De nuevo con una Chebanenko, Anand neutralizó el juego del blanco y llegamos a la primera mitad del
match sin un resultado decisivo.
La partida no fue ni más ni menos interesante que las cinco
anteriores.
Todas han tenido sus ligeras aportaciones a la teoría y si
fuera un match con el tradicional tamaño de 24 partidas, tendría su cierta
trascendencia a los anales teóricos del ajedrez, ya que los equipos de
analistas de ambos jugadores han hecho
un buen trabajo de investigación. Los recientes matches como el Aronian –
Kramink, Topalov – Anand, Kramnik-Topalov y los Torneos de Campeonato Mundial
de San Luis 2005 y México 2007 se han caracterizado por un ajedrez de bajo
riesgo, de técnica de alto nivel y de una preparación en aperturas llevada al
máximo extremo, por lo que el ajedrez necesita revitalizarse con sistemas de
competencias que permitan la movilidad
competitiva, torneos mixtos, con jugadores de elite y jugadores en ascenso, no
con los actuales torneos de super elite donde vemos al mismo
grupo de jugadores, los mencionados Aronian, Kramnik, Topalov, Anand, Judith
Polgar, Carlsen, jugar una y otra vez entre ellos con algunos “invitados” como
Leko, Kamsky, y a veces jóvenes emergentes como Nakamura, Caruana, y ahora tal
vez Gelfand.
Se necesita abrir más los torneos round robin, sino, sólo los
grandes abiertos en sistema suizo son los que subsistirán, como el Open de
Moscú, el Aeroflot Open, el World Open de Estados Unidos, que por lo general
son más o menos independientes de la FIDE que no logra sacar al ajedrez de
cierto marasmo después de que Fischer y Kasparov pusieron en alza la
popularidad del ajedrez.