Muchos se preguntan porque a
veces aprenden cosas mas complicadas que el ajedrez y en cambio no comprenden
algunas cosas aparentemente simples cuando estudian ajedrez. La respuesta es
que el cerebro tiene sus “bugs”, sus “bichos”, sus fallas y debemos conocernos
a nosotros mismos para detectar nuestros bugs y así superarlos o compensarlos.
Por ejemplo ¿sabe usted los
siguientes datos?
El Número de Dunbar - La gente
evolucionó para vivir en bandas de aproximadamente 150 individuos, el cerebro
no puede manejarse más que aquel número. Si usted tiene a más de 150 amigos en Facebook,
seguramente no todos son verdaderos amigos.
Tendencia
de visión retrospectiva - Cuando aprendemos algo nuevo, es muy común que nos digamos
que ya sabíamos todo eso.
Tendencia de confirmación - Nuestros cerebros se resisten a nuevas ideas,
en cambio prestan la atención sólo a conclusiones que refuerzan nuestras
nociones preconcebidas.
Lealtad
a una marca - Buscamos la misma marca no porque confiamos en su calidad, sino
porque queremos tranquilizarnos que hicimos una opción inteligente la vez
anterior que la compramos.
La IDEA FALSA: Usted es un ser racional, lógico y ve el mundo como
realmente es.
La VERDAD: Usted es tan engañado como el resto de nosotros, pero esto
está bien, le mantiene sano.
A veces uno aplica buena lógica a las premisas falsas; otras veces uno aplica
mala lógica a la verdad. Por ejemplo, si usted oye que Albert Einstein rechazó
comer huevos revueltos, usted podría asumir que los huevos revueltos son
probablemente malos para usted. A esto se le llama el argumento de autoridades.
Usted asume que si alguien es superinteligente, entonces todo tipo de las
decisiones de esa persona deben ser buenas, pero tal vez Einstein simplemente
tenía un gusto peculiar.
Acabo de ver una película sobre las sugerencias de Botvinnik, excampeón
mundial de ajedrez, para mejorar la economía mundial. Es interesante, pero se
da uno cuenta de que Botvinnik, y muchos con él, presumía que si era bueno para
el ajedrez, casi genio, lo era para todas las disciplinas humanas. La verdad
estaba muy lejos de eso. Botvinnik era fuera de serie para el ajedrez, no para
todo.
El que seamos buenos para el ajedrez o malos, no significa que seamos
buenos o malos para todos. Nuestro cerebro puede tener un entrenamiento
especial en un área, y no debemos sentirnos mal que en otra área pasemos
trabajos, sino debemos conocernos para administrarnos mejor y así no
frustrarnos porque en ajedrez no avanzamos tanto como en otras disciplinas. Debemos
conocernos mejor para adaptarnos de manera adecuada para aprender ajedrez.