7 sept 2010

La experiencia del GM Dreev, apuntes de ajedrez notables.


Unos entrenadores rusos me mandaron una colección de notas del entrenador Alexandr Filipenko, quien trabajo mucho tiempo con el GM Dreev y de quien me había hablado el propio Dreev cuando lo conocí en Mérida en Diciembre de 2003. La manera en que Dreev trabajó con Dvoretsky y con Filipenko me interesaba mucho, ya que Dreev era el ejemplo vivo de las contradicciones del tratamiento de jugadores talentosos en los años finales de la URSS.
Si bien el padre de Dreev ha publicado libros interesantes sobre entrenamientos, no fue el entrenador de su hijo, sino más bien fue después de que su hijo alcanzó la excelencia que el padre y la madre decidieron dedicarse a ser entrenadores. Dreev relata en la breve pero interesantísima autobiografía que publica en su libro de “100 partidas” que se publicó en ruso y en inglés, todos los avatares que vivió, a veces apoyado y otras boicoteado por las organizaciones del ajedrez de la URSS. Por un lado una organización lo apoyaba en viajes y torneos, incluso cuando Dreev tenía que viajar cientos de kilómetros para trabajar con Dvoretsky, quien al comenzar su labor de entrenamiento le prometió: “Te haré campeón mundial”, cosa que cumplió. Dreev era contratado periódicamente para dar simultaneas desde niño, y ya los 10 años ganaba más dinero que su padre trabajando como ingeniero metalúrgico. Pero luego, cuando estaba a punto de ser campeón juvenil de Europa, no le otorgaron permiso para mudarse a Moscú y trabajar más cercanamente con Dvoretsky. Luego, su apoyo ecónomico se fue para abajo por sorpresa, y ya no le permitieron jugar fuera de la URSS; se vió obligado para sobrevivir a entrar al ejército, donde no le dieron ningún privilegio y tuvo que pasar los trabajos de un soldado de línea. Antes de ser campeón juvenil de Europa , debido a inasistencias a la escuela a causa de los torneos internacionales, a punto estuvieron de ser sancionados sus padres por que Dreev no seguía bien sus estudios. Ya con el triunfo cambiaron mucho las autoridades con él, pero después, por un período de dos años parece ser que la KGB le tenía puesto el ojo y fue cuando no lo dejaron competir fuera de la URSS.
Lo que si se, es que su preparación en el ajedrez fue de excelencia, requirió mucho de sacrificarse viajando cientos de kilómetros para estudiar con los maestros de calidad, convencerlos, e inclusive compaginarlos.
Dreev comenta que la desventaja de los métodos de Dvoretsky es que no le dan importancia a las aperturas, lo que reconoce el mismo Dvoretsky, y que cuando un jugador llega a Maestro Internacional o más arriba, se hace ya importante trabajar duramente en ese aspecto, no antes; pero entonces hay que buscar un entrenador especialista en eso, por lo que necesito apoyarse en Filipenko, por la propia recomendación de Dvoretsky. Así que ya como GM, se va haciendo de un equipo de entrenadores. Así hizo Lazlo Polgar con sus hijas, les formó un equipo de entrenadores que trabajaban cada uno diversos aspectos del ajedrez. Un entrenador de aperturas, otro de Finales, otro de combinaciones, otro de juego posicional, etc.
Muchos pasaron a entrenar a las Polgar de una manera u otra. Desde Szabo, Benko e incluso alguna vez Fischer, jugaron con las talentosas Polgar.
Las notas de Filipenko tratan de una metodología para el estudio de las aperturas que aplicó con Dreev y otros grandes maestros y me parece muy adecuado para ser usado en cursos a distancia, ya que cada vez me solicitan que prepare a jugadores en aperturas. Mis cursos tienen mucha influencia soviética y de Dvoretsky, por lo que no doy mucho énfasis a las aperturas, sobre todo con jugadores de menos de 1900 de rating, pero siguiendo las recomendaciones de algunos entrenadores, el añadir la metodología de Filipenko puedo dar un apoyo significativo en aperturas también, sin demandar mucho del precioso tiempo que mis estudiantes dedican al ajedrez.
Normalmente cuando preparaba a un jugador para un evento internacional muy especial, si me dedicaba a trabajar en aperturas, pero en las otras situaciones, prefiero aprovechar el tiempo en hacer comprender el ajedrez y no mostrar variantes a ser memorizadas. Giplsis decía que antes de participar en eventos internacionales a la apertura había que dedicarle una quinta parte del tiempo, pero al pasar a nivel internacional había que dedicarle el 70% del tiempo. Filipenko esta de acuerdo y señala una metodología para hacerlo. Ya escribiré más sobre el tema.