14 sept 2012

Según la experiencia de las Polgar, ¿Es bueno tener uno o más entrenadores de ajedrez?



El excelente entrenador y MI Tibor Karolyi en su libro sobre Judith Polgar observa varias deficiencias en la preparación “académico” ajedrecista de la gran jugadora magyar. Esta observación ya había sido hecha por varios entrenadores rusos que estudian el fenómeno Polgar.

Al principio las Polgar trabajaron con una sola entrenadora, que para mi ver fue vital en su desarrollo, la WGM Eva Karakas, pero después trabajaron con varios, con la idea de tener un super especialista en cada área. Tenían un entrenador para finales, otro para aperturas abiertas, otro para aperturas cerradas, otro para medio juego, otro en Psicología del Ajedrez, etc.
Tal vez ese enfoque, si no está bien coordinado por un “Todologo”· puede confundir a un alumno. Incluso creo que siempre debe haber un entrenador “de base” presente y solo hacer uso de los servicios del especialista en coordinación y presencia del otro.
En el caso de las Polgar, su padre, Lazlo era el que desempeñaba el papel de Todologo. Pero los que trabajaron con ellas más bien lo veían como capataz. Tal vez también las hijas, en medio del enorme cariño que le tienen, lo veían así.
Al estudiar la situación del entrenamiento de Judith Polgar y examinar lo escrito por Karolyi, se observan varias cosas. Esta claro que los entrenadores no fueron tratados bien por Don Lazlo, máxime que al paso del tiempo no les ha dado reconocimiento adecuado a los primeros que trabajaron con sus hijas, que si bien no eran tan conocidos internacionalmente como los posteriores, fueron más importantes, pues crear las bases del progreso futuro a menudo es mucho más difícil que desarrollar ese progreso en si.
Segundo, Don Lazlo no era tan buen “Todologo”, era excelente manager, buscando fondos principalmente, pero con actitudes que crearon un ambiente hostil de los ajedrecistas húngaros con la familia, lo que duró bastante tiempo y sólo fue allanado gracias a los grandes éxitos de las muchachas y el medio ajedrecístico húngaro se las “tuvo que tragar”, pero pasó mucho tiempo para que las vieran como suyas, si alguna vez se dio eso verdaderamente y no fue solo apariencias.
Tercero, y esto lo apunta bien Karolyi desde su posición de conocerlas por más de 20 años y trabajar con ellas en sus primeros años muy cercana, digamos, totalmente.

La ambición de Don Lazlo Polgar las saturó de ajedrez y ahora sólo una sigue jugando, mientras que a dos de ellas se las siente ya un poco fastidiadas y solo dan simultaneas o juegan eventos de exhibición que no les exige tanto como la competencia de alto nivel internacional.
La GM Susan Polgar menciona en su libro que a su alrededor se formó un ambiente hostil en Hungría, pero no comprendió bien el asunto, porque en Estados Unidos también se le ha ido formando y despierta polémicas y controversias en el medio ajedrecístico norteamericano y parece que en FIDE, donde está al frente de una comisión, han aparecido brotes de lo mismo.
En lo que toca al desarrollo como ajedrecista de un joven, la experiencia del fenómeno Polgar y del trabajo de sus númerosos entrenadores es sumamente importante e instructivo. Es un modelo exitoso, no tan sencillo como parece a la distancia, pero un modelo que es muy importante conocer y que a la mayoría ha estado oculto muchos años. Aprendiendo de los Entrenadores 2 pretende extraer las moralejas fundamentales y las enseñanzas que deja, el fenómeno de las Polgar.