17 sept 2012

La FIDE “Revivió” licencias de entrenadores.



La Comisión de entrenadores de la FIDE en agosto de 2011 notificó a las federaciones que tenían que pagar las licencias de entrenadores FIDE de sus afiliados (incluye FIDE Instructors, Senior Trainer, etc) a un término que no debía pasar del 31 de diciembre de 2011, so pena de suspender la licencia (que no estaba claro que implicación tenía, excepto de no aparecer en la lista on line de entrenadores en el sitio web de la FIDE, aunque seguían apareciendo en las bases de datos referentes a pagos de licencia). El caso es que muchas federaciones que son descuidadas o no les importa cuidar a sus titulados internacionales, excepto los árbitros, porque en general están divorciadas de sus jugadores y de la mayoría de entrenadores, exceptuando dos o tres que no tienen capacidad pero saben “hacerles la barba” y que por su misma falta de preparación están muy lejos de reunir los requisitos para ser entrenadores, no avisaron siquiera a los afectados y dejaron pasar las fechas. Como a varios entrenadores les pareció extraño no aparecer en la lista “on line”, preguntaron a FIDE que había pasado y de allá contestaron que era por no pagar la licencia. La FIDE al ver que las federaciones no pagaron, dieron la alternativa de que personalmente los entrenadores pagasen las licencias vencidas. Así muchos entrenadores no aparecían on line y si ya de por si eran pocos, al aparecer solo los que pagaban, resultaba que parecía que solo había poco más de cien entrenadores en todo el mundo. Para unos 40 millones de ajedrecistas registrados en todo el mundo y unos 25 000 con rating FIDE, la cifra de 100 entrenadores era rídicula.
Pero en la Asamblea en Estambul de septiembre de 2012, se acordó no cobrar licencias hasta 2014 y ahora la estadística de la FIDE actual es

Lo que significa que a todos los que nos habían pasado a una lista negra por no pagar (o que no pagó la federación nacional correspondiente), nos dan plazo para pagar en 2014 y volvimos a aparecer.
376 FIDE Trainers es un número reducidísimo, pero se realizan seminarios por todo el mundo para graduar entrenadores y por lo general son cursos cortos y realmente lo que importan son los antecedentes de la persona para ser admitido en el curso, normas como haber tenido 2350 o más de rating, lista de jugadores con títulos de MF, MI y GM que han sido alumnos certificados del entrenador (con firmas de los mismos jugadores entrenados) son valorados con cierta discrecionalidad, pero aunque no son todos los que están ni están todos los que son, ahí va la cosa, poco a poco.
A nivel nacional yo he estado gestionando, y voy ya con el 90% completado, el estructurar cursos de 180 horas, validos para diplomados reconocidos por Universidades Públicas y la ANUIES y en consecuencia con más de 7000 universidades públicas del mundo, con todos los contenidos de los seminarios de la FIDE y 6 veces más de contenido, y sobre todo de material, para así satisfacer la demanda que por los acuerdos internacionales SATCA se tendrá de más de 12 000 entrenadores de ajedrez en Nuestra América,  ya que los únicos países que hasta ahora tienen trabajo al respecto son, Cuba y Venezuela, mientras otras 36 naciones tendrán que resolver de alguna manera esa demanda.
Actualmente implementan a un jugador de ajedrez a ser entrenador sin requerirle ninguna certificación y, en muchos casos, ni experiencia.  Sencillamente los implementan y ya. Esto causa que los haya de todas calidades: algunos buenos, algunos francamente hasta dañinos. Se asemeja al personal que integra las policías: los hay con nivel académico universitario, casi científicos, mezclados con algunos prácticamente delincuentes.
El problema es que según los acuerdos internacionales se les obliga a las universidades contratar entrenadores titulados, y los que son por la FIDE son un número muy escaso, por lo que las federaciones, en unión con las instituciones de educación superior, deben certificar a entrenadores, pero los trámites son enormes, suponiendo que tuviesen ya una estructuración de cómo prepararlos académicamente, lo que el 90% de las federaciones o no lo ha hecho o aún no capta la necesidad, o ni hay preocupación, o simplemente está fuera del alcance de sus directivos que, a menudo, no saben mucho que digamos de ajedrez como para enfrentar la situación.
Así esta la cosa. Bueno, no es mala noticia saber que de nuevo nos dieron “licencia”.