2 feb 2014

Los viejos entrenadores de ajedrez y los sueños perdidos de las jóvenes promesas.




Quisiera escribir algo optimista, pero a mi pesar no puedo hacerlo.
Recientemente mi amigo Pablo Aguayo falleció y estaba revisando un programa de trabajo que, a petición suya, elaboré para una alumna de él, basándome en uno que originalmente me envió el Maestro Alexander Koblentz antes de morir.
No podía sino pensar en que al perder su entrenador, una niña que no conozco, perdió la oportunidad de ser apoyada en su sueño por un ser tan bondadoso y entusiasta como Aguayo. Y no pude sino pensar que Koblentz al salir de Riga en las complicaciones políticas tras la desaparición de la URSS, cuantas jóvenes promesas en Letonia perdieron la oportunidad de realizar sus sueños por falta de un entrenador tan magnífico como Koblentz.
Me escribía el viejo entrenador que se sentía frustrado pues las nuevas autoridades deportivas en Letonia no sólo lo desaprovecharon, sino incluso lo obstaculizaron, parecía ser vetado por algunos dirigentes nuevos que eran antisemitas.
Ya la escuela de Riga, con todo y Shirov y Sveshnikov no será lo mismo tras tantos que salieron por las ·”grillas” de los dirigentes políticos del deporte en Riga en esos aciagos años tras la desaparición de la URSS.
Estoy convencido de que la diferencia del destino de un deportista, tanto en ajedrez, como en otras disciplinas es si tuvieron la suerte de contar con un entrenador capacitado.
Trataba de animarme un poco, tras pensar cuantos entrenadores son “bloqueados” y se desperdicia toda una vida de vocación y trabajo de los viejos entrenadores. No pude sino pensar que yo mismo formo parte de ese grupo de entrenadores que por situaciones varias tenemos que vencer obstáculos constantes para poder dar clases.
En eso me dan la noticia de que un buen amigo, con quien no hace mucho compartí reflexiones similares a las anteriores, estaba mal de salud.
Uno pensaría que una estrella de entre los entrenadores a nivel mundial no estaría relegado, pero incluso ni él se salvaba.
Ahora lucha por la vida y no deja de ser lamentable que muy recientemente me dijera sentirse relegado.
El gran entrenador Jerzy Hausleber fue invitado a trabajar a México poco antes de los Juegos Olímpicos de 1968,  e inmediatamente tuvo logros como ayudar al sargento José Pedraza a conquistar la medalla de plata en los 20 kilómetros. En Montreal 1976, ayudó también a Daniel Bautista a ganar la presea de oro en esa misma prueba y lo mismo hizo con Ernesto Canto en Los Ángeles 1984. En Barcelona 1992, siguió dando éxitos a México al apoyar  a Carlos Mercenario a obtener la medalla de plata en los 50 kilómetros. Al mismo Raúl González, Hausleber aunque  no fue su entrenador al momento de ganar las dos preseas en Los Ángeles 1984, indudablemente tuvo parte de ello.
Hausleber, fue la clave de que  la caminata mexicana fuese la mejor del mundo en las décadas de los sesenta, setenta, ochenta y noventa. Los marchistas eran los únicos mexicanos que lograban medallas en esas épocas, junto con los clavadistas. La medalla de oro de Daniel Bautista en Montreal 1976 fue una de las dos preseas que consiguió México en dichos Juegos, y la plata de Carlos Mercenario en Barcelona 1992 fue lo único que de allá se trajeron.
Curiosamente me comentaba Jerzy que al principio trabajo entrenando esquiadores, pero se le reconoce como el innovador de los entrenamientos a gran altura, a 4,000m  como los que practicó en el Lago Titicaca de Bolivia, con la idea de que  un deportista produjera más glóbulos rojos. Este tipo de entrenamiento lograba que los atletas mexicanos llegaran a las competencias con mayor oxigenación y esto hacia la diferencia con  sus competidores. Fue algo de vanguardia que pronto se volvió estándar.
Hoy, en la CONADE está un deportista de verdad, un verdadero deportista en toda la extensión y que sabe, el valor de un entrenador de calidad . Me consta el aprecio de Mena por su entrenador . Pero el Profesor Hausleber sufrió el que en la administración pasada  lo olvidasen  en momentos críticos en que a pesar de su avanzada edad seguía trabajando, pero sin apoyo digno a su nivel, con la salud deteriorada y venciendo obstáculos que nos ponen a los viejos entrenadores cuando las dirigencias deportivas nos ven con ojos de “salidos del rebaño”. O como me auto nombro, “Con Mala Reputación”
Hausleber esta triste por tanta mala noticia en la marcha mexicana como la muerte de Noé Hernández y la prisión de Miguel Ángel Sánchez. Y cuando esperábamos que de alguna forma se le apoyara a Hausleber, la salud le falla de nuevo. Ya con más de 16 años con un marca paso, tenía que seguir trabajando duro para sacar adelante a su familia y estaba cansado de hacer tantas propuestas a los dirigentes de los dos sexenios anteriores, pero tenía esperanzas que en este lo escucharían.
En Rusia varios entrenadores de ajedrez que se ven relegados y que fueron mentores de grandes maestros ilustres, me ofrecían notas y apuntes personales por precios irrisorios y que como podía yo les pagaba la escaneada para no quitarles sus tesoros, pues ya la copia en PDF era suficiente y en si no perdían valor. Me preguntaban por la salud al oírme toser y uno, 30 años mayor que yo me decía:
“Es que si usted no llega a pasarlos en computadora, se perderá todo ese trabajo y en el futuro nadie se acordará. Tiene que subirlo a internet para que al menos en el recuerdo yo quede”…
Sisniega ,Aguayo, Magaña y otros muchos amigos, mucho menores que yo, se adelantaron, por eso no tome a mal la preocupación de mi nonagenario interlocutor.
De Hausleber los entrenadores de muchas disciplinas aprendimos mucho de él, incluso me ayudó en traducciones del ajedrez, pues aunque el ruso se parece al polaco, las pequeñas diferencias me torturaban. Muchos amigos del medio del deporte, hoy dirigimos nuestras plegarias para que siga adelante.