Ya con el título de Gran Maestro Internacional, Manuel León Hoyos entró a la historia del ajedrez, comenzando una nueva era en que el ajedrez mexicano no verá hacia el pasado, sino hacia el futuro.
Ahora lo que sigue son nuevas metas, superar ampliamente la carrera de su coterráneo, pues a Manuel le sobra talento y deseos para dejar muy atrás a la leyenda. Aunque nunca dejará de significar para el ajedrez mexicano el sol de la gloria de un Carlos Torre Repetto, el horizonte que se presenta con la figura de Manuel León Hoyos es más estimulante a ser emulado. Ya no será una figura trágica el faro del ajedrez mexicano, ahora será una personalidad con futuro y brillante.
En los últimos meses he podido hacer una crónica continua del camino de Manuel León Hoyos hacia su título de Gran Maestro, publicando más de 100 partidas en este blog. Ha sido para mi un honor y una espléndida satisfacción.
En especial me agrada saber que mi muy buen amigo el Dr. Héctor León Pimentel disfruta más que nadie el triunfo de su hijo, pues ha significado sacrificios y desvelos, pero que nada parecen ahora cuando Manuel León Hoyos logra este triunfo producto de su trabajo personal y del apoyo de su familia.
El triunfo tiene muchos padres, pero el de Manuel, dos muy claros: Doña Martha y Don Héctor. A ambos un abrazo fraterno.
Ahora lo que sigue son nuevas metas, superar ampliamente la carrera de su coterráneo, pues a Manuel le sobra talento y deseos para dejar muy atrás a la leyenda. Aunque nunca dejará de significar para el ajedrez mexicano el sol de la gloria de un Carlos Torre Repetto, el horizonte que se presenta con la figura de Manuel León Hoyos es más estimulante a ser emulado. Ya no será una figura trágica el faro del ajedrez mexicano, ahora será una personalidad con futuro y brillante.
En los últimos meses he podido hacer una crónica continua del camino de Manuel León Hoyos hacia su título de Gran Maestro, publicando más de 100 partidas en este blog. Ha sido para mi un honor y una espléndida satisfacción.
En especial me agrada saber que mi muy buen amigo el Dr. Héctor León Pimentel disfruta más que nadie el triunfo de su hijo, pues ha significado sacrificios y desvelos, pero que nada parecen ahora cuando Manuel León Hoyos logra este triunfo producto de su trabajo personal y del apoyo de su familia.
El triunfo tiene muchos padres, pero el de Manuel, dos muy claros: Doña Martha y Don Héctor. A ambos un abrazo fraterno.