Mucho se habla de los beneficios
de la práctica del ajedrez, de cómo puede ayudar a que la constante toma de
decisiones forme a un joven y lo haga una persona competente, e incluso hay
evidencias científicas y clínicas de las muchas maneras en que ayuda a la salud
física de una persona.
Un viejo entrenador soviético,
Modell, describía al ajedrez comparándolo con el ajo. “Tiene tantas virtudes para
el ser humano, pero mal usado, puede ser un veneno”. Este maestro, que dedicó
toda su vida al ajedrez, sugería que los libros de ajedrez debían tener un
anuncio preventivo muy similar a los que ahora se ponen en las cajetillas de
cigarrillos: El consumo de este producto puede ser muy dañino para su salud.
Cuando Modell discutía con sus
colegas de toda la Unión Soviética la manera de enseñar y promover al ajedrez,
argumentaba que si esto se hacía de manera inadecuada podría hacer un daño
terrible a la sociedad.
Ahora que poco a poco diferentes dirigentes
nacionales reconocen la importancia de fomentar la práctica organizada del
ajedrez en sus países, vemos en las diversas experiencias la verdad del peligro
que advertía Modell.
Simón Bolívar fue el
primero en señalar que el ajedrez debía enseñarse en las escuelas, en un
artículo publicado en 1825. No se si tenía esta referencia, José Raúl Capablanca,
el famoso Campeón Mundial, cuando escribió
en sus conferencias para la radio, tituladas Últimas Lecciones, que el ajedrez
debía formar parte del programa escolar en todos los países. “El ajedrez tiene
que ser masivo”, dijo además en una ocasión el famoso Ernesto Che Guevara y él
mismo encabezó en Cuba un movimiento que
abarco a la mitad de la población en solo cuatro años.
Es aceptado por la comunidad educativa en general, y así se expresa en
muchos textos y de diversas maneras, como la siguiente: “que en la escuela el ajedrez resulta un
instrumento incomparable para trabajar en lo que los maestros llaman aprender a
aprender, desarrollando aptitudes y talento para el autoaprendizaje a partir
del desarrollo de las siguientes habilidades:
- Control de la atención y la concentración (autodisciplina).
- Aplicación de un razonamiento lógico en combinación con la intuición y
la imaginación.
- Discriminar la información seleccionando lo esencial y necesario para
la solución de un problema. .
- Organización y conocimiento del pensamiento propio para la solución de
los problemas (metacognición).
- Toma de decisiones en situaciones complejas y variables.
En síntesis, el ajedrez promueve excelentemente el logro de la
independencia cognoscitiva, que se manifiesta en una adecuada representación
del problema y en un proceso mental activo en la búsqueda de las soluciones y
en su comprobación.
Ahora que llegamos a la mitad de la segunda década del siglo XXI, parece
correr como epidemia la inquietud de hacer reformas a los sistemas educativos
de las sociedades de todo el mundo. En la despiadada lucha por los mercados,
los grandes capitales buscan que las poblaciones les brinden trabajadores mas
competitivos, no necesariamente mas competentes, que puedan brindarles mas
ganancias. Han reconocido que el principal capital es el humano y que el
capital que ya poseen se puede aumentar si saben manejar el como sacarle más
jugo al capital humano que pueden adquirir.
En ese afán diseñan y emplean todo tipo de triquiñuelas, pues aunque
necesitan seres pensantes no los desean tanto que puedan reclamar sus derechos
y terminen deseando tener lo que los grandes capitalistas. Quieren formar
subordinados productivos, no competidores potenciales.
El caso es que, en la búsqueda continua de herramientas para lograr sus
fines, han dado con el ajedrez, como lo hicieron varios líderes de luchas
sociales de las revoluciones del siglo XX, y desean ahora los grandes
capitalistas invertir en la práctica organizada del ajedrez y van creando un
mercado muy especial que algunos aficionados al ajedrez que tienen cierta
formación empresarial han hecho su modo de vida.
De alguna manera algunos ajedrecistas de talentos y preparación diversa,
tenían una vocación y atracción por el ajedrez, pero no dieron con la manera
adecuada de progresar en la calidad competitiva, o si lo lograron, no obtenían,
jugando, los beneficios económicos a que aspiraban, y vieron en la organización
y en la mercadotecnia del ajedrez un nicho no muy disputado, factible de
explotar dentro de sus alcances personales.
Habían logrado cierto éxito en ello cuando se aparece esta “epidemia”
neo liberal de capacitación deliberada y específicamente orientada de las masas
trabajadoras con fines de mayor producción y, al mismo tiempo, susceptibilidad
a su conducción, y, aprovechando ser los antiguos en el negocio, desean tener
la tajada principal de las inversiones de los grandes capitalistas.
Pero han surgido maneras no muy adecuadas de promoción del ajedrez, pues
al querer recompensas rápidas rompen la regla de que en ajedrez las recompensas
reales son a largo plazo. Si quieres ganar una partida en pocas jugadas, es más
factible que pierdas, pero si aspiras a una victoria como premio a una labor
esforzada, cuidadosa, dando tiempo al tiempo, con perseverancia, tenacidad y
paciencia extrema, tu triunfo será posible. Es la fórmula del actual campeón
del Mundo Magnus Carlsen.
La recompensa inmediata hipoteca el futuro. Es la enseñanza principal
del ajedrez. Si lo quieres fácil y rápido no lo tendrás. Paciencia para que se
te dé.
Hay muchas maneras de aprovechar al ajedrez, pero ya lo dijo Modell, si
no se lleva la práctica del ajedrez de manera adecuada, puede ser muy dañino
para la salud…