13 may 2015

Diez años antes del match mundial de ajedrez Fischer vs Spassky, los rusos estaban preparándose al reto.




En 1962 Fischer no logró superar el Torneo de Candidatos al Campeonato Mundial y se vio derrotado por lo que el denomino un equipo soviético. Era imposible, según él, superar a Petrosian, Korchnoi , Tal, Keres y Geller; jugando en equipo. Decía que él tenía que jugar todas las partidas a morir, mientras que los soviéticos se daban sus “descansos” entre ellos. El hecho es que en 27 rondas, Petrosian, el ganador, hizo 17 y medio puntos, mientras Fischer logró 14.
Fischer hizo público reclamo, pues de los 8 jugadores del evento, 5 eran de un mismo país, lo que hacía en un sistema de liga (round robin) constituir una gran ventaja. La FIDE tuvo que reconocer la validez del argumento de Fischer y cambiaría el sistema para que el Torneo de Candidatos fuera por matches, no por torneo round robin y de los 8 competidores, nunca hubiera más de la mitad de un mismo país.
Pero en el Congreso de entrenadores de ajedrez de toda la URSS, realizado en noviembre de 1962, se establecieron bases importantes para que el ajedrez soviético diera un salto de calidad en todos sus niveles.
Las importantes y trascendentales medidas fueron compiladas por el GM Alatorsev en la memoria del congreso, y son ilustrativas de los cambios.
Primero se consideraba que los niños soviéticos había que cuidarlos de recibir instrucción por parte de personal no calificado, debiendo además cuidar de que los instructores siguiesen un sistema homogéneo de enseñanza con una serie de materias especificadas para cada categoría de ajedrez y nivel de edad, estructuradas con supervisión del consejo de entrenadores.
En lo que toca al cuidado sicológico y físico de cada niño, joven y adulto adscrito a la federación de ajedrez de la URSS, debía seguirse un plan derivado del examen inicial, cumpliendo las normas del GTO, o sea el examen de aptitud para el trabajo y la defensa que verificase la funcionalidad física y mental del competidor de ajedrez.
En los niveles de selección y preselección de ciudades, regiones, repúblicas y de la URSS, que abarcaban el registro de 12 000 ajedrecistas de los 4 millones afiliados a la Federación en 1962, los exámenes serían cada tres meses para tener un seguimiento de que se cumplían las recomendaciones surgidas de los exámenes físicos y mentales del GTO (una especie de Ponte al Cien que se usa en México, pero con las limitaciones de 1962, por lo que el de Ponte al Cien es muy superior en lo que toca a funcionalidad física, y sobre todo en previsión de problemas de salud en general, aunque falta a Ponte al Cien agregar el examen sicológico y mental que se usaba en la federación de ajedrez de la URSS en 1962).
Ya que muchos ajedrecistas occidentales tenían acceso a la información especial de ajedrez que se publicaba en la URSS, como la prensa internacional mencionaba de Fischer, como ávido lector de publicaciones de ajedrez de la URSS, se establecía que se limitara el envío al extranjero de publicaciones, siendo solo las revistas “Ajedrez en la URSS”, “Boletín de Ajedrez”, mensuales y órganos oficiales de la Federación de Ajedrez de la URSS, la revista “64” , semanal, y la quincenal “Ajedrez” de Riga, Letonia, las que tendrían venta por suscripción en otros países. Publicaciones como el Boletín del Club Central de la URSS, así como de diversas publicaciones menores y locales de las diversas ciudades de la URSS, no tendrían suscripciones al extranjero.
En lo que toca a los libros, solo se autorizaría un porcentaje limitado, nunca más del 10%, del tiraje de cada libro, la cantidad que se exportaría fuera de la URSS, pues la finalidad es que todo el esfuerzo editorial de la URSS en ajedrez fuese para satisfacer la demanda creciente de información de ajedrez de los jugadores de la URSS.
Aunque no se menciona ninguna prohibición en la exportación de los manuales de preparación de ajedrecistas de cada categoría en la URSS, la realidad es que muy pocos ejemplares se vendieron fuera de la URSS entre 1962 y 1990, prácticamente ni el 1 por mil del tiraje. Por eso los manuales de preparación de esos años son, aun hoy en día, prácticamente desconocidos fuera de la Europa Oriental y Cuba, o sea fuera de los países que fueron parte del llamado “bloque soviético”.
En Cuba se publicaba en español un extracto, normalmente con portada rosa, por lo que se llamaba “el libro rosa” en donde si bien no se incluían los contenidos si venían las tablas de materias, las horas de carga de cada tema, y la guía para dar clases a los jugadores de diversas categorías. Se publicó también una especie de “Kodex”· similar al soviético, cuando se trató en Cuba de implantar un rating a la criolla, el Sistema Promedial Cubano, que no tuvo mucho éxito y fue desechado, recurriendo a usar el Elo internacional.
Así como en 1925 se trató de establecer el mejor método para jugar mejor el ajedrez en base a los estudios realizados a los mejores jugadores del mundo que competían en el torneo Internacional de Moscú de 1925, y se adoptaron los modelos sugeridos por Capablanca, Carlos Torre y Emanuel Lasker, así se exhortó a revisar los métodos soviéticos tratando de aprovechar lo que Fischer aportaba al ajedrez.  Baste decir que en 1962, el ajedrez de Fischer aún les pareció a los entrenadores soviéticos lleno de lagunas y encontraron muchos defectos, pero en 1967, la opinión cambiaría radicalmente. Eso se discutiría en el congreso de entrenadores de la URSS de 1968…