26 ago 2010

El uso de las computadoras en ajedrez. Parte I



Hace poco leí dos artículos escritos por dos grandes entrenadores. En uno de ellos, el GM Svetozar Gligoric afirma que el trabajo que para estudiar una variante y prepararla para un torneo costaba un mes , ahora, gracias a las computadoras se puede hacer en una semana y con el doble de aprovechamiento.
En otro artículo, Bruce Pandolfini de Nueva York a una pregunta de un lector de cómo analizar las propias partidas describe un proceso en que en uno de sus pasos es introducir una posición para que sea analizada por una computadora.
Realmente las computadoras ya están enseñoreadas de nuestra vida diaria. Hay quienes se atreven a afirmar que la prensa escrita y los libros impresos en papel son especies en extinción.
No concuerdo con Pandolfini y pienso que el análisis debe realizarlo uno sin computadora, no tanto por ser tradicionalista sino por aprovechar todo momento que podamos para entrenar nuestra mente, ya que creo en el desarrollo de la mente se puede realizar a cualquier edad y nunca será uno lo suficiente viejo para pensar y disfrutar del placer de hacerlo.
Por otra parte, estoy convencido de que el libro como tal no perecerá, pero la prensa en tabloide impreso evolucionará de tal manera que no se podrá hablar de que los periódicos como ahora los conocemos no se extinguirán.
Cada entrenador actual de ajedrez no puede soslayar la importancia que la computadora ha tenido y puede tener en el desarrollo de los grandes jugadores de esta época.
No hace muchos días leí una copia en PDF de un viajo diario de un ajedrecista habanero que estuvo cerca de Mikhail Ivanovich Chigorin cuando este disputo en Ciudad de La Habana un match con Steinitz. La descripción de la manera de prepararse del GM ruso para cada partida, los relatos de cómo lo hizo en su amado San Petersburgo antes de partir para La Habana y durante la travesía de cruce del Atlántico hasta el momento de contemplar la entrada a la bahía de uno de los puertos más hermosos de la época; me llamaron mucho la atención porque demostraban que cuando la Escuela Soviética se dice descendiente de Chigorin, en gran parte es cierto; pues muchos métodos de Chigorin parecen ser los inspiradores de los soviéticos, tanto como Tolstoi y Pushkin son los antecedentes de Pasternak e incluso de Evtushenko.
Gligoric relata como Fischer antes de su match de 1992 con Spassky, le pidió enfrentarse en un match de entrenamiento para ponerse un poco al día en las aperturas. El match se realizó, pero Gligoric seguramente no nos dará a conocer las partidas, como paso con Botvinnik y sus matches secretos de preparación.
Tanto Botvinnik como Fischer evitaban en lo posible jugar contra maestros débiles para no fomentar malos hábitos y querían enfrentarse a lo mejor para no perder las costumbres engendradas por la competencia con oposición de alto nivel.
Todos esos jugadores pudieran haberse beneficiado del uso de las computadoras, ya que esta les pudiera haber brindado enormes facilidades para ponerse al día en aperturas y para tener un oponente de calidad a la mano para entrenarse sin temor de que el enfrentamiento con oponentes débiles daña nuestros hábitos adquiridos al enfrentar lo mejor.
Pero como muchos pedagogos expresan con temor, una computadora mal empleada puede ser a un grado más alto más dañina que una computadora bien empleada puede ser benéfica.
Por eso los entrenadores estamos obligados a establecer las metodologías adecuadas para el uso de las computadoras en beneficio de los alumnos.
En un foro de discusión por Internet en que sólo pueden inscribirse entrenadores reconocidos, ya sea por la FIDE o por las federaciones de Rusia, Ucrania y Armenia; se proponen y discuten posiciones y procedimientos para ser usados en programas de entrenamiento auxiliados por computadoras. Continuamente se presentan no sólo engines sino aplicaciones específicas de su uso, estableciendo con precisión para que nivel y que tipo de jugador es más benéfico cada ejercicio o programa computacional.
El valor pedagógico de cada posición propuesta, se discute ampliamente y se da crónica de todo tipo de experimentos con software. Algunos francamente se ven extraños y mucho nuevo software parecen leves variantes de otros comerciales muy conocidos. Pero tomando en cuenta que todos los proponentes tienen años de experiencia como entrenadores y han sido certificados como tales por la FIDE o consejos académicos formados por entrenadores que son eminencias en el ajedrez, uno tiene que tomar en serio cada propuesta.
Por lo general el software es bautizado con nombres de héroes de la mitología griega y a veces es imprescindible descargarlos para ver bien a bien de que se trata y cual es la mejora sobre lo ya conocido.
Pero lo que me parece más valioso es la selección de posiciones a estudiar y el método o la intención de cómo emplearlas para entrenarse.
¿Hasta que medida es ético experimentar métodos de entrenamiento novedosos con un estudiante? Un experimento puede ser exitoso o puede ser un fracaso e incluso positivo, inocuo o negativo, y el estudiante puede beneficiarse o perjudicarse, en todo caso queda tan vulnerable como los cobayos ante las “genialidades” del experimentador. Uno debiera usar métodos probados y consolidados con los que garantice al estudiante que su esfuerzo y su tiempo, y muchas veces su dinero, se invertirán de la mejor manera posible. Pero si todo mundo utiliza siempre lo experimentado y probado, el progreso no es posible. Sólo puede lograrse al dar un paso osado, atrevido y aventurado hacia la innovación.
Hay que balancear, y en cada curso hacer un porcentaje de invenciones y de innovaciones y otro de métodos consolidados y ya avalados por amplia experiencia. Si según la Ley de Pareto el 20% produce el 80 % de los resultados, se me ocurre que en cada programa de entrenamiento ponga 20% de innovación y experimentación, pues el 20% consolidado me garantiza el 80% de beneficios y si en el 80% restante meto mi 20% de innovación, afectó una cuarta parte de lo obtenido por eso 80% “normalmente subaprovechado”, lo que quiere decir que puede afectar a un 5%, una cuarta parte, de lo producido por ese 80% mediatizado en resultados.
Y se pueden lograr descubrimientos muy interesantes. Esta proporción de innovación y experimentación ha sido recomendado por algunos especialistas en introducción de innovaciones tecnológicos y ya el GM Piotr Arseniovich Romanovsky lo mencionaba en artículos en la afamada revista “Ajedrez en la URSS”.
Así que también es una proporción a tomar en cuenta para innovar en el repertorio de aperturas propio: 20% cada año, lo que permitirá renovar todo el repertorio de aperturas cada 5 años.