Se supone que las federaciones son agrupaciones de
ajedrecistas que organizan eventos, participaciones y la buena comunicación
entre ajedrecistas, pero en el siempre evidente divorcio entre los dirigentes
de las organizaciones deportivas del ajedrez y los ajedrecistas practicantes,
es común ver que hay fricciones continuas entre jugadores y “delegados”, sobre
todo en competencias fuera de su país. Pero el caso de la Federación Inglesa de
Ajedrez con unos niños y su familia por ser practicantes de la religión
islámica si fue el colmo. El padre de familia, el profesor Suhayl Rahman, se
queja amargamente que sus hijos y esposa fueron maltratados por los compañeros
de la propia delegación durante un evento en Austria.
La Islamofobia está muy difundida en el ajedrez, lo mismo
que otras “fobias”, pero el caso es que cuando varios niños viajan en una
delegación la armonía es difícil de mantener cuando hay más de un competidor
por categoría, pues entonces son rivales en el mismo evento y es difícil que
los acompañantes adultos no se vean envueltos en las tensiones de convivir con
sus más cercanos y conocidos rivales. Hay casos en que los acompañantes son los
que tienen disputas, mientras que los niños “rivales” son grandes amigos.
Ya sabía yo de quejas de nuestras delegaciones por problemas
de religión, pero lo que se vio con la famila de Rahman debe ser una alerta
para prevenir estas situaciones y mantener las delegaciones no tan numerosas y
con una cantidad aceptable de “acompañantes”.