¿El nivel de los Grandes
maestros de ajedrez es mejor hoy que hace 30 años?
Recién estuve poniendo subtitulos en españos a un documental sobre la vida
de Bobby Fisher. En uun comentario sobre la calidad del match de revancha de
1992, entre Fischer y Spassky , un gran maestro dijo que si bien era
"ajedrez bueno" realmente era "ajedrez bueno al viejo
estilo" no tan bueno como el de los
grandes maestros de hoy día. Pensé siempre que Bobby Fischer o Capablanca eran los
mejores de todos los tiempos. Pero para muchos queda la duda si son los jugadores
de hoy día mucho mejor que los de hace
una generación. Y otra pregunta es si vale la pena estudiar la historia del
ajedrez, como el mismo Fischer recomendaba. Por otra parte, un gran jugador de
la actual generación, dice:
Si usted quiere alcanzar las alturas, debería estudiar la historia entera
del ajedrez. No puedo dar alguna explicación lógica de ello, pero pienso que es
absolutamente esencial absorber toda la historia
de ajedrez.
VLADIMIR KRAMNIK
Estoy de acuerdo que los viejos principios y viejas reglas parecen estar
ocultos y no son fáciles de detectar cuando uno analiza las complejas partidas
de los super torneos en Linares, Wijk
aan Zee o Sofía.
Sin embargo, no tomen como sinónimo de “oculto” la palabra “ ausente” . Los
viejos principios y las viejas reglas siempre
están presentes en esas partidas, tal vez tras bambalinas, pero siempre
implícitos.
Antes era su uso lo que distinguía a los maestros de los aficionados y
ahora, gracias al Internet, la gran difusión de los textos, de los métodos de entrenamiento
, a la facilidad que se tiene de tener asesoría de primer orden, hacen que esos
conocimientos son ahora la propiedad de todo el mundo.
Lasker, Alekhine y Capablanca podrían ganar partidas contra sus mas fuertes
contemporáneos basados principalmente por una mejor asimilación y comprensión
de los entonces principios estratégicos emergentes.
Ganaban finales tablas por simple ignorancia de sus oponentes, o al menos
así parece, aunque hoy día se ven finales peor jugados por grandes maestros
actuales, aunque es más por la aceleración de los ritmos de juego y la
desaparición de las partidas suspendidas.
Hoy día raramente es posible, entre grandes maestros, ganar por una pifia
en apertura, como se veía en los años de la primera década del siglo XX, ya que
hoy todos los jugadores fuertes saben y
entienden los principios mencionados. El ajedrez se ha hecho tan concreto y complejo
y la única manera para jugar a ganar a
nivel de gran maestro requiere una preparación muy específica de aperturas y
mantener una voluntad para luchar y perseverar buscando el detalle.
Esto no significa que las reglas y los principios hayan disminuido en su
importancia, al contrario.
Pero la psicología, los hábitos toman más importancia para no cometer
descuidos tácticos ni mal interpretar un principio estratégico. Hay que
analizar la posición, evaluarla y hacerlo con una flexibilidad usando multi estilos
de jugar, pues lo general viene de lo específico, pero regresa a lo específico
y es importante detectar, identificar las reales demandas de la posición.
Como veremos al analizar con cuidado
las partidas de los en los grandes maestro contemporáneos, las viejas reglas y los
principios todavía forman la base de la cual la acción concreta fluye. Pocas
partidas hay en que las decisiones son arbitrarias, sino que respetan las
reglas igual que antes.
Conocer estos principios gracias al estudio de la historia, puede no conducir a una ventaja competitiva sobre el oponente, pero es necesario para mantener
la paridad competitiva.
Muchos grandes maestros parecen romper reglas, de eso en su tiempo se decía
de los soviéticos, que no jugaban en base a las reglas clásicas, sino a las
excepciones, que “rompían las reglas”.
No se puede esperar a aprender a romper las reglas si usted no las conoce.
¡Por eso los entrenadores soviéticos gustaban decir que uno “no puede ganar
partidas sólo siguiendo los principios marcados por Steinitz o Nimzowitsch , pero
perderá seguramente muchas partidas si no conoce estos principios!
Estudiar a los grandes maestros del pasado es especialmente provechoso para
cuando uno juega el medio juego, pues en
lo que respecta a la apertura, puede
haber poco que se gane estudiando la historia de ajedrez, aunque Fischer en los
años 70s del siglo XX fue muy exitoso con ideas de aperturas que tomó de
partidas de sesenta años antes, pero la teoría, precisamente por lo que
Kasparov llamó la revolución de los setentas, dio un salto muy grande más
allá de los tiempos de Lasker, Capablanca
y Alekhine, pero hay seguramente
mucho que aprender con relación al medio juego y a las transiciones de la apertura al medio
juego y del medio juego al final.
Y esto en lo que respecta al nivel actual de grandes maestros. Pero de los
grandes maestros de las tres primeras tres décadas del siglo XX mucho pueden
aprender los que juegan a un nivel debajo de maestro internacional, pues para
los jugadores de menos de 2400 las partidas internacionales de la primera mitad
del siglo XX son más instructivas y comprensibles que las de los super torneos
del siglo XXI.
Entonces la discusión es bizantina, si uno no es gran maestro de elite, lo
mejor, como dice Kramnik es estudiar a los clásicos y no preocuparse de lo que
juegan Carlsen o Leko.
Fischer decía que todos los torneítos de cuatro jugadores de “elite” no
valía la pena verlos pues parecían arreglados. Recomendaría yo mejor emplear el
tiempo en estudiar los libros y las partidas del siglo XX, sobre todo después
de la primera guerra mundial y no crea, hay partidas super instructivas en los
torneos del siglo XIX.