18 feb 2013

Cursos y Seminarios de Ajedrez, jugadores e instructores, Bucaneros de Ajedrez.




La cantidad de material que se puede recopilar en la red de Internet crece geométricamente, sino logarítmicamente cada día. Varios gigas pueden bajarse en un día, si bien primordialmente en ruso e ingles, pues en castellano realmente es poco. Decenas de blogs y sitios webs en español presentan enlaces para descargar libros, pero generalmente se copian unos a otros y el mismo libro, y a veces el mismo enlace, aparece repetido en una docena o más de esos sitios. Pero dado que la producción editorial en castellano es muy pequeña comparada con las que se realizan en ruso o en inglés, nos encontramos que mucho material solo es accesible a quienes conozcan esos idiomas. Sin embargo el material en castellano es muy abundante y más que suficiente para que cualquiera realice un plan de superación en ajedrez que cambie su vida ajedrecística.
Es mucho más fácil estudiar ajedrez que hace 20 años, sin embargo en algunos países de Nuestra América vivimos un estancamiento generacional debido a falta de escuela, de “academización” de los jóvenes talentos, así como por falta de sistematizar la recuperación de los que tienen talento más que suficiente para la maestría y no tuvieron la oportunidad de desarrollarlo. O sea, no se atiende bien a tres grupos generacionales que son los pilares del desarrollo ajedrecístico de un país: los de entre 20 y 25 años, los de entre 25 y 40 años y los mayores de 40 años.
Claro que aunque parezca que a los menores de 20 años se les atiende, la realidad es que se lo hace bastante mal, lo que produce los problemas en los tres grupos mencionados.
Según las experiencias de la Unión Soviética y de dos docenas de países de lo que llamábamos el bloque socialista y que actualmente son los 30 países líderes del ajedrez mundial, todos los niños de entre 4 y 15 años deben conocer y practicar el ajedrez, luego de esa edad hay que separar a los estudiantes en dos grupos: ajedrez social y de desarrollo integral de la personalidad, en los que todos deben practicar ajedrez como un deporte formal pero sin que el objetivo principal sea la excelencia en competencias, sino la excelencia en ser competentes; que ocupen unas cuatro o cinco horas a la semana al ajedrez y otro grupo, forzosamente menor, con grandes ambiciones en competencias o en participar en actividades de ajedrez como organizador, entrenador o investigador, que dedican más de 20 horas a la semana en ajedrez.
Millones de niños deben participar en competencias de ajedrez, para su formación como personas, pero luego ya para dedicarse profesional o semi profesionalmente al ajedrez, un 5% debe tener una canalización ya muy especial con personal preparado específicamente.
Entonces un país como México, Perú, Venezuela o Colombia requieren de unos 3 mil instructores  de ajedrez para dar clases a grupos provenientes de planteles por zonas escolares y unos 40 mil profesores de educación básica y media básica capacitados para dar clases a los alumnos de cada plantel; así como unos 500 entrenadores y desarrolladores de ajedrez para los estudiantes a canalizar para ser ajedrecistas en un plan serio de vida.
Pero todo ese personal, que tiene diversos perfiles y requiere diversa preparación, debe estar apoyado por un proyecto profundo de “academización”·o de “profesionalización” si así quiere llamarse, como el que se desarrolló en la Unión Soviética de 1925 a 1950, pero que con los medios modernos puede tener una proyección más amplia y más rápida y, por supuesto, mucho menos costosa, de lo que fue en su tiempo en la URSS.
Como en todo problema u oportunidad, la clave está en la preparación y la capacitación, por ello mi tarea es diseñar y organizar cursos, con el material suficiente para apoyo del docente, planeo hacerlo presencialmente, via email y por sistemas de conferencias en línea a tiempo real combinados por email.
Eso lo pude iniciar hace años, pero como en todo las certificaciones oficiales son importantes, su gestión y tramitación ha sido el principal obstáculo y es por eso que hasta ahora se puede iniciar el sistema de capacitación.
Ha habido problemas hasta de demostrar registros de autor para que los envíos de mis CDs con mis clases se puedan realizar vías normales de correo, para verificar que no se vende piratería por correo, por lo que una media docena de envíos quedaron “presos” en oficinas de correos ¡por más de cuatro meses! Pero poco a poco he ido venciendo a la tramitología, a pesar de que pareciera que los creadores en mi país son perseguidos.
Entrevistas con especialistas de educación, de computo, de enseñanza a distancia, de contenidos, de medios, etc; no solo nacionales, sino internacionales,  ha sido necesario aguantarlas y hacer decenas de ejemplares de un paquete de justificaciones de más de 1000 cuartillas, persiguiendo apoyos oficiales o grants de fundaciones, o simplemente permisos para realizar algo que debiera ser obligación de autoridades. En esto he recibido finalmente apoyo de ONGs internacionales, por lo que a punto de tirar la toalla he seguido a pesar de que este esfuerzo a sido a costa de desarrollos personales o simple bienestar.
Convocaré oficialmente a los primeros cursos presenciales, con apoyos con material email para que cualquier persona en un breve viaje a la Ciudad de México pueda acceder a los cursos y con trabajo email pueda consolidar su desarrollo. No se trata solo de hacer cursos de 15 horas para repartir diplomas estilo FIDE y luego mandar al instructor desarmado y sin cuidar que su trabajo tenga calidad y cuente con los recursos didácticos adecuados y suficientes. Lo que se trata es preparar bien, dotar bien de elementos al instructor, hacerlo socio de un sistema, no solo usuario o cliente. Crear una verdadera red de desarrollo del ajedrez.
Sobre Bucanero la idea es hacerlo instrumento de divulgación y apoyo, con la idea de doble edición, una gratuita y una especial con todo lo mejor que se capte en la red en idioma inglés o ruso y pasado al castellano, con suscripción que permita dar continuidad y no esos grandes espacios entre publicación y publicación. Una red de información.
Si le interesa participar en esos proyectos, escríbame.