La voz de los poetas cantores
siempre inspiran:
"Si la historia la
escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia: la verdadera
historia, quien quiera oír que oiga." de la letra de: QUIEN QUIERA
OÍR, QUE OIGA de Juan Carlos Baglietto (Argentina)
En estos días de PRISM, de la
NSA, y de la recopilación de todo tipo de datos por computadora, uno se libera
del control que los medios ejercen sobre nosotros en que tratan de que leamos
lo que quieren y así normar nuestros criterios con sus marcos.
Pero esa libertad también está
limitada de alguna manera, pues a la censura de décadas se añaden dos
herramientas para dificultar el encontrar lo que sería realmente ilustrador y
relevante: el flujo enorme de información y el uso preventivo de lenguajes que
solo pueden ser manejados por organizaciones pluridisciplinarias de complejidad
semejante a las que los usaron.
He tenido la teoría de que al GM
Carlos Torre lo afectaron por medios químicos, voluntaria o involuntariamente,
al hacerlo injerir, de cualquier manera como haya sido, sedantes que tuvieron
una serie de consecuencias que hicieron que su memoria se dañara, al menos
temporalmente, haciéndolo perder conciencia de lo que paso durante unos días críticos
y que al no poderse explicar que paso, no pudo reajustar su mente, y termino
aceptando que tenía un problema sicológico que en realidad no tenía; pero dicha
aceptación fue creando uno real.
Una decisión de las cortes de los
Estados Unidos prohibieron hace unos pocos años que se volvieran a usar
sedantes para facilitar la deportación de migrante, como respuesta a muchas
acusaciones de organizaciones no gubernamentales.
De ahí se infiere que se había
hecho uso de sedantes, algunos considerados muy dañinos. No se sabe ni cuales
ni por cuanto tiempo fueron usados.
En los años de 1935 a 1940 hubo
prohibiciones similares y según la
información documental hubo una sustancia usada entre 1910 y 1935 muy peligrosa
y que causaba daños en la memoria y en conductas similares a las que tuvo
Torre.
Mi teoría era que podía suponerse
que a Torre lo expulsaran en 1926 de los Estados Unidos, pues “apareció” de
repente tras el Torneo de Chicago y no siguió residiendo en los Estados Unidos
como lo había hecho desde 1913.
En el evento de Chicago, hubo
protestas airadas de Torre a causa de situaciones que no han podido definirse.
Se supone que de ahí salió molesto y fue invitado por unos amigos a ir a Nueva
York, y después de eso no recuerda nada hasta una semana mas tarde hallarse en
México.
Si lo expulsaron, pudo ser como
medida represiva por la protesta que hizo, la invitación de los amigos pudo ser
una trampa y de ahí hay muchas maneras de que fuese afectado por sustancias
químicas, ya sea por accidente al expulsarlo las autoridades migratorias, ya
sea porque los amigos le hicieron ingerirla sin que se diera cuenta, etc., etc.
¿Cómo averiguarlo y documentarlo?
Hundiéndose en los archivos, pero tanto en los de migración como en los diarios
de la época o reportes de policía de Chicago y Nueva York, se pueden hallar
documentos que sugieren la posibilidad de alguna de las teorías, pero hay tantos
términos, tantos datos, que hacer la investigación requeriría un equipo
interdisciplinario enorme para interpretar cada documento y armar un
rompecabezas.
No hay semana que no reciba un
email con información que pudiera ser relevante, sobre todo después de que me
citaron tanto en un artículo sobre Carlos Torre que apareció en el número más
reciente de “New in Chess” de Holanda.
Afortunadamente he recibido mucho
material enviado de San Petersburgo sobre lo que hizo Torre en la URSS y sobre
todo lo que escribió. Desde el punto de vista de la técnica ajedrecística de
Torre he acopiado mucho material útil, pero respecto al misterio de su retiro,
este crece cada vez más.