(Dedicado a Darío Muñoz)
Hace unos días me hablaron de que según un método de
evaluación, el rival más duro que enfrentó Morphy fue Boden. Inmediatamente
rebatí la información, confieso, sin mucha reflexión, pues la enorme figura de
Adolf Anderssen saltaba a la memoria. Luego recordé que hace unos 30 años
escribí precisamente lo contrario, pues afirme que Boden fue el rival más
interesante, y que incluso en mi repertorio seguía el famoso Gambito Boden
Kieseritzky. Tengo muy desarrollado el Pensamiento Crítico y un gusto morboso
por el debate y pido disculpas a Darío Muñoz por tan impulsivamente rechazar su
afirmación.
Ahora reviso lo que antes escribí de ese jugador tan
especial que fue el británico, Samuel Standidge Boden , y aparte de que
nació en 1826 y era solo un poco mayor que Morphy, poco se sabe, salvo que era
ferroviario y devino en crítico de arte. Pero antes de cumplir los 30 años y
asumir de tiempo complete sus responsabilidades laborales de editor de ajedrez,
jugó ajedrez de torneos y escribió, sin firmar, pero todo mundo luego supo que
era el autor, uno de los libros más interesantes de la época. Lo escribió a los
25 años, muy joven, titulandolo_ "A
Popular Introduction to the Study and Practice of Chess," y ahí analizó el Gambito Boden – Kieseritzky,
de cuyas notas el mexicano-cubano Andrés Clemente Vazquez hizo amplio uso
en su libro “Analisis Crítico del
Ajedrez” editado en La Habana en 1891.
Cuarenta años después, nada menos. Aunque Boden fue columnista en The Field por
15 años, de 1858 a 1873, su mejor producción fue su primer libro. Boden murió a
los 56 años, mas o menos el promedio de
esa época y ha sido prácticamente olvidado, aunque tuvo sus éxitos internacionales
como un segundo lugar, después del húngaro Lowenthal, en Manchester 1857. Con
Morphy perdió 5 y ganó uno, además de solo unas tablas, pero el norteamericano
lo elogió como el inglés mas fuerte que conoció en Europa, como tirándole al
elusivo y retirado Staunton.
Del libro de Boden, lo interesante se ve en las primeras
17 páginas, con sus cinco consejos básicos, según apuntaba Don Andrés Clemente
Vazquez:
1. Aprenda de jugadores que realmente jueguen bien, no
siga sus consejos, sino pregunten como llegaron a ser maestros, lo importante
no es que tanto aprendieron, sino como lo aprendieron.
2. Un maestro se hace con mucho esfuerzo, el tiempo no
respeta lo que se hace sin tomarlo en cuenta, para que algo dure y trascienda
hay que tomarse mucho tiempo.
3. No hay atajos ni caminos fáciles, hay que esforzarse,
trabaje duro y construyase a si mismo con una labor continua y esforzada, a
Dios rogando y con la maza dando.
4. En las aperturas aprenda ideas y no las jugadas, trate
de ver y entender que pensaba cada maestro al seleccionar su jugada.
5. Estudie las partidas de los maestros que
trascendieron, el estudiar los clásicos y no los de moda, es lo que deja. Pocas
partidas, por grandes jugadores, razonándolas y criticándolas profundamente es
mejor que estudiar muchas superficialmente. Reproduzca las partidas de un libro
cubriendo las jugadas del ganador y trate de identificar la selección del
ganador y luego compare las suyas con las del maestro (¡Troykas!).
Todo eso vale hoy en día, 160 años después y la
escuela soviética tenía esos principios en sus manuales.