El excelente entrenador y MI Tibor Karolyi en su libro sobre
Judith Polgar observa varias deficiencias en la preparación “académico” ajedrecista
de la gran jugadora magyar. Esta observación ya había sido hecha por varios
entrenadores rusos que estudian el fenómeno Polgar.
Al principio las Polgar trabajaron con una sola entrenadora,
que para mi ver fue vital en su desarrollo, la WGM Eva Karakas, pero después
trabajaron con varios, con la idea de tener un super especialista en cada área.
Tenían un entrenador para finales, otro para aperturas abiertas, otro para
aperturas cerradas, otro para medio juego, otro en Psicología del Ajedrez, etc.
Tal vez ese enfoque, si no está bien coordinado por un “Todologo”·
puede confundir a un alumno. Incluso creo que siempre debe haber un entrenador “de
base” presente y solo hacer uso de los servicios del especialista en coordinación
y presencia del otro.
En el caso de las Polgar, su padre, Lazlo era el que
desempeñaba el papel de Todologo. Pero los que trabajaron con ellas más bien lo
veían como capataz. Tal vez también las hijas, en medio del enorme cariño que
le tienen, lo veían así.
Al estudiar la situación del entrenamiento de Judith Polgar
y examinar lo escrito por Karolyi, se observan varias cosas. Esta claro que los
entrenadores no fueron tratados bien por Don Lazlo, máxime que al paso del
tiempo no les ha dado reconocimiento adecuado a los primeros que trabajaron con
sus hijas, que si bien no eran tan conocidos internacionalmente como los
posteriores, fueron más importantes, pues crear las bases del progreso futuro a
menudo es mucho más difícil que desarrollar ese progreso en si.
Segundo, Don Lazlo no era tan buen “Todologo”, era excelente
manager, buscando fondos principalmente, pero con actitudes que crearon un
ambiente hostil de los ajedrecistas húngaros con la familia, lo que duró
bastante tiempo y sólo fue allanado gracias a los grandes éxitos de las
muchachas y el medio ajedrecístico húngaro se las “tuvo que tragar”, pero pasó
mucho tiempo para que las vieran como suyas, si alguna vez se dio eso
verdaderamente y no fue solo apariencias.
Tercero, y esto lo apunta bien Karolyi desde su posición de
conocerlas por más de 20 años y trabajar con ellas en sus primeros años muy
cercana, digamos, totalmente.
La ambición de Don Lazlo Polgar las saturó de ajedrez y
ahora sólo una sigue jugando, mientras que a dos de ellas se las siente ya un
poco fastidiadas y solo dan simultaneas o juegan eventos de exhibición que no
les exige tanto como la competencia de alto nivel internacional.
La GM Susan Polgar menciona en su libro que a su alrededor
se formó un ambiente hostil en Hungría, pero no comprendió bien el asunto,
porque en Estados Unidos también se le ha ido formando y despierta polémicas y
controversias en el medio ajedrecístico norteamericano y parece que en FIDE,
donde está al frente de una comisión, han aparecido brotes de lo mismo.
En lo que toca al desarrollo como ajedrecista de un joven,
la experiencia del fenómeno Polgar y del trabajo de sus númerosos entrenadores
es sumamente importante e instructivo. Es un modelo exitoso, no tan sencillo
como parece a la distancia, pero un modelo que es muy importante conocer y que
a la mayoría ha estado oculto muchos años. Aprendiendo de los Entrenadores 2
pretende extraer las moralejas fundamentales y las enseñanzas que deja, el
fenómeno de las Polgar.