16 feb 2015

El Blitz y el ajedrez, ¿se aprende de manera diferente? ¿Puede no ser dañino?




Tan pronto escribí sobre el blitz y ajedrez, tuve varias solicitudes del cuaderno sobre el tema, 14 lo adquirieron para ser exacto,  y pidieron tres personas por email que les diera un curso para blitz  y otros dos para clases presenciales sobre blitz.
Aunque sin mucho entusiasmo al principio, acepté y advirtiendo que seguiríamos al pie de la letra las recomendaciones de Henrik  Chepukaitis y su libro, que termine de traducir al castellano y agregarle algunas cosas que, alguna vez el propio Chepukaitis comentó que no alcanzó a poner en su libro por limitaciones de espacio y otras porque se le ocurrieron luego de enviar el libro al corrector de estilo.
El caso es que advertí que era un experimento, pues había decidido investigar con cuidado si la enseñanza y entrenamiento para blitz debía ser totalmente diferente al ajedrez semi rápido, o sea 30 minutos o más para reflexión de toda la partida por jugador y del ajedrez clásico.
Y lo otro, que tanto afectaba el entrenar y jugar blitz respecto al desempeño de un jugador. Ya para esto tenía las bases de un estudio muy amplio sobre que tanto afectaba el ajedrez a la ciega para cometer más errores que en el ajedrez de torneo normal, y en este estudio quedaba claro que los errores aumentaban en un porcentaje mínimo si había un tiempo de reflexión “clásico”, pero a menos tiempo de reflexión a disposición la cantidad de errores disminuía.
La situación era que  para la investigación contaba con seis alumnos dispuestos a pagar el curso y someterse a lo necesario para mi investigación. Todos eran mayores de 18 años, por lo que no podía investigar sobre el efecto en niños, pero a la vez me daba la tranquilidad que decidían, como adultos, someterse al experimento. Con un niño hubiera tenido que contar con la aprobación de los padres, lo que sería una irresponsabilidad de su parte darme tal permiso, pues ni ellos ni yo sabríamos de antemano el daño que podría causarles.
Inicie la experiencia haciendo los exámenes de diagnóstico para ver el nivel de ajedrez ·”clásico” que tenían antes del curso, para luego someterlos a un examen al final para observar daños o beneficios en su probable desempeño en ajedrez clásico.
El método de Chepukaitis difería en un 35% mas o menos a los métodos aprobados en la URSS para los entrenamientos de ajedrez “clásico”. La duda era si serviría. En la parte similar a los métodos rusos tradicionales, un 65%, Chepukaitis pone una o dos cosas diferentes que me parecieron debían incorporarse. De hecho algunos entrenadores de San Petersburgo a quienes consulte me dijeron que aunque  no estaba en el “manual” oficial, muchos, desde hace unos 20 años, ya aplican esas sugerencias de Chepukaitis. Siempre se aprende algo nuevo y la opinión de mis amigos y colegas me tranquilizo.
En ese 35% si eran cosas que, por lógica, solo servirían para el blitz, pero una gran parte para torneos de 30 minutos a 1 hora, pero para el clásico no eran recomendables.
El caso es que en medio del curso y al final, mis alumnos y yo participamos en varios eventos de blitz en nuestras respectivas ciudades. No sé si fue autosugestión, motivación, o algo sicológico, pero todos observaron un rendimiento superior a lo habitual. Calculando como se habían desempeñado en los seis meses anteriores en torneos similares, calculo un avance de 15 a 25% de mejor desempeño.
En el examen final para determinar que tanto afectó su desempeño en ajedrez clásico, salvo las pruebas definitivas que son los torneos en los próximos tres meses, el avance fue muy leve, un 5%, pero al menos no les afectó.
Aunque no era muy confiable, también realice con ellos otro examen: jugaron 10 partidas de blitz a 5 minutos y 10 partidas de clásico a 90 minutos contra una computadora que valoró después a 3 minutos por jugada, el desempeño de los alumnos, en fase previa al curso, y se repitió al final lo mismo. A pesar de que las computadoras juegan diferente a los humanos y que hay considerar algunas cuestiones sicológicas, los desempeños fueron muy similares a los de torneos contra humanos. No se advirtió una diferencia mayor al 2%.
En solo un caso, y en todo los exámenes, y de parte de un adulto de 42 años, se observó algo muy diferente al promedio, pues avanzó en blitz un 30% y en su examen de “clásico”, un 35%.
Pero supongo que era porque antes de tomar los cursos no tenía una metodología fija para elegir su jugada y era muy empírico, a pesar de tener más de 2000 de rating. Echo las campanas a vuelo, pero habrá que esperar como se desempeña en torneos fuertes.
Por extraña razón no hubo gran diferencia en las mejoras entre los tres que habían tenido clases presenciales y los tres que eran por email, aunque si era a favor de los de clases presenciales. Pero debo advertir que a ese grupo le salió mucho más caro el curso finalmente, pero realmente ambos grupos manifestaron estar muy satisfechos y se han “enrolado” para otros cursos.
La metodología para la investigación fue muy cuidadosa, creo, establecí varias hipótesis y conforme surgían dudas, trate de recabar información e hice algunos monitoreos.
Quede al final de explicar la metodología, pero me gusto la descripción que hace un excelente investigador sobre el tema.
El profesor Julio  Muñoz Rubio, investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, UNAM sobre las dudas y las hipótesis, apunta :
“Al respecto hay que decir que la duda es el motor de la ciencia, en ciencia no se siembran dudas, las dudas surgen siempre en toda investigación. La duda es consustancial a la ciencia porque sólo si se duda se puede investigar y responder, porque aun cuando esté corroborada plenamente una explicación para tal o cual fenómeno, siempre existirá la posibilidad de la refutación y con ello la posibilidad de dudar, por eso la ciencia tiene un estatus especial en la sociedad, porque parte de la duda, de la pregunta, para llegar a la respuesta, la cual contiene más dudas.
Sin embargo, eso no significa que la ciencia sólo viva de dudar. A cada duda existente se desprende la posibilidad de una respuesta que afirme ciertas verdades y descarte lo que es mentira o falsedad.
Muchas veces existe en ciencia lo que se da en llamar duda razonable, es decir, un margen de duda que da o puede dar pie a sospechar de la invalidez de una explicación.
En primer lugar, en ciencia siempre se funciona por medio de hipótesis, una hipótesis es una respuesta que se emite provisionalmente para intentar resolver un problema, de cada hipótesis se desprende siempre una determinada línea de investigación correspondiente con ella.
Con esto no se quiere decir que toda hipótesis desde un inicio tenga igual valor de verdad que sus rivales, eso se prueba en la práctica experimental. Lo hipotético de una afirmación no tiene nada que ver con si es lejana a la realidad o no
A cada hipótesis debe corresponder una contrastación experimental con esa realidad. Lo hipotético de una afirmación científica no tiene nada que ver con la lejanía a la realidad,
Es el contenido concreto de las afirmaciones de cada hipótesis, y no su carácter de hipótesis, lo que nos permite saber su grado de aproximación a la realidad. En ciencia lo que siempre ocurre es la comparación de dos o más hipótesis.”
Después de esta experiencia, y con el aumento del contenido para el curso de blitz, quedaba hacer este informe y planear un documento muy detallado para presentar a los padres de niños ajedrecistas para ver si se debe dar el curso a menores de 18 años. Claro que haré primero un diagnóstico de los padres para ver si están en capacidad de asimilar el documento y dar un consentimiento a conciencia. Aún tengo dudas si enviar por email cursos a menores de edad. Normalmente, para todo curso, me pongo de acuerdo con los padres, pero muchos, aprovechando la lejanía, se inscriben en mis cursos declarando que son mayores de edad y sin que pueda yo confirmarlo plenamente, los envío, con la seguridad de que no les puede dañar. Pero en el caso del curso del blitz tengo que diseñar algún filtro para que menores de edad no lo tomen sin antes tener la aprobación de los padres.
Dado el éxito de la convocatoria a adquirir el cuaderno de blitz, debo advertir que ya no lo ofrezco, porque quedó muy limitado a la vista de la experiencia del curso. Posteriormente, ya con reformas, lo anunciare. El curso en diez lecciones si esta en oferta en las mismas condiciones de costo que los cursos de email que ofrezco. Informes en chesscom@hotmail.com