23 mar 2012
La Biblioteca de Babel.
Hace unos treinta años
durante un torneo en los Estados Unidos se hablaba de una historia del escritor
argentino Borges sobre una biblioteca que guardase la sabiduría del mundo en
todos los idiomas de la tierra. Era una reunión de compañeros de una de tantas
academias militares y militarizadas de los Estados Unidos que habíamos
convivido en 1970 en un evento de ajedrez en Santa Monica, California. La
diferencia de las academias militarizadas a las militares es que los egresados
de las primeras generalmente pasan a trabajar en empresas privadas, mientras
que los de las segundas se integrarían a servir en las fuerzas armadas de los
Estados Unidos o en sus agencias de seguridad. Como los que competimos en esos
eventos tuvimos, en la vida posterior a la academia, derroteros diversos;
algunos siguieron caminos exitosos económicamente hablando, integrando cuerpos
directivos de grandes empresas, pero quizás sean unos fracasados en lo que a
desarrollo humano; otros siguieron el servicio público con sus avatares
diversos, quizás sirviendo a ideales propios o heredados. Otros fracasaron
socialmente y económicamente pero aun pueden verse en el espejo todos los días
sin remordimientos. Es difícil decirlo, pero varios de aquel grupo de jugadores
de ajedrez pudieron enfrentarse en campos de batalla, como servidores de
diversas banderas y aún más diferentes ideologías.
Por supuesto que la plática
sobre una mítica biblioteca que pudiera albergar todo el conocimiento humano en
los diversos humanos, parecía banal en ese momento. Pero si lo que decía Jules
Verne de que todo lo que podía imaginar el hombre pudiese ser creado algún día,
la charla de aquel grupo de muchachos se llevó por todo tipo de caminos e ideas
que a la larga pudieran ser hechas posibles. Como era el ajedrez lo que los
había reunido a pesar de vestir todo tipo de diferentes uniformes castrenses,
se especulo mucho sobre lo que sería tener a la mano todos los libros de
ajedrez escritos, todas las partidas de ajedrez jugadas, e incluso todas las
revistas y todos los artículos publicados, ya fuera en ruso, inglés, español,
alemán, francés, o serbocroata o cualquier idioma desde el moldavo hasta el
tártaro.
¿De que tamaño sería el almacén
de tan fantástica biblioteca? Aunque en esa época ya se estaba pasando en
microfilm todas las revistas Chess Life de los Estados Unidos, aún en ese
medio, tan sólo el material de ajedrez requeriría una hectárea para ser
almacenado.
Se sugirió por un asistente
a la charla que pudiera ser construida nuestra biblioteca en Utah, su estado
natal, muy cerca de Salt Like City, donde, alegaba, podría mencionar varios
sitios adecuados, tanto por facilidades de construcción, como por seguridad, ya
que el acervo del conocimiento universal requeriría ser resguardado.
Conocimiento es Poder, y tal biblioteca de Babel valdría un dineral en poder.
No menos de 10 millones de dólares de equipos de seguridad.
En 2009 uno de aquellos
amigos me lo encontré por casualidad en el aeropuerto internacional de la
Ciudad de México y me contó que nuestro sueño estaba siendo realidad. Por supuesto que ahora existían medios
tecnológicos que reducirían nuestra hectárea de ajedrez en poco más de unos
diez mil metros cúbicos. O tal vez mucho menos. Millones de libros en PDF
ocuparían un metro cúbico en discos duros de cientos de Teras.
Imaginemos que todo lo que
circula hoy por Internet, o lo que ha circulado desde 1998 a la fecha en libros
en PDF, sonidos en mp3, videos en mp4, chats, emails; más todo lo que se ha
transmitido en radio y en TV se pusiera en discos duros portátiles o en un
medio similar; en todos los idiomas; se
juntase en un almacén gigantesco, resguardado con sistemas de seguridad a
prueba de incendios o catástrofes, no fuera que se perdiese como la biblioteca
de Alejandría, ¿Cuánto espacio se requería? ¿En Utah por ejemplo?
Pues ese proyecto ya tiene
años llevándose a cabo. Ya existe tal biblioteca y lo de ajedrez es, entre
miles de disciplinas y ramas del conocimiento humano, una fracción tan pequeña
que bastaría un pequeño almacén de 30 metros cúbicos. Y basta una pequeña
computadora para acceder a todo ello en unos cuantos minutos.
Según ese “rumor”, la
Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos, la NSA, por sus siglas en
inglés, tiene ya su biblioteca de Babel. Parece que el nombre sería Bluffdale
Center o Utah Data Center. Su tamaño es no mucho mayor de un millón de pies
cuadrados y su costo unos dos mil millones de dólares.
Sus archivos se deben medir
en un yottabyte
(1024 bytes) de data de capacidad actual. (un yottabyte es un septillion
de bytes), y un yottabytes tiene un millón de exabytes, y si los que usan
internet son como 2 mil millones de seres, se calcula que todo el conocimiento
humano reunido desde que el hombre andaba desnudo hasta 2003 no llega a 5
exabytes, aunque cada día desde 2003 a la fecha se aumente logarítmicamente la
producción de información, hay una gran distancia aún para llenar el cupo de un
yottabyte que ya para 2030 el Utah Data Center podría centuplicar su capacidad,
además de que muchos archivos que hoy ocupan un gigabyte pudieran ser
comprimidos para que ocupen 10 megabytes, por lo que aumentando allá y
comprimiendo aquí, se puede no solo centuplicar la capacidad sino hacerla más
de 200 mil veces mayor.
El caso es que cada palabra, cada letra que pasa por
internet estaría registrada y fácil de ser recuperada y consultada, si así lo
requiriese el poderoso usuario del Utah Data Center.
Avances como la identificación semántica de datos, que
permite acelerar y ampliar la búsqueda de cualquier información, permite hacer
una investigación en 2012 de cientos de miles de documentos, en el mismo tiempo
y con mayor efectividad que lo que permitía en 2010 ver cien documentos.
Recuerdo lo que llevaba “detectar” una partida
relevante de una apertura en el chess base 3, en bases de datos de 100 mil
partidas y lo que lleva ahora en un chess base 9 detectarla entre 5 millones de
partidas. El tiempo se ha reducido de media hora a unos veinte segundos.
Ya se decía desde los años
1930s que lo importante ya no sería acopiar información sino diseñar métodos
para aplicar la información a la toma de decisiones sin caer en abismos de caos
a causa de tantas variables creadas por la cantidad de datos y que el ajedrez
sería una manera ideal de adiestrar el uso económico de información. “Capablanquear”
miles de posiciones posibles en un rumbo claro y simple, decía en una nota
Alexandr Ilin Genevsky, era la única manera para trabajar con información
perfecta.
En un artículo del sitio web
de Chess Base se decía que cuando se comparaban las jugadas que seleccionaban
los más sofisticados programas de ajedrez con las realizadas por los campeones
mundiales, Capablanca fue el jugador que menos se alejó de aquellas jugadas “perfectas”
y lo atribuían a que Capablanca jugaba posiciones relativamente más simples que
las exploradas por otros campeones, reduciendo así la posibilidad de cometer
errores al ser rebasada su capacidad de comprensión de la posición. Tenía un
extraño sentido para no caer en el caos y andar en caminos manejables donde
pudiera controlar lo que sucedía y poder calcular las variables.
Era como si siguiera la
recomendación de Thoreau en “Walden”, simplificar la problemática de la vida
para no caer en telarañas en que la soberbia nos coloca por querer igualarnos a
los dioses y complicarnos la vida más allá de nuestras capacidades. Humildad
para no ser rebasados. Como decía Machado: “¡Alfarero a tus cacharros y no te
lamentes de no poder crear barro!”.
En un torneo reciente vi a
un académico que gusta de jugar variantes de aperturas que contienen sutilezas
a lo largo de 15 jugadas, mostrar una complicadísima línea de la Variante
Abierta del Ruy López y le recriminaba que memorizase unas variantes tan largas
para ver si pillaba a alguien en el error, y en cambio ignorase métodos
sencillos de elegir jugadas, o de manejar un final de dos peones contra uno.
Aprende métodos, no acopies datos, fue mi forma de fustigarlo. Imaginación es
lo importante, no conocimiento, decía Einstein, le repetía mientras me miraba incrédulo.
Quizás haya oídos sordos para los idealistas y las personas prefieran acopiar
datos como acopia el dinero. Ya casi nadie lee Walden de Thoreau, prefieren
Walden 2 de Skinner o Walden 3 de Ruben Ardila.
A veces me siento prisionero
de mis discos duros externos de 2 teras y pienso lo que haría con un disco duro
de un exabyte, y me da escalofrío…
22 mar 2012
El 21 de marzo de 2012 falleció el Gran Maestro y Entrenador Yury Sergeyevich Razuvaev.
Con gran tristeza recibí la
noticia de la muerte de un buen amigo y admirado entrenador, el GM Yuri
Razuvaev. Nacido el 10 de octubre de 1945, fallece en una edad sumamente
productiva y en un período en que se hallaba en la cima de su creatividad.
Desde que lo conocí en Malta
en 1980 y conviví varios días en La Habana en 1981, conserve una buena amistad
con este connotado entrenador y excelente persona, muy abierto a compartir sus
conocimientos y sus ideas con todos los que tuvimos la oportunidad de cruzarnos
con él en la vida. Su pérdida es grande para todos los que amamos el ajedrez
y a los seres que han dejado huella en
fomentar su práctica.
Yury Sergeyevich Razuvaev fue
historiador de profesión , pero se dió a conocer como un gran ajedrecista,
tanto como jugador talentoso como entrenador
y organizador de escuelas de ajedrez, además de periodista. Compitió en varios campeonatos de la Unión Soviética en las décadas
de los 70 y 80 del siglo XX, fue campeón
de la Espartaquíada de los pueblos de la RSFSR, en el equipo " Albatros
" , así como vencedor de la copa europea de clubes, y formó parte, en
varias ocasiones, de la selección de la
URSS, y bajo su dirección la URSS ganó el campeonato mundial por equipos de jóvenes.
En el año de 1984 formó parte de la
selección de la URSS en el match contra el Resto del Mundo, en el tablero 8
donde quedo 2-2 con el GM Robert Huebner. Ganó torneos internacionales en Dubna
y Polianitze Zdruj en 1979, en Zalaegerzeg 1981, Londres 1983, Dortmund 1985 y
Jurmala 1987, entre varios triunfos. Destacó
principalmente como entrenador y second, y ya para 1976 obtuvo el título de
entrenador emerito de la República Socialista Federada Soviética de Rusia.
Trabajó en varias ocasiones con Karpov y fue asistente de Botvinnik de su
afamada escuela durante varios años. En Malta 1980 fue entrenador de la
selección de la URSS y recuerdo con gran cariño como, junto con el GM Gipslis
me dio invaluables recomendaciones para mi labor en esos años como entrenador
de la Universidad Nacional Autonoma de México, proveyéndome de material que me
fue muy útil durante varios años, además que de 1981 a 1999 estuvimos
intercambiando material bibliográfico primero, y a partir de 2000 de software
de ajedrez, así como me permitió participar en algunos proyectos de preparación
de entrenadores, y facilitando algunos viajes a San Petersburgo para conocer de
cerca los métodos de trabajo de la Rusia post Unión Soviética.
A finales del siglo XX y al
desaparecer la Unión Soviética entrenó a la selección de Italia y asesoró a
jugadores tan renombrados como la campeona mundial Alexandra Kosteniuk y al
Campeón de Europa Evgueny Tomashevsky.
Creador y pilar de la comisión de
entrenadores de la FIDE, mientras estuvo bajo su dirección favoreció el
desarrollo de varios FIDE Trainer iberoamericanos que tenemos una gran deuda a
su memoria.
No hace mucho publiqué extractos de
sus artículos y algunos escritos para Bucanero, pero la producción de Razuvaev
es enorme, destacando sus libros sobre Rubinstein escrito en 1980 y el de
Transición al final publicado en 1981.
En los meses cercanos a su
fallecimiento, a pesar de problemas de salud, se dedicó al ajedrez escolar y al
trabajo de proyectos en el Programa Esperanzas del Ajedrez de Rusia, donde han
quedado cientos de páginas inéditas de material sumamente valioso. En ocasión
del aniversario 70 de la muerte de Capablanca estaba preparando material sobre
el campeón cubano que me temo quedará sin publicarse.
Descanse en paz el gran amigo y
ejemplo, muchos de sus amigos en varios continentes lo recordarán siempre y
expresarán sus condolencias a sus alumnos y familiares.
15 mar 2012
La Historia de Ajedrez en Imágenes.
El ajedrez es el deporte con más historia de los que
pertenecen a la Confederación Deportiva Mexicana, incluyendo los de origen
prehispánico, ya que no solo su federación fue de las fundadoras de la misma
Confederación, sino porque es el que tiene registro de competencias y de
organización muy anterior a las demás. En el caso de los deportes de origen
prehispánico que datan sus reglamentaciones, basadas en investigaciones de
mediados del siglo XX, en acuerdos relativamente recientes ya que era
prácticamente imposible determinar materiales y especificaciones con las que
esos deportes se practicaron en la antigüedad, ninguno de sus elementos más
notorios, como las mismas instalaciones prehispánicas, datan de más de 1000
años de antigüedad, mientras que tableros y piezas de ajedrez de más de 1500
años de antigüedad se hallaron en diferentes partes de Asia.
El caso es que es parte de la cultura ajedrecística la
historia documentada del ajedrez. Sin duda la popularidad del ajedrez, su
universalidad, parte del torneo internacional de 1851, pero muchos consideran
que las dos primeras décadas del siglo XX son la época dorada del inicio del
ajedrez internacional cuando jugadores de los continentes americano y europeo
comenzaron a competir regularmente. De esas fechas parte esta imagen de autógrafos
de jugadores como Capablanca, Marshall, Alekhine, Tartakover y otros.
12 mar 2012
No todo se publica en libros y revistas.
Mucho del material de ajedrez producido en la URSS se reproducía
en mimeógrafo, sobre todo en las universidades o clubes locales, pues la
demanda por material de enseñanza era mucha y ni siquiera los grandes tirajes
de 100 000 ejemplares de los libros bastaban para satisfacer la demanda. Enormes cantidades de material valioso se
publicaron en tirajes mimeografiados de apenas 50 a 100 ejemplares.
Una política común era que las revistas “Ajedrez en la URSS”
y “Boletín de Ajedrez” publicacen artículos con extractos de los libros
próximos a publicarse en grandes tirajes, pero los cuadernos publicados de
trabajos de importantes grandes maestros, maestros internacionales o
entrenadores, con tirajes menores de 1000 ejemplares, abundaban y sobre esos no
había publicaciones fuera de la URSS; y a veces no tanto por secrecía, sino
simplemente apenas alcanzaban a satisfacer la demanda de libros y de material
de estudio.
Mucho material de ese tipo, impreso en mimeógrafo hace más
de 20 años (en diciembre de 1991 prácticamente desaparece la URSS y sobre todo
sus organizaciones, como la misma federación de Ajedrez de la URSS), ahora se
vende por kilogramo, ya sea por los herederos de los viejos maestros, como por
los vendedores de libros usados, etc. Con unos 100 dólares en la mano uno puede
adquirir una biblioteca en PDF u otro medio electrónico, o lograr que le vendan
escaneada una colección de material de estudio de un club local, a veces con trabajos muy interesantes
escritos por grandes maestros y que nunca fueron conocidos fuera de la URSS.
Notas del Archivo de Romanovsky
El CD Secretos del Ajedrez Soviético toma información de
muchos archivos originales de maestros y entrenadores soviéticos, obtenidos de
muchas formas, con intercambios o con la compra y luego digitalización de
manuscritos originales, libros poco conocidos, ediciones mimeograficas e
incluso publicaciones en internet en PDF o Dejavu de más de 200 sitios webs
diferentes.
Llevo como seis meses de elaboración, dos meses de ajustes y
cambios, con otros varios para conseguir editor y luego otro para
actualización; me fueron entregados por la editorial de Rumania el CD “Secretos
del Ajedrez Soviético” que había yo planeado producir desde 2004. Claro que en
la actualización se ganó mucho y se puso al día hasta 10 de enero de 2012, con
mucho material adquirido a base de digitalizar archivos de muchos entrenadores
soviéticos.
El CD se inspiró en el libro “Train LIke a Grandmaster” del
GM Alexander Alexandrovich Kotov, pero como se realizó con la información que
él tenía y mucha que no poseía, más libre de algunas, digamos, “trabas” de la
época anterior a la glasnost soviética, creo que va mucho más allá del trabajo
de Kotov.
Muchos archivos fueron abiertos y digitalizados muchos años
después de la muerte de Kotov, e incluso varios de ellos estaban en países
fuera del alcance de Kotov. No se podía en su época crear una red de
corresponsales y de “buscadores” de datos como hoy por Internet.
Se oferta un costo promedio de 50 euros, digo promedio por
aquello de los fletes.
También pronto estará actualizado el CD Memorias del Ajedrez
en Cuba y otro CD, “Capablanca Inmortal” Informes en
chesscom@hotmail.com
Suscribirse a:
Entradas (Atom)