Inspirarse en los modelos de éxito es una reconocida receta
y recomendada por todos. Son notables en la historia los nombres de grandes
jugadores que están ligados a sus entrenadores, como Reti y Najdorf con
Tartakover, Tal con Koblentz, Vera Menchik con Maroczy, Bruno Parma con
Trifunovic, O`Kelly con Rubinstein; Khalifman con Nesis, Dolmatov y Yusupov con
Dvoretsky, Dvoretsky con Roshal y muchos casos más; así como con sus seconds y
amigos como Bronstein y Boleslavsky, así como Bronstein y Weinstein, Botvinnik
y Ragozin:
Pero hay muchos otros entrenadores no tan conocidos, pero
que fueron fundamentales para que la llamada “Escuela Soviética de Ajedrez”
obtuviera tal prominencia. Debiera usarse más el nombre de Organización
Soviética de Ajedrez, pues en la Unión Soviética había gran diversidad de
escuelas de ajedrez, aunque por lo general tenían ciertos casi comunes
denominadores como:
Una currícula definida para las categorías de 4ta., hasta
candidato a maestro, sobre todo para niños menores de 14 años.
Bien calendarizadas competencias, con espacio suficiente
para la preparación previa y el examen posterior de las propias partidas y
mayormente en sistemas round robin de competencias.
Énfasis en algoritmos, o sea determinar paso por paso como
tratar diferentes situaciones en el tablero.
Documentación amplia al alcance de todos, principalmente en
bibliotecas de clubes.
Instructores generales para los jugadores de categorías
4ta., a primera, y de ser posible canalización de candidatos a maestros y
maestros a entrenadores de máximo desempeño.
Clases en Casas de pioneros y asociaciones deportivas para
los niños y en clubes de obreros y asociaciones deportivas para jóvenes y
adultos.
Pero los métodos, en sus partes finas, variaban, aunque al
principio los viejos maestros como Romanovsky, Levenfish, los hermanos Rabinovich, Duz Chotimirsky y
otros determinaron mucho del inicio y los textos de campeones extranjeros como
Capablanca y Lasker se publicaron en grandes tirajes; posteriormente se promovieron
la producción de los maestros locales soviéticos.
Por cierto que la triste historia de Romanovsky, en donde se cuenta que durante el peor
período del asedio de Leningrado, en el invierno de 1941-42, un grupo de
rescate llegó a su casa. Encontraron a Romanovsky semiconsciente de hambre y
frío. El resto de su familia había muerto de frío. Todos los muebles de la casa
habían sido utilizados como leña. Un manuscrito de ajedrez que había estado
elaborando Romanovsky se dijo que también se perdió; pero los familiares de
Modell desmienten ese hecho y afirman que tienen gran parte de ese manuscrito y
han tratado de publicarlo. A mi me pareció muy valioso, a pesar de ser escrito
hace más de 70 años, ojala se publique completo pronto, como había prometido un
editor de San Petersburgo.