7 mar 2014

El Ajedrez puede ser dañino para su salud, pero… Parte 1.




Mucho se habla de los beneficios de la práctica del ajedrez, de cómo puede ayudar a que la constante toma de decisiones forme a un joven y lo haga una persona competente, e incluso hay evidencias científicas y clínicas de las muchas maneras en que ayuda a la salud física de una persona.
Un viejo entrenador soviético, Modell, describía al ajedrez comparándolo con el ajo. “Tiene tantas virtudes para el ser humano, pero mal usado, puede ser un veneno”. Este maestro, que dedicó toda su vida al ajedrez, sugería que los libros de ajedrez debían tener un anuncio preventivo muy similar a los que ahora se ponen en las cajetillas de cigarrillos: El consumo de este producto puede ser muy dañino para su salud.
Cuando Modell discutía con sus colegas de toda la Unión Soviética la manera de enseñar y promover al ajedrez, argumentaba que si esto se hacía de manera inadecuada podría hacer un daño terrible a la sociedad.
Ahora que poco a poco diferentes dirigentes nacionales reconocen la importancia de fomentar la práctica organizada del ajedrez en sus países, vemos en las diversas experiencias la verdad del peligro que advertía Modell.
Simón Bolívar fue el primero en señalar que el ajedrez debía enseñarse en las escuelas, en un artículo publicado en 1825. No se si tenía esta referencia, José Raúl Capablanca, el famoso Campeón Mundial,  cuando escribió en sus conferencias para la radio, tituladas Últimas Lecciones, que el ajedrez debía formar parte del programa escolar en todos los países. “El ajedrez tiene que ser masivo”, dijo además en una ocasión el famoso Ernesto Che Guevara y él mismo  encabezó en Cuba un movimiento que abarco a la mitad de la población en solo cuatro años.
Es aceptado por la comunidad educativa en general, y así se expresa en muchos textos y de diversas maneras, como la siguiente:  “que en la escuela el ajedrez resulta un instrumento incomparable para trabajar en lo que los maestros llaman aprender a aprender, desarrollando aptitudes y talento para el autoaprendizaje a partir del desarrollo de las siguientes habilidades:
- Control de la atención y la concentración (autodisciplina).
- Aplicación de un razonamiento lógico en combinación con la intuición y la imaginación.
- Discriminar la información seleccionando lo esencial y necesario para la solución de un problema. .
- Organización y conocimiento del pensamiento propio para la solución de los problemas (metacognición).
- Toma de decisiones en situaciones complejas y variables.
En síntesis, el ajedrez promueve excelentemente el logro de la independencia cognoscitiva, que se manifiesta en una adecuada representación del problema y en un proceso mental activo en la búsqueda de las soluciones y en su comprobación.
Ahora que llegamos a la mitad de la segunda década del siglo XXI, parece correr como epidemia la inquietud de hacer reformas a los sistemas educativos de las sociedades de todo el mundo. En la despiadada lucha por los mercados, los grandes capitales buscan que las poblaciones les brinden trabajadores mas competitivos, no necesariamente mas competentes, que puedan brindarles mas ganancias. Han reconocido que el principal capital es el humano y que el capital que ya poseen se puede aumentar si saben manejar el como sacarle más jugo al capital humano que pueden adquirir.
En ese afán diseñan y emplean todo tipo de triquiñuelas, pues aunque necesitan seres pensantes no los desean tanto que puedan reclamar sus derechos y terminen deseando tener lo que los grandes capitalistas. Quieren formar subordinados productivos, no competidores potenciales.
El caso es que, en la búsqueda continua de herramientas para lograr sus fines, han dado con el ajedrez, como lo hicieron varios líderes de luchas sociales de las revoluciones del siglo XX, y desean ahora los grandes capitalistas invertir en la práctica organizada del ajedrez y van creando un mercado muy especial que algunos aficionados al ajedrez que tienen cierta formación empresarial han hecho su modo de vida.
De alguna manera algunos ajedrecistas de talentos y preparación diversa, tenían una vocación y atracción por el ajedrez, pero no dieron con la manera adecuada de progresar en la calidad competitiva, o si lo lograron, no obtenían, jugando, los beneficios económicos a que aspiraban, y vieron en la organización y en la mercadotecnia del ajedrez un nicho no muy disputado, factible de explotar dentro de sus alcances personales.
Habían logrado cierto éxito en ello cuando se aparece esta “epidemia” neo liberal de capacitación deliberada y específicamente orientada de las masas trabajadoras con fines de mayor producción y, al mismo tiempo, susceptibilidad a su conducción, y, aprovechando ser los antiguos en el negocio, desean tener la tajada principal de las inversiones de los grandes capitalistas.
Pero han surgido maneras no muy adecuadas de promoción del ajedrez, pues al querer recompensas rápidas rompen la regla de que en ajedrez las recompensas reales son a largo plazo. Si quieres ganar una partida en pocas jugadas, es más factible que pierdas, pero si aspiras a una victoria como premio a una labor esforzada, cuidadosa, dando tiempo al tiempo, con perseverancia, tenacidad y paciencia extrema, tu triunfo será posible. Es la fórmula del actual campeón del Mundo Magnus Carlsen.
La recompensa inmediata hipoteca el futuro. Es la enseñanza principal del ajedrez. Si lo quieres fácil y rápido no lo tendrás. Paciencia para que se te dé.
Hay muchas maneras de aprovechar al ajedrez, pero ya lo dijo Modell, si no se lleva la práctica del ajedrez de manera adecuada, puede ser muy dañino para la salud…