El duelo de lujo Rusia contra
Ucrania, con los dos líderes de sus delegaciones, los GM Kramnik y el GM
Ivanchuk, con estilos opuestos, fue el centro de la atención del día y la
partida que más duró. Kramnik, siempre sólido, no dejó hacer nada al agresivo y
creativo Ivanchuk, y llegaron a un final de piezas mayores en que él único que
podía vencer era el ruso. Este match es un duelo de un rudo contra un técnico,
si fueran luchadores, o de un científico contra un artista, o un erudito contra
un creador. Nuestro corazón está con Ivanchuk, nuestra razón con Kramnik.
Ivanchuk se ve con todos los nervios y parece a veces un desquiciado a la
Dostoyevsky, que le hubiera puesto un nombre significativo como el que eligio para
su personaje trágico Raskolnikov. Kramnik, tranquilo, fatalista, determinado,
casi sin emoción. Si fuera un drama de conflictos y con la tradición rusa de
poner nombres con significados a los personajes, teníamos, esperando no se
molesten los personajes con el bautizo tan a la ligera, al “hombre de acero”, el ruso Stalin, contra el ucraniano “Trotsky”, el nombre de batalla que
adopto Leo Davidovich Bronstein, tomado de un celador que era artesano y significa
en el ruso-ucraniano mezclado con hebreo de los judíos rusos, “el artesano”.
León Trotsky (L.D. Bronstein) también usaba el de “Pero”, pluma, cuando
escribía, y murió así en México, pues recibió el golpe mortal de un piolet,
mientras escribía. Por allí hay muchos nietos, a partir del “renacido” León
Sedov, muerto según decían en 1938, pero que caminaba, quizás, como un Adolfo
ya para 1950.
El caso es que llegado el final
de piezas mayores, Ivanchuk con blancas sufrió por expandirse sus peones, una
desnudez del rey que lo hacía muy vulnerable ante las piezas pesadas del negro.
Kramnik gana así, con negras, un punto importante.
Por otro lado, comenzó la etapa con
tres tablas medio cortas, aunque una mostraba ciertas posibilidades de lucha,
la de Nakamura contra Korobov de solo 20 jugadas, pues al GM de Estados Unidos no le agradan
las tablas cortas con blancas, pero seguir implicaba riesgos más allá de lo que
esta dispuesto a considerar. La de Gelfand con negras contra Vachier, fue en
realidad favorable a Gelfand, que parece tener mucho mejores resultados
con blancas que con negras.
Las tablas de los rusos Karjakin-Andreikin
en 18 jugadas si pareció al estilo Sistema Grischuk.
Los matches a dos partidas de
esta etapa prometían ser muy interesantes y se ha cumpido..
Otro duelo muy reñido, ambos
jugadores con casi exactamente el mismo rating, es el del GM Kamsky de Estados Unidos, y el GM Mamedyarov
de Azerbaiyán, productos de las mejores escuelas de ajedrez del Asia
exsoviética. Su estilo es similar y tienen un juego que recuerda a los maestros
Makogonov y Nezhmetdinov que fueron los pilares del ajedrez por las latitudes
de ambos contendientes, aunque el azerí tuvo una preparación más académica,
pues Kamsky emigró muy joven a los Estados Unidos y se desvinculó de más
contactos con los entrenadores soviéticos. El caso es que es un duelo muy
interesante. Lo inicia Kamsky con un triunfo con blancas, en que ataco fuertemente
y el azerí no encontró la defensa adecuada y tuvo al final una imprecisión. Los
dos jugadores se caracterizan por ser muy fuertes en el ataque, pero no tan
sólidos en la defensa, así que mañana puede igualarse el marcador.
Morozevich
contra Tomashevsky, ambos de Rusia, es un match muy parejo sobre el papel, pero
“Moro” con blancas es muy agresivo y no suelta la iniciativa y toda la partida
llevó algo de ventaja y se quedó con un alfil contra caballo en final con
piezas mayores en que el alfil mantuvo presión todo el tiempo. Tomashevsky
aguantó todo y entablo en la jugada 48, cuando, creo yo, ya tenía una pequeña ventaja.