Cuando a Fischer se
le preguntó en México sobre su frase “No creo en psicología sino en ajedrez”,
inmediatamente contestó: “La citan fuera de contexto, me refería a una partida
en especial. No tiene sentido en otra forma, todos jugamos utilizando la psicología”.
Es muy conocida ya la
historia de los estudios psicológicos que se le realizaron a los grandes
maestros que compitieron en el Torneo Internacional de Moscú de 1925. Dichos
estudios fueron la base del sistema de enseñanza de las escuelas de ajedrez de
la URSS y que hoy existen como escuelas de ajedrez de Rusia, Armenia, Ucrania,
Azerbaiyán y gran influencia en las de China, la India y Cuba.
También fueron
importantes los que se realizaron a los niños prodigios del ajedrez, primero a
Samuel Reshevsky, y dos décadas después a Arturo Pomar.
En una entrevista, el GM Ernesto Inarkiev ha dicho que
no cree en la suerte en el ajedrez porque es un juego más o menos lógico. De
acuerdo con él, si alguien deja suela una pieza se puede decir que su
adversario lo propicio.
Ljubokevic en respuesta a una pregunta de Evgueny
Surov, publicada en chessnews, opinó sobre lo dicho por Inarkiev y dijo:
“Todo tiene influencias sobre todo. Es psicología. En
Linares 1991, tenía una torre de más contra Kasparov, pero perdí. Tal vez no hubiera
perdido una posición así contra cualquier otro. Paso algo así: antes de la
jugada 40, ya había repetido la posición así que sólo tenía que hacer mi jugada
40. Pero pensé: ¿por qué debo repetir por segunda vez? ¡Entonces cometí un
blunder y perdí la partida! Si hubiera repetido jugadas una segunda vez, tendría
suficiente tiempo de reflexión, una torre de más y una victoria simple. ¿Qué
pasó? Fue psicología, psicología pura. La magia pura, como usted lo oye. [...]
en el ajedrez, han habido muchas historias así.”
El GM Ublilava escribió sobre el equilibrio y la
fuerza emocional en una partida y eso se observa en muchas partidas de Carlsen.
Juega con gran optimismo y eso lo recienten sus oponentes. Persevera con la
mínima posibilidad de ganar y con ello aumenta esa posibilidad poco a poco. Con
gran paciencia.
Muchos
autores han investigado ampliamente el tema. El GM Nikolai Krogius, escribió
cinco libros interesantes respecto al tema, lo mismo que el Académico Viktor
Malkin, ya sin hablar del GM Reuben Fine que escribió un libro controvertido
sobre la Psicología y los jugadores de ajedrez. Los grandes maestros soviéticos
trabajaron seriamente con el respaldo de psicólogos desde 1925, cuando se hicieron
las investigaciones que los doctores Rudyk y Dyakov publicaron sobre sus
conclusiones sobre los grandes jugadores del Torne Internacional de Moscú 1925.
En lo que
toca a los entrenadores occidentales, fuera del área de influencia rusa y de
China, solo se distinguen los trabajos del Dr. Ariel Mengarini y los de algunos
exsoviéticos radicados en Estados Unidos, pero se puede decir que es una
materia pendiente, aunque los libros de Kasparov, en que trata mucho el tema,
tienen amplia difusión en los Estados Unidos, sobre todo su libro de “Como la
vida imita al ajedrez”. Desgraciadamente en ese país hay una industria muy
fuerte que mercantiliza todo lo que se trata de superación personal y coaching,
y los trabajos de Kasparov como su Masterclass apunta a un nicho de mercado que
no involucra a jugadores que quieran superarse, sino a ejecutivos y hombres de
negocios que ven al ajedrez como un adorno a una personalidad que sea atractiva
para las sinergias comerciales. Son como los “Rolex” que hablan de un status y
la hora que marcan es lo de menos.