Así como Armenia posee una escuela de ajedrez muy importante con fuertes raíces en la era soviética, un país relativamente cercano tiene sus raíces de tradición en el ajedrez en un Imperio que existía 2000 años antes.
Cuando Marco Craso intentó equipararse al conquistador Julio Cesar y emprendió una guerra de conquista con los “bárbaros” Partos, se encontró con fuertes guerreros de una tradición militar muy especial, con una fortaleza moral muy superior a la de las tropas romanas que peleaban más por salarios que por espíritus caballerescos.
En Teherán, Irán puede uno contemplar tradiciones de un camino del guerrero, “Bushido” como llaman los japoneses, y que aquí se llama “sirhane” en un traslado de los sonido s del alfabeto persa al latino. Al principio ve uno los ejercicios derivados de la tradición Parta, como una especie de baile folclórico realizado por varones, pero en realidad es una dura rutina de ejercicios musicalizada y a modo coreográfico. Más o menos como las danzas del Caúcaso que son como exhibiciones de destreza, control y fuerza con música.
Los caballeros Partos tenían un código de conducta que parece haber inspirado a las leyendas sobre Camelot y los caballeros de la Mesa Redonda.
Muchos historiadores afirman que en la preparación guerrera Parta, jugaba un importante papel el ajedrez.
Claro que la batalla en que los romanos encabezados por Craso fueron destrozados por los Partos, fue la primera de una serie de derrotas de los romanos, pues siglos después nada menos tres emperadores romanos cayeron derrotados ante las huestes persas encabezadas por los caballeros entrenados tan arduamente como los mejores de la mítica “Mesa Redonda” del Rey Arturo.
Incluso el Emperador Valeriano fue capturado por los Partos y sufrió un largo cautiverio en una prisión especial cuyas ruinas llaman la atención a mitad de Irán. Uno se pregunta, ¿Qué hace una construcción romana en medio de territorio hostil en Irán? Pues fue la prisión edificada de tal manera que Valeriano se sintiera como “en su casa” hasta el momento de recibir cruel ejecución.
Si bien la tradición del “Sirhane” ha llegado hasta nuestros días, y podemos observar sus escuelas y su código de “Caballería” donde forma parte la práctica del ajedrez para mantener en buen estado la capacidad de razonar y decidir bajo presión; también se pueden ver trazas de su tradición disciplinaria en su manera de trabajar la enseñanza del ajedrez entre los futuros guerreros del tablero.
Durante algunos años se discutió en Irán si el ajedrez era compatible con las enseñanzas del Corán, e incluso hubo años en el ajedrez organizado parecía actividad no sólo menospreciada, sino que se desanimaba su práctica, hasta que hubo una época en que se prohibía al ajedrez radicalmente, aunque luego paso a ser una “actividad no recomendada” por los líderes religiosos del país.
Pero en la tierra que muchos suponen fue la cuna probable del ajedrez original, no se podía mucho tiempo tener al ajedrez proscrito, y de nuevo, poco a poco, el ajedrez fue adquiriendo mayor popularidad.
Existen centros de enseñanza del ajedrez en varios barrios de la Ciudad capital Teherán, (más bien es pronunciada como Tehrán), uno de ellos tiene el nombre de Zirjab, pero no me ha quedado claro si es por el músico persa que se supone llevo al ajedrez a la capital de l,andaluz, el califato de Cordoba, donde mandaba el hiyadi Almanzor, cuando el ajedrez hizo su aparición en España.
Se observa sin embargo que su enseñanza no está tan estandarizada y regularizada, y mucho menos tan severa, ni tan popular como el “shirhane”. Aunque algunos entrenadores iraníes recomiendan a sus alumnos más brillantes, practiquen esas tradiciones, especialmente la fuerte rutina músical de ejercicios.
A pesar de la vecindad con países que anteriormente formaron parte de la URSS y poseen escuelas nacionales de ajedrez, pocas veces Irán ha aprovechado su vecindad para promover la visita de Grandes Maestros y Entrenadores de formación soviética, pero de alguna manera ha ido avanzando la escuela iraní de ajedrez y la popularidad del deporte ciencia ha posibilitado el fondear muchos eventos abiertos donde participan jugadores de nivel internacional que permiten el fogueo indispensable para la superación de los ajedrecistas iraníes.
Con una superación constante, cada año cuenta Irán con más maestros con título internacional y se destaca en los eventos regionales donde han superado a los israelíes y a los vecinos del mundo Pan-Àrabe.
En muchas de las escuelas de Educación Básica, el ajedrez forma parte del Programa como actividad complementaria o Extra curricular, pero sus instructores adolecen de una metodología específica, actúan de forma empírica y muy diversa.
En cierta manera están muy atrasados en su forma de enseñar a los escolares, pero por otra parte se ha logrado que cada vez más escuelas enseñen ajedrez.
En respuesta a esta idea, se realizan muchos eventos con premios realmente atractivos., lo que da lugar a que los muchachos principiantes se fogueen, aunque no estén bien preparados como para sacar el jugo máximo a dichos eventos.
Mucho se puede aprender del sistema de entrenamiento de los caballeros Partos, pues se encuentra viva en nuestra época y puede ser vista por turistas curiosos y por estudiantes que quieran conocer estas tradiciones.