En
las diversas historias de la vida de ajedrecistas hay una faceta común a muchos
de ellos: sus famosos cuadernos, libretas, notas, etc.; las agendas en que
registraban sus proyectos, sus programas de trabajo, sus apuntes sobre
partidas, etc.
En
la agenda, que podía terminar siendo constituida por cinco o más libretas,
conforme avanzaba el tiempo, generalmente de argollas o en forma de tarjeteros
(los de Fischer eran varias cajas con cientos de tarjetas unidas con una
argolla en una perforación y guardadas en bolsitas, como se muestran algunas en
los anaqueles del salón de la fama del ajedrez en E.U.A.), dependiendo de lo
larga de la carrera de cada jugador; se reunían, con formatos especiales o sin
ellos, planes de estudio, análisis de partidas propias, apuntes sacados de
revistas o de bases de datos, etc.
Los
más modernos ponen en sus libretas archivos flash, y conforme van haciendo sus
hojas, las escanean y pasan a agendas electrónicas en tablets o celulares.
El
GM Radjabov en Michoacán, durante un torneo, le hicieron “perdedisa” su
notebook, y luego no faltó quien vendiera en DVDs una colección de 12 gigas de
sus notas copiadas del supuesto disco duro del GM. Yusupov se quejó una vez que
le robaron sus computadoras en Alemania, y dicen que el GM Baburin se quejó de
que le habían revisado sus cuadernos en La Habana en su cuarto de hotel
mientras salía de paseo.
El
caso es que se considera, como en muchas disciplinas, que en el ajedrez una
agenda es indispensable para el progreso de un ajedrecista y en las escuelas de
ajedrez de la URSS se enseñaba a los alumnos a crearlas.
Botvinnik
en los libros en que describe sus métodos de preparación hablaba de sus
cuadernos y daba indicaciones de cómo hacerlos, lo mismo que el GM Kotov. En su
libro de “Apuntes de un Ajedrecista” habla de ellos. Pero los modelos y
formatos de cada agenda varían mucho.
Para
mis cursos en la UNAM, en el IPN y los que realice en email, así como los
diversos para instructores y entrenadores, diseñe unos formatos que, conforme
los años avanzaba, fueron siendo más numerosos. Por internet ofrecí un paquete
de material gratuito que incluía modelos de formatos de la agenda para ser
usados en escuelas de alumnos de ajedrez con pocos recursos y los envíe a 143
solicitantes.
¿Cómo
usar la agenda? Hay formatos con más de 60 preguntas para hacérselas a uno
mismo cuando se analizan partidas propias, hay otros para que se registren, al
estilo listas de chequeo, si se están resolviendo los ejercicios tácticos de
nuestros programas diarios de entrenamiento de manera adecuada. Otros para
planear actividades del día, de la semana y del mes. Otros más para llevar una
bitácora de torneos, en donde se registre cada ronda, expectativas de la ronda,
rating de oponentes, estadística de nuestros resultados con cada apertura,
cuando llevamos blancas, negras, etc.
La
agenda y sus múltiples formatos nos permiten dar un seguimiento a nuestro
trabajo de ajedrez y, en su caso, el de los alumnos. Un trabajo documental
laborioso, pero imprescindible para el jugador serio de competencias.
En
el caso de instructores y entrenadores el llevar expedientes de los alumnos es
muy importante para la planeación y para poder colaborar realmente con los
jugadores con que trabajan.
Por
supuesto que es la documentación básica para poder rendir informes periódicos a
autoridades o padres de ajedrecistas.
Una
deficiencia común en instructores sin capacitación adecuada es la falta de esos
instrumentos documentales. Evaluaciones continuas y seguimiento de planes es
tan importante para jugar bien ajedrez como al trabajar apoyando a jugadores, o
para el trabajo propio. En el ajedrez el plan es básico y en la enseñanza y
entrenamiento del ajedrez también lo es.
(Extracto
del Instructivo de la Agenda del Ajedrecista).