Durante la visita a Moscú en 1925, al GM Carlos Torre se le
invitó a participar en una serie de eventos en la Unión Soviética, pero solo se
concretó finalmente su viaje a Leningrado, hoy San Petersburgo, donde estuvo un
par de meses y concluyó, junto con Rokhlin, la redacción del libro “Desarrollo
de la Habilidad en Ajedrez”. Pero en las hemerotecas de algunas repúblicas del
Cáucaso pueden verse diarios que anuncian la posible visita del maestro
mexicano a Tbilisi y posteriormente a Ereván. Pero conflictos internos en la
naciente URSS imposibilitaron tal viaje, que supondría un recorrido de 3000 kilómetros
en tren. De cualquier manera, los recorridos de Torre por la URSS, desde Brest
a Moscú y luego a Leningrado, a Vilnius, Riga, Tallin y finalmente a Danzig,
comprendieron casi 5000 kilómetros, para luego viajar a Inglaterra, Nueva York
y finalmente a Veracruz y a Mérida, para conocer la tierra en que había nacido
pero en la que menos de una sexta parte de su vida residió. La cantidad de
ciudades en que participó en torneos fueron numerosas, por lo que sus escritos
y cartas donde hace relato de sus viajes son documentos testimoniales de una
época muy especial y que forman parte de un tesoro bien guardado en la
biblioteca nacional, aunque como parte del archivo que legase el Dr. Garnica, y
que tal vez debiera estar clasificado de manera especial. Veremos.
Es curioso el ver la documentación digital que existe sobre
Torre en ciudades como Bakú y Erevan, que es bastante más abundante de lo
esperado, si se considera que Torre nunca estuvo en estas ciudades. Pero fue
bastante leído en la edición en ruso de su libro y en lo publicado por las
revistas locales, que transcribieron algunos pocos artículos traducidos de la
edición de la Revista “American Chess Bulletin”, de la lejana Nueva York.