De todos los misterios y leyendas que surgen de las lagunas
de información que hay en occidente de los métodos para jugar ajedrez de
excelencia que se crearon en la Unión Soviética en los años entre 1925 y 1992,
el que más me ha atraído es el de la leyenda de las 300 posiciones.
Todos quisiéramos encontrar la piedra filosofal que
convierte de simples practicantes del ajedrez en grandes maestros de
excelencia. Por eso es natural que uno desee creer que existe tal prodigio. Es
como un Santo Grial para los ajedrecistas.
Aún si saber exactamente qué significa eso de Santo Grial.
Algunos se pegan a un gran maestro pensando que si es ya
gran maestro es porque de alguna forma tiene acceso a un deseado secreto. Claro
que aprenden por cercanía muchas cosas útiles, pero como entre grandes maestros
hay muchos niveles, es de suponer que si tuvieran un secreto como ese, podrían
pasar alguna vez de grandes maestros, a super gran maestro.
Como en el ajedrez es fundamental la determinación y la
atención, el conocimiento sólo es un componente del éxito en ajedrez y a veces
es uno de los menores. Hay muchos avances en lo que toca a adquirir
conocimientos y pocos en lograr la atención y determinación constante.
Habituarse a ser atento y determinado cada momento en una partida es resultado
de un trabajo enorme que sólo puede lograrse con gran motivación, para no
decaer ante las continuas decepciones en el tablero. Esa perseverancia en el
propósito parece ser un don al alcance de muy pocos. Baste recordar aquellas
palabras que Shakespeare puso en los labios de su personaje Hamlet para ver lo difícil
que es mantenerse en pie ante los arrebatos de la fortuna. Ser o no ser, mantenerse
firme ante todo obstáculo parece ser la clave de todo logro humano. Hay tantas
epopeyas, tantos logros, que demuestran que el ser humano es capaz de
mantenerse firme ante las más duras adversidades.
Lo más importante del ajedrez para el ser humano es que es
sumamente frustrante y si uno logra mantenerse fiel a sus sueños, uno avanza
paso a paso, cuando podría hallar cientos de justificantes para rendirse.
La leyenda del Santo Grial es como el relato de que la búsqueda
de lo imposible es el fin primario del ser humano. Acercarse en algo,
aproximarse un poco a lo divino, cuando lo divino ya está realmente dentro de
uno.
El caso es que hay tantos testimonios de entrenadores sobre
el éxito de estudiar las 300 posiciones y luego lo del libro de Ziatdinov GM Ram,
que da esperanzas a muchos.
Ahora que si nos basamos en lo que escribió el GM Short
sobre su trabajo como entrenador y su experiencia como entrenado que apareció en
New in Chess en noviembre de 2011, que buena parte de esas 300 posiciones deben
ser de táctica y de finales, unas 250 y para apertura solo quedan 50, por lo
que yo pensé agregar 50 de aperturas básicamente.