Comenté en pasados artículos que
el tema de la psicología aplicada al ajedrez ha sido subestimado, incluso en
los syllabus de los breves cursos de sólo 15 horas que se imparten a los
aspirantes a instructores de la FIDE, aún cuando el mismísimo GM Grivas,
dirigente de la Comisión de Entrenadores de la FIDE, expresó más de una vez en
sus libros que su visión del entrenamiento en ajedrez cambió radicalmente al
tomar un curso en la URSS en donde se enfatizó la importancia de la psicología
en ajedrez.
Cuando se habla de que factor
puede ser decisivo en que se exprese plenamente el potencial de un ajedrecista,
la psicología aplicada al ajedrez viene a mi mente inmediatamente.
En una serie de archivos
originados por la encomienda que las altas autoridades políticas de la Unión
Soviética hicieron a los especialistas de investigaciones académicas de la KGB,
se apunta que uno de los factores que más influían a que la escuela soviética
tuviera una hegemonía en el ajedrez mundial era la psicología aplicada y la
conciencia entre los entrenadores de que era de máxima importancia atender este
aspecto para el logro de las tareas encomendadas a los que trabajaban con las
selecciones de ajedrez de la Unión Soviética en las diferentes competencias
internacionales.
El GM Aivar Gipslis me comentaba
en 1980 que los entrenadores soviéticos habían producido muchos manuales e
instructivos al respecto del tema de la psicología aplicada al ajedrez,
mientras que en Occidente no había más de media docena de textos de ese tema
que circularan entre los profesionales en la instrucción y entrenamiento del
ajedrez.
Pasadas tres décadas, aunque
puedo citar una veintena de libros soviéticos y rusos en que se hable de la
psicología aplicada al ajedrez, si me pongo a enumerar los que hay en Occidente,
solo podría citar:
Practical
Chess Psychology por Amatzia
Avni, Winning with Chess Psychology por Pal Benko y Burt Hochberg, Chess
Psychology por Angus Dunnington, The Psychology of the Chess Player por
Reuben Fine, The Psychology of Chess by W.R. Hartston y P.C. Wason, Chess
Psychology por Nikolai Krogius,(que escribió cuando vivía en la Unión
Soviética, junto con otros ocho libros que no han sido traducidos del ruso a
ningún idioma aparte de los que se hablaban en la URSS; The Mechanics of the
Mind por Helmut Pfleger y Gerd Treppner, y The Dynamics of Chess
Psychology por Cary Utterberg; además del muy reciente, y por ello apenas
lo estoy leyendo, .Chess Psychology: The Will to Win por William
Stewart.
Hay otros, relacionados al
desempeño humano en varias disciplinas, donde se toca el tema de la psicología
en el ajedrez, así como otros generales que no solo hablan de la psicología en
el ajedrez, sino en otras disciplinas del deporte.
Hay casos raros, como el de
la CONADE, que habiendo tantos libros sobre psicología en el ajedrez, en uno de
sus manuales para capacitar instructores de ajedrez cubren este capítulo con
extractos de un libro de psicología para el Squash.
Si de libros hablamos, hay
poco material, pero entre los artículos que se publican en revistas de diverso
nivel científico, uno puede reunir cuando menos un ciento de artículos con el
tema específico de la psicología y el ajedrez.
Las posibilidades de la
aplicación de la psicología al ajedrez son muy variadas y de igual manera lo
que se ha escrito sobre el tema.
Algunos tratan de la
preparación psicológica ante una competencia de ajedrez, otros sobre métodos de
estudio del ajedrez para hacer más eficiente y efectivo el mismo, algunos más
sobre los efectos de la tensión en el desempeño durante una competencia, otros
sobre momentos concretos de una competencia, como la última ronda; más allá
encontramos autores que ven en el ajedrez una herramienta para tratar algunos
problemas o incluso desordenes de conducta entre los jóvenes.
Hay quienes ven a la
psicología relacionada con el ajedrez para aprovechar nuestra noble actividad para el desarrollo integral o el
emocional para las personas en general. Recuerdo uno muy notable de la Maestra
Nery Maceira, Ajedrez, Variantes para la vida, hermoso trabajo que debiera ser
reeditado, pues es muy poco conocido fuera de Cuba.
He utilizado, para la
preparación de mis alumnos, las facetas
de la psicología relacionadas con la motivación, pues ya que el ajedrez
requiere grandes esfuerzos, estos solo se harán si la persona está bien
motivada, pues solo así un ajedrecista tendrá la constancia en el propósito necesaria
para lograr la maestría.
La dureza mental que se
requiere para eventos de gran presión como la Copa Mundial de Ajedrez que en
2013 se desarrolla en Tromso, Noruega, se desarrolla mejor si se utilizan las
herramientas que nos brinda el estado del arte de la psicología. En Tromso se
pudo observar que jugadores que sobre el papel, por cuestiones de elevado
rating, debían prevalecer sobre sus contrincantes, no lo hicieron , a menudo debido
a que cometieron errores inesperados para un jugador de ese nivel. Otros, por
el contrario, tuvieron los mejores resultados de su vida a pesar de ya haber
entrado a la fase tardía de la madurez.
Algunos entrenadores
observan y examinan los hechos para derivar conclusiones y enseñanzas que
pueden ser provechosas para sus pupilos, pero la gran masa de los profesionales
del ajedrez que laboran en occidente enseñando, instruyendo o entrenando
jugadores, no le dan importancia al asunto.
Es una pena para sus
alumnos, ya que es posible que la psicología aplicada al ajedrez sea un factor
del que dependa hasta un 40% del desarrollo de su potencial como ajedrecistas.
Así de importante es.