuda en el juego. En cierto modo tenía sentido, pues este paso ayudó a muchos a disminuir sus errores. Ahora ya no se puede hacer, pues la FIDE determinó que no se puede anotar la jugada antes de hacerla. La idea es que si tras anotar la jugada pretendida, hacer una revisión rápida y notar algún error, no volvíamos a hacer todo el análisis, sino que pasábamos a revisar “el segundo rey de la colina” y si la revisión no le cortaba la cabeza también, era la jugada elegida y realizada.
Entrenadores como Romanovsky y Shereshevsky nos previenen de que este proceso completo no es aplicable a todo tipo de jugadas. Muchas veces sólo hay una manera de quitarse de un jaque, o de salvarse de un mate. Tampoco en posiciones simples o técnicas, como de mate de Rey y Dama contra Rey sólo, o en posiciones básicas, que debemos tener en nuestro RAM al que se refiere el MI Ziatdinov como son los finales de rey y peón contra rey. Pero en posiciones que requieren de que un sistema completo de toma de decisiones se efectúe, este sería el proceso mínimo.
Hablar del Dr. de Groot no puede quedarse en un solo artículo y pretendo hacer otro, sobre todo sobre las aplicaciones que de Groot había encontrado de las teorías y experimentos del Dr. Lev Semionovich Vigotski, que se volvieron “secretos de Estado” en un tiempo en la URSS.


“Si me pierdo, búsquenme en Andalucía o en Cuba”
Federico Garcia Lorca a 70 años de su asesinato.

Santa Cruz a 1 de septiembre de 2006.