11 jun 2009

El Ajedrez en la Unión Soviética, breve panorama.

En 1991 desaparece la URSS como país, pero la influencia de sus escuelas de ajedrez sgue pesando tanto 18 años después que no se puede hablar de la enseñanza del ajedrez sin el referente de cómo se creo, como se hizo y como evolucionó la educación ajedrecística en la Unión Soviética.
Si hablamos del ajedrez en el nivel nacional e internacional, más bien que en términos de individuos, el episodio más importante en la historia del Ajedrez fue, casi inevitablemente, la subida y la caída del Imperio del ajedrez soviético.
Rusia desde el siglo XVIII tenía una sociedad elitista que practicaba el ajedrez con cierta dedicación y respeto.
Entre los poco más de 70 millones de habitantes de todas las Rusias, quizás un par de miles practicaban asiduamente el ajedrez, y un par de centenares lo hacían en clubes y torneos en el siglo XIX. No obstante varios miles más lo practicaban en casa.
La revista creada por el gran maestro Mikhail Ivanovich Chigorin, de apenas 300 ejemplares, apenas se sostenía con la venta de dos terceras partes de su tiraje. Tal vez no pasaran de 150 personas las que tenían algún libro de ajedrez, pero sin embargo surgieron una veintena de jugadores rusos que jugaban a un nivel magistral internacional muy aceptable.
Ya para inicios del siglo XX, gracias a los esfuerzos de Chigorin y otros, ya unos quinientos jugadores eran verdaderos aficionados a la práctica organizada del ajedrez y medio centenar podían competir con los mejores maestros de otro país europeo. Pero Rusia ni con mucho se acercaba al nivel del ajedrez alemán o austro húngaro. Al colapso de la sociedad zarista, en 1917, todo cambia en todas las Rusias.
A partir de inicios muy pobres después de la Revolución Comunista de 1917, el ajedrez es organizado por el estado en la Unión de República Socialistas soviéticas (la URSS) y subitamente hizo un progreso muy rápido en los años 1920 y años 30, conduciendo a décadas del dominio mundial por sus jugadores después de la Segunda Guerra Mundial. Mientras que el llamado "ajedrez soviético" en sí se termina con la disolución política de la URSS en 1991, su impacto sigue hoy y probablemente lo va ser a durante años. Las escuelas de Moscú y San Petersburgo en Rusia y las de Kiev, Odessa y Lvov en Ucrania se mantienen entre las líderes del mundo, pero las escuelas de países anteriormente pertenecientes a la URSS, principalmente Armenia, Georgia y Azerbaizhan disputan con éxito a las rusas y ucranianas. Incluso China ha surgido como una potencia mundial del ajedrez gracias al impulso inicial de los entrenadores exsoviéticos.
Por eso es importante para cualquier entrenador o jugador tener conocimiento, aunque sea superficial, sobre lo que fue el ajedrez en la URSS.
Intentar nada menos que un recuento detallado del ajedrez sobre la historia entera de 75 años de ajedrez en la Unión Soviética: los jugadores, organizadores, administradores, teóricos y compositores, y los acontecimientos sociales, económicos, políticos y militares principales que los afectaron, es tarea imposible de acometer en un artículo, o en una serie de ellos, pero de alguna manera intente realizarla en “Secretos de la Escuela Soviética de Ajedrez”, libro que continuamente se ve modificado conforme vuelvo a editarlo en los pequeños tirajes que el esfuerzo personal y solitario pueden realizar.
¿Cómo surgió el fenómeno de la práctica organizada masiva del ajedrez en la URSS y luego su elevación de calidad hasta un máximo desempeño?
¿Cómo logró una nación con niveles relativamente bajos de alfabetismo y educación, con escuelas que "acentuaron la memoria y la conformidad," y un sistema económico que "desalentó la empresa y ... no podía hacer un par decente de zapatos,", como decían sus críticos, una nación horrendamente devastada por dos guerras mundiales y sus propias agitaciones políticas internas, logra producir "la máquina de deportes más eficiente que el mundo ha visto".
La historia comienza realmente a finales de 1918, cuando la vida cultural rusa de la sociedad zarista había sido casi extinguida por la Gran guerra y la revolución. En 1918 la guerra civil aún está en su apogeo, Lev Trotsky (Leo Davidovich Bronstein), apenas está organizado un verdader ejército rojo y Nicolas Lenin (Vladimir Ilich Ulianov) conduce un país que va desde Europa al Extremo Oriente, prácticamente invadido por ejércitos intervencionistas de Estados Unidos, Japón y Gran Bretaña, con puertos bloqueados por las poderosas escuadras de las potencias capitlaistas, con ejércitos de los contrarrevolucionarios de Kolchak asesidiando el centro del país y una Legíon checa cruzando toda la Siberia esperando reembarcarse en el Pacífico para reintegrarse a Checoeslovaquia y buscar su independencia del derrotado Imperio de los Hapsburgo de Austría Hungría. Miles de rusos, ahora soviéticos, mueren de hambre y de tifo cada semana.
En esa situación caótica, el ajedrez organizado es devuelto a la vida por los esfuerzos de Alexander Ilyin-Genevsky, (Genevisky es un nombre adoptado en recuerdo a su exilio en Geneve o Ginebra suiza donde se refugiaba durante la lucha clandestina de los rusos comunistas por el poder. Genevsky era hermano de otra figura legendaria de la Revolución de Octubre, Raskolnikov, cuyo nombre fue tomado a su vez del famoso personaje de “Crimen y Castigo” de Dostoyevsky) y por Nikolai Krylenko políticamente poderoso y despiadado, que asegura el apoyo del gobierno y del Partido Comunista de la Unión Soviética al ajedrez, y persigue los objetivos paralelos de la popularización de masas ("Llevar el Ajedrez a los Trabajadores!") y el ajedrez de gran desempeño es decir de un nivel de grandes maestros del circuito internacional.
A mediados de los años 1930 se puede decir que la mitad de los ajedrecistas que practican el ajedrez de manera organizada en el mundo son ciudadanos soviéticos, y de esta fuente enorme el talento del más alto nivel aparece. También en esos años se logran grandes avances en las técnicas de enseñanza gracias a los esfuerzos y estudios de psicólogos y pedagogos como Vigotski, Luria y Leontiev.
No sólo hay muchos ajedrecistas en la URSS, si no se ponen a su disposición las mejores técnicas de aprendizaje del mundo y surgen pedagogos de ajedrez de alta especialización como Romanovsky, Rabinovich, Levenfish, que además de ser grandes jugadores prácticos, son capacitados por los mejores especialistas en psicología educativa para que construyan un sistema de enseñanza de ajedrez de máximo desempeño.
El contacto con los círculos de ajedrez Occidentales es restablecido con los torneos internacionales de Moscú de 1925, 1935 y 1936, donde son invitados el campeón mundial Capablanca y el excampeón mundial Lasker, así como los mejores veinte jugadores occidentales, como el campeón eterno de Estados Unidos Frank J. Marshall y el mexicano Carlos Torre Repetto, el mejor jugador de América de la época después de Capablanca. Solo Alekhine, que se exilia de la URSS y adopta la nacionalidad francesa es ajeno a esos magnos eventos; pero excepto unos cuantos como Botvinnik y Bogoljubov, que dura soviético un par de años, los maestros soviéticos permanecen poco conocidos en el Oeste. Ellos, como el resto de la población, sufren enormemente durante la Segunda Guerra Mundial, donde prácticamente la mitad de los más destacados perece en la lucha contra el facismo.
Pero inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, aparece la máquina de ajedrez soviética hasta ese momento desconocida en la escena mundial, y gana todos los eventos internacionales de ajedrez, desde Olimpíadas por equipos a campeonatos mundiales individuales masculinos y femeninos.
Este dominio se prolongará durante décadas. Sólo será brevemente roto por Fischer en 1972, pero luego se reafirma, aunque gradualmente se disminuye, aunque una concentración de recursos detrás de campeones mundiales Karpov y Kasparov algo esconda la erosión.
Ya a finales de los ochenta, la máquina que antes funcionaba suavemente comienza a estropearse con el aumento de la inestabilidad política y el crecintimiento del resentimiento anunciado desde finales de los 70s con la salida de la URSS para vivir en otros países, de las grandes figuras de Boris Spassky y Victor Korchnoi, que sale de Leningrado prometiendo no regresar hasta que se vuelva a llamar San Petersburgo.
Ya para 1998, esas dos figuras se volverán a reunir entre los amados canales de San Petersburgo a la vista de la fortaleza de San Pedro y San Pablo.
Bajo la glasnost (transparencia) de Gorbachev los grandes maestros soviéticos comprenden que la máquina política que los ha apoyado también los ha limitado y ha explotado. Después de la disolución de la URSS en 1991 la institución centralizada llamada "ajedrez soviético" deja de existir, pero sus efectos siguen hasta hoy.
Hay muchos relatos que aunque no dejan de ser más fuente de anécdota que de historia, pero que dan una idea del interior del ajedrez soviético y nos permiten una visión más amena del tema.
Frases como las que Krylenko dijo durante la etapa de la labor titánica del gobierno soviético para llevar a las Rusias del feudalismo a la URSS hacia la industrialización son muy ilustrativas: “nosotros debemos organizar brigadas de choque de ajedrecistas y comenzar inmediatamente un plan de cinco años para el ajedrez”.
Este era el plan de Krylenko de vender el ajedrez al gobierno como una forma ideológicamente segura de la relajación ... para los soviéticos gobernantes “El ajedrez es una ilustración animosa de la dialéctica... una expresión de los Modos marxistas de pensamiento.'
El alma del movimiento masivo del ajedrez en la Unión Soviética eran los clubes de trabajadores y de los sindicatos.
Los sindicatos reforzaron el ajedrez de masas.
Antes de los años 1930 cada profsoyuz (asociación comercial o sindicato), tenía un equipo con 28 jugadores certificados y registrados.. Los matches de 100 tableros entre las universidades principales y los institutos científicos comenzaron en esa época.
Los trabajadores de la industria automovilística de Likachov de Moscú tenían clubes de 26 deportes diferentes, pero el club de ajedrez ya era el más grande.
El GM Yurí Averbach, quien fuese en una época Presidente de la Federación de Ajedrez de la Unión Soviética recientemente ha dicho que la verdadera razón de la decadencia soviética en la etapa de 1972, en que Fischer se convirtió en Campeón mundial, tuvo sus raíces a finales de los años 1950 y a principios de los años 1960, reciente el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los jugadores nacidos como Spassky (1937) y antes de Karpov (1951) crecieron profundamente afectados por la guerra... Lo que a los vlasti (autoridades políticas), le infundían pánico era•”una generación ausente” que habría alcanzado su máximo nivel a finales de los años 1960.
Los jugadores más astutos y mejor adaptados al sistema, como Botvinnik, Petrosian, Smyslov y otros usan blat (el arte de la retribución) y su sviazi (sus relaciones) con el vlasti para avanzar sus carreras.
En todas partes se puede observar a la unión entre ajedrez y política en la URSS. Averbach relata en un ilustrativo la persecución extraña de compositores de problemas durante el terror de los finales de los años 1930, hay muchos artículos sobre como Botvinnik logró viajar a Holanda al ejercer su telefonnoye pravo (derecho a llamar por teléfono a sus contactos en el gobierno). La capacidad de llamar a un funcionario superior para pedir un favor. Conocer a la gente correcta o sólo saber su número de teléfono era un poder enorme en una nación donde las guías telefónicas públicas eran prácticamente desconocidas.
Los entresijos, los mares de la nomenklatura (la estructura jerárquica) de la URSS se repiten en muchos países, incluso capitalistas, en las federaciones de ajedrez actuales. Se puede aprender mucho sobre las complicaciones "de la navegación por la jerarquía soviética bizantina," y sobre la corrupción en el sistema, tanto en el nivel principal como pequeño.
Se puede aprender de como jugadores soviéticos que recibieron boletos de línea aérea gratis eran obligados a cambiarlos por tarifas más baratas de modo que los burócratas pudieran meter en el bolsillo la diferencia. También se puede aprender de los rencores y rivalidades (por ejemplo la de Botvinnik contra Veinstein, y la guerrita que libraba Korchnoi contra Petrosian y esposa, máxime que se dijo que Petrosian era el hombre más rico de la URSS en un época), una lucha cuerpo a cuerpo constante detrás lo que la propaganda soviética trató de retratar como una estructura monolítica.
No todo fue abundancia entre los maestros soviéticos. Una queja principal durante el primer Campeonato soviético en 1920 era la comida. Alexander Sergeyev decía que era como las raciones del Ejército Rojas en su peor época de penuria.
El primer platillo era por lo general la sopa de cabeza de arenque. El segundo, las colas del arenque. “Pero la parte media del arenque nunca tuvimos éxito en conocerlo” escribió Levenfish en sus memorias.
Todavía me acuerdo cuando en el Nacional Cerrado en Tepic, nos sirvieron camarones que era imposible quitarles la cubierta. Decían que eran Camarones a la Diabla. Escondrillas les contestaba, “Cómanse Piña a la Diabla”
Algunos jugadores no tenían problemas.
"Además de ajedrez, cerveza, y beca, Bogolyubov no tenía ningún interes, y Panov dijo que él vivía la vida cómoda de un “hámster bien alimentado."
A Krylenko le nació el deseo de hacer el torneo internacional de ajedrez de Moscú 1935 en el mejor museo, con las rondas realizadas en los pasillos embellecidos por Rubens y Rembrandts, lo que añadiría un sabor único. Pero el director de museo estaba horrorizado por tal "profanación" de la catedral de arte. Al principio decía que eso sólo pasaría. sobre su cadáver, hasta que se dio cuenta que esa era una condición que Krylenko podría haber satisfecho con cierta facilidad y Tal vez con gusto.
Cuando hay intereses que se combinan con la naturaleza humana y hay apoyo gubernamental al ajedrez, lo que quiere decir que federativos manejan dinero oficial abundante, siempre hay terreno fértil para que algunos vivales saquen provechos inmerecidos y algunos jugadores fuertes traten de sacar favores en combinación con los dirigentes. En la URSS también pasaban “cosas”.
Muchos casos son conocidos, a través de artículos y libros escritos por críticos al sistema, de colusión y otras formas de trampas, la depresión de recompensas financieras para jugadores no soviéticos creados por las políticas soviéticas, las maquinaciones políticas escondidas, etc. El que grandes maestros soviéticos de renombre no cobraran por participar en eventos, ya que no lo necesitaban hacer por los estipendios, que por diversas vías, les hacían llegar de dinero gubernamental, perjudicaba a los grandes maestros occidentales que no tenían apoyo de su gobierno y vivían de su trabajo personal.
Por supuesto que abundan cuestiones sobre la veracidad de los escándalos principales sobre trampas de los soviéticos que se contaban en círculos Occidentales (por ejemplo, la coacción posible sobre Keres y Bronstein, los “arreglos” en 1962 en Curazao que señalaba Fischer con índice flamígero, etc.) ya han tratado de ser documentadas con la apertura de los archivos secretos de la URSS al desaparecer el estado soviético.
Hay algunas cosas que no se han podido establecer y que sería de los más interesante hacer. Por ejemplo, hacia los años de 1917 al 1919, cuando el Partido Comunista desalentó o al menos desdeñó el ajedrez; como fue que Ilyin-Genevsky venció este obstáculo.
Afortunadamente se tiene la documentación de sus programas de estudio, los iníciales de Romanvsky y los de Goloshnisev después de los años 70, así como toda la bibliografía que se elaboró a partir de 1920; pero es casi imposible tener todo el diario de debates de los Congresos de entrenadores entre 1920 al 1945, y sólo de manera parcial tenemos lo más notable de los congresos entre 1947 y 1975; que es suficiente para calcular lo valioso que sería tener todo ese material.
Los trabajos publicados de Vasily Panov, Alatorzev, Kan y Sergei Grodzensky son en particular prominentes para ilustrar como se fue desarrollando y creciendo el sistema de enseñanza del ajedrez de la Unión Soviética.
Isaac Linder, Iacov Damsky y sobre todo Mikhail Kogan, un historiador importante de ajedrez ruso y soviético, cuyos trabajos son importantísimos pero desconocidos prácticamente fuera de la URSS (por ejemplo: la “Historia del Juego de Ajedrez en Rusia” (1927), “Notas Cortas en la Historia del Ajedrez” (1931), “Notas en la Historia del Ajedrez en Rusia” (1937)) son los cronistas gracias a los que se puede establecer el hilo histórico del ajedrez soviético.
Una fuente básica, que tengo como libro de cabecera cuando quiero analizar el fenómeno del ajedrez soviético es el del historiador británico David J. Richard, “El Ajedrez soviético, estudio de una cultura de Ajedrez y Comunismo en la URSS (Prensa de Universidad de Oxford, 1965).
Pero lo importante es contestar una cuestión:
¿Qué hizo el ajedrez soviético?
Gracias a los grandes científicos soviéticos de la Psicología y la Pedagogía, coordinados con los eruditos y los grandes jugadores de ajedrez se habían descubierto métodos de pensar en el ajedrez que parece no existían en ninguna otra parte.
Kotov hace una descripción más o menos panóramica de tales métodos en sus libros “Maestros del Ajedrez Ruso”, con Mikhail Yudovich Jr, y el de “Entrene como un Gran Maestro”. Claro que si una sociedad estima y apoya el ajedrez, el talento tiene terreno fértil para desarrollarse. Además la disciplina y reglamentación impuesta por el sistema soviético fue una espuela importante como factor.
Richards, en el libro citado afirma que realmente había métodos soviéticos característicos del pensamiento de ajedrez y habla de ellos con mucho detalle. Parece raro que Richards, que no es un jugador gran nivel, haya explicado con mayor claridad y con más fundamentos esta parte importante del ajedrez soviético que muchos grandes maestros internacionales occidentales que han escrito sobre el tema.
Mucho habrá que escribir sobre el tema, ya que los modelos de escuelas de ajedrez soviéticas son los modelos más exitosos y por ende los que deben ser tomados en cuenta, si no copiados, por cualquier federación que quiera crear una escuela de máximo desempeño además de promoción masiva.
El paso de las escuelas soviéticas a las actuales en los países que antaño formaban la URSS es también de lo más interesante e instructivo. De ello se escribirá.