Al ajedrez se le equipara mucho con la guerra y se le
considera un modelo de la actividad militar. No sería exagerado colocar al
ajedrez en las artes marciales, pues su origen es similar a lo que entendemos
por este tipo de disciplinas. Aunque muchos dicen que el Karate , el Judo y el
Tae Kwon Do son artes marciales a nivel soldado y el ajedrez es un arte marcial
a nivel de comandantes y generales. Pero tanto se ha enriquecido la ciencia
militar del ajedrez, como el ajedrez de la ciencia militar. Por ello me atrevo
a hablar de la ciencia militar para extraer enseñanzas para el ajedrez.
El desempeño militar es a menudo en mucho más
dependiente sobre la habilidad de los guerreros que sobre la tecnología de los
sistemas con los cuales ellos luchan.
Numerosos ejemplos anecdóticos pueden ser encontrados en
donde un sistema de armamento superior fue derrotado prácticamente por una
tecnología inferior manejada por una fuerza mejor entrenada.
Una cierta clase de entrenamiento pudo aumentar la
eficacia de combate del ejército y fuerzas aéreas estadounidense por factores
de 5 a 30 en períodos tan cortos, en algunos casos, como unas semanas.
El enfoque, llamado a veces “simulación de
compromiso,” fue descubierto durante un involuntario experimento de guerra completo
con grupos de control y tamaños de muestra grandes. En 1969, los nuevos enfoques
del entrenamiento de la Marina mejoraron la proporción de cambio en el
combate aire-aire sobre Vietnam por un factor de 12 en un solo año. Al mismo
tiempo, sin embargo, la Fuerza Aérea Estadounidense siguió con la proporción de
un piloto norteamericano derribado por cada dos MiGs derribados (Gorman, 1990 y
“Usted lucha”, 1974). La Fuerza Aérea y el Ejército, especialmente, aprendieron
esta lección y la llevaron adelante con un éxito notable.
Es importante comparar el potencial militar conseguido
a través del entrenamiento con lo alcanzado a través de la adquisición de
nuevos sistemas de armamento, y ver así que la falla en considerar el lado
humano es causada por los alegatos de los defensores de hardware de lo que se gana gracias a sus sistemas caros.
El tiempo necesitado para conseguir ganancias de
habilidad por medio del entrenamiento es
mucho menor que el tiempo requerido para adquirir un nuevo sistema de armamento
que podría conseguir ganancias similares.
Aunque yo estoy a punto de decir que el entrenamiento
es caro, es casi siempre menos costoso por aumento incremental de la habilidad
militar que la compra del armamento de tecnología avanzada.
Sin embargo, hay una desventaja,; la habilidad lograda
a través del entrenamiento puede decaer rápidamente si las habilidades de
guerra no son practicadas durante períodos tan cortos como podrían ser de tres
a seis meses. De cualquier forma, aunque las armas duran más tiempo, una
cultura de entrenamiento continuo eficaz pueden hacer aún más duraderos los
beneficios que los sistemas de hardware.
El hecho es que en el ambiente militar norteamericano
desde hace una década se invierte más en el entrenamiento del personal que en
la adquisición de armamento.
La enseñanza esta clara, no es lo que tenga para jugar
ajedrez, libros, computadoras, etc., lo que será más rentable es lo que
invierta en entrenamiento.