5 ago 2009

Psicología Quántica en Ajedrez


Varios psicólogos rusos encabezados por el que trabajo varios años con el excampeón mundial Anatoly Karpov y autor de varios libros interesantes respecto al ajedrez y la psicología, convocó a muchos entrenadores de todo el mundo a que realizáramos algunos experimentos con nuestros pupilos para comprobar algunas teorías. Como no me gusta usar de cobayos a mis alumnos, me presté personalmente a seguir el experimento en dos pequeños torneos en vivo y en tres por Internet y realmente fueron sorprendentes algunas experiencias. Terminado el experimento y sacadas las conclusiones, es impresionante el camino que la Psicología Quántica ha abierto al ajedrez,
Recuerdo un título que se le ha puesto a dos libros, uno de Tim Harding y otro de Fred Reinfeld, “Porqué pierde en ajedrez”. Ahora resulta que la pregunta será fácil de responder: ¡Porque usted quiere!
Las verdaderas razones de una derrota, la aparición de blunders y descuidos pueden tener raíces técnicas pero también psicológicas muy profundas.
¿Hasta que grado influye tener o no un entrenador? En el caso de los niños, ¿Qué papel jugaron los padres y los instructores en una partida perdida en particular? ¿Por qué se pierde siempre con cierto tipo de jugadores y por qué se gana con otros? O lo que sería el colmo, ¿Por qué se juega mal en ciertos lugares y en otros no?
Tras 70 años de estadísticas sobre más de 28 000 jugadores se han obtenido muchos conocimientos interesantes. Se ha caracterizado al niño que puede llegar a ser gran maestro en base a 36 factores, o indicadores que se pueden medir ya a los cinco años de edad, sin casi dar lugar a dudas. Digo sin casi, pues se citan datos de 500 grandes maestros y hay 5 que rompieron todas las reglas, aunque 495 las confirmaron.
Me llamó mucho la atención un dato. En México todos los jugadores que poseen título de maestro internacional tuvieron buena situación nutricional en sus primeros cinco años de vida, excepto uno. De los que poseen el título de Maestro FIDE el 92% la tuvieron. De los grandes maestros todos. De 55 jugadores talentosos, o al menos parecían, que tenían 16 años, los 32 que tuvieron buena nutrición hasta por lo menos los cinco años subieron de nivel, los 23 restantes que no la tuvieron, no avanzaron nada en más de 15 años. Si se afirma que la nutrición es básica para desarrollarse como jugador de ajedrez había que aceptarlo, pues no se detectó una sola excepción. Suena nazi, pero lo cierto es que muchos jugadores talentosos que nunca despegaron tenían como factor común una infancia problemática desde el punto de vista económico o cultural y una mala nutrición en la etapa entre 0 y 5 años. En un tiempo trabaje con niños en situación de extrema vulnerabilidad y pobreza, y sentí que el ajedrez los ayudaba mucho. Algunos continuaron jugando y ahora, revisando los casos de algunos muchachos que hace dos décadas conocí y tras analizar que había pasado tras 20 años de que los introduje al ajedrez, se observaron muchos avances en desarrollo personal, incluso a niveles sorprendentes, pero en ajedrez todos tuvieron un tope, a pesar de que poseían gran talento natural. Esa información se cruzó con la de entrenadores de todo el mundo, gracias al trabajo recopilador de un equipo ruso del máximo nivel profesional, asesorados además por una decena de grandes maestros, psicólogos y entrenadores de las principales escuelas, obteniendo conclusiones que ahora será preciso idear como aprovechar para mejorar nuestra actuación con los pupilos.
Se anuncia la primera publicación de los estudios para septiembre de 2009 y apenas los participantes hemos recibido un documento preliminar pero con más de 2000 páginas que tomará meses revisar, para que en enero de 2010 se publique uno base ya con opiniones de entrenadores participantes y otros estudiosos que no participaron en los experimentos. Pero muchos, que como yo, participaron durante meses en los trabajos, ya empiezan a publicar interesantes artículos en la prensa especializada de ajedrez o de psicología, con un común denominador: esta naciendo una nueva especialidad, la Psicología Quántica del ajedrez.