26 feb 2010
Las percepciones engañan en ajedrez.
¿Porqué cometemos tantos errores de percepción? Tal vez porque nuestro cerebro esta creado así, y sólo por entrenamiento deliberado podemos modificar estas consecuencias de la naturaleza. Vea las imágenes, parecen que se mueven, pues no. Los sentidos engañan. El síndrome del “Principito”, lo esencial es invisible para los ojos.
Los malos hábitos en ajedrez.
La excelencia en ajedrez descansa en una serie de hábitos que posibilita a los grandes maestros tener máximos desempeños. El progreso en ajedrez muchas veces depende de la adquisición y arraigo de hábitos que nos previenen contra cometer errores, descuidos o simplemente no realizar adecuadamente y con precisión el proceso de elegir una jugada.
A mejores hábitos, pues mejor ajedrez. Pero, a menudo regresan viejos hábitos nocivos y su aparición nos hace perder puntos en torneos.
Loran F. Nordgren de la escuela de Management Kellog del Noroeste, y otros psicólogos de la misma institución, hicieron algunos experimentos con personas que habían dejado hábitos tan nocivos como el fumar y que los habían retomado. Lo mismo hicieron con personas que tenían hábitos de trabajo en el cumplimiento de sus tareas y que habían retomado otros nocivos que se contrapunteaban con los tan preciados y difícilmente adquiridos nuevos hábitos positivos.
El estudio concluye que la exposición a la tentación, vence en un 70% de los casos, por mucho que uno crea en su autodominio. Y ninguna idea o instrumento para evitar regresar a un mal hábito nunca está por demás. Así que no hay que menospreciar al enemigo escondido.
A mejores hábitos, pues mejor ajedrez. Pero, a menudo regresan viejos hábitos nocivos y su aparición nos hace perder puntos en torneos.
Loran F. Nordgren de la escuela de Management Kellog del Noroeste, y otros psicólogos de la misma institución, hicieron algunos experimentos con personas que habían dejado hábitos tan nocivos como el fumar y que los habían retomado. Lo mismo hicieron con personas que tenían hábitos de trabajo en el cumplimiento de sus tareas y que habían retomado otros nocivos que se contrapunteaban con los tan preciados y difícilmente adquiridos nuevos hábitos positivos.
El estudio concluye que la exposición a la tentación, vence en un 70% de los casos, por mucho que uno crea en su autodominio. Y ninguna idea o instrumento para evitar regresar a un mal hábito nunca está por demás. Así que no hay que menospreciar al enemigo escondido.
9 feb 2010
¿QUÉ ES UN PROCESO DE COACHING?
“El subastador pensó que perdía su tiempo mostrando ese viejo violín estropeado y arañado, pero aún así, lo mostró.
- ¿Cuánto ofrecen, buena gente? -gritó.- ¿Quién hará la primera oferta?
- ¡Un dólar, un dólar! -entonces- ¡Dos! ¿Sólo dos?
-Dos dólares! ¿Hay alguien que dé tres?
- ¡Tres dólares! ... a la una! ¡Tres dólares...a las dos!
- Que se va por tres...pero, ¡No!
Un hombre canoso se puso de pie, llegó adelante y tomó en sus manos el arco. Limpiando el polvo del viejo violín armonizó sus cuerdas y tocó una melodía muy tierna.
Al cesar la música el subastador dijo, en voz muy baja y más bien para sí, - ¿Cuánto daría yo por tener este viejo violín? Y tomándolo con más cariño lo volvió a levantar:
-¡Cien dólares! ¿Y quién da doscientos?
- ¡Doscientos! ¿Y quién da trescientos?
- ¡Trescientos!
- ¡Trescientos, a la una! ¡Trescientos a las dos!
- ¡Y se va y se fue! -exclamó. Algunos lloraban y los demás aplaudían...
- No podemos comprender se decían
-¿Qué cambió su valor?
Alguien dijo por allí que fue "El toque de la mano de un maestro"
(Un relato favorito del Maestro Alexandr Koblentz).
- ¿Cuánto ofrecen, buena gente? -gritó.- ¿Quién hará la primera oferta?
- ¡Un dólar, un dólar! -entonces- ¡Dos! ¿Sólo dos?
-Dos dólares! ¿Hay alguien que dé tres?
- ¡Tres dólares! ... a la una! ¡Tres dólares...a las dos!
- Que se va por tres...pero, ¡No!
Un hombre canoso se puso de pie, llegó adelante y tomó en sus manos el arco. Limpiando el polvo del viejo violín armonizó sus cuerdas y tocó una melodía muy tierna.
Al cesar la música el subastador dijo, en voz muy baja y más bien para sí, - ¿Cuánto daría yo por tener este viejo violín? Y tomándolo con más cariño lo volvió a levantar:
-¡Cien dólares! ¿Y quién da doscientos?
- ¡Doscientos! ¿Y quién da trescientos?
- ¡Trescientos!
- ¡Trescientos, a la una! ¡Trescientos a las dos!
- ¡Y se va y se fue! -exclamó. Algunos lloraban y los demás aplaudían...
- No podemos comprender se decían
-¿Qué cambió su valor?
Alguien dijo por allí que fue "El toque de la mano de un maestro"
(Un relato favorito del Maestro Alexandr Koblentz).
Enseñar para aprender.
Hu-Song, filosofo de Oriente, contó a sus discípulos la siguiente historia:
"... Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña tea. Pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendieran su propia tea y así compartiendo la llama con todos la caverna se iluminó".
Uno de los discípulos preguntó a Hu -Song:
¿Qué nos enseña, maestro, este relato?
Y Hu-Song contestó: Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer.”
"... Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo, y uno de ellos logró encender una pequeña tea. Pero la luz que daba era tan escasa que aun así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendieran su propia tea y así compartiendo la llama con todos la caverna se iluminó".
Uno de los discípulos preguntó a Hu -Song:
¿Qué nos enseña, maestro, este relato?
Y Hu-Song contestó: Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer.”
Lo dije en un torneo de Ajedrez a un niño que había perdido.
Una tarde el profr. Salvador Sanvicente García me pidió dijera unas palabras de aliento a un niño que había perdido una partida. No acerté en ese momento más que decirle:
“Cualquiera puede tener una buena partida, la pregunta es que hacer cuando uno ha tenido una mala partida .La victoria muestra hasta donde puedes llegar Una derrota muestra lo que vales, tu esencia interior, mejor que un buena partida”
El caso es que cuando estoy frente a un niño me envuelven dos sentimientos: ternura por lo que son y respeto por lo que pueden llegar a ser.
“Cualquiera puede tener una buena partida, la pregunta es que hacer cuando uno ha tenido una mala partida .La victoria muestra hasta donde puedes llegar Una derrota muestra lo que vales, tu esencia interior, mejor que un buena partida”
El caso es que cuando estoy frente a un niño me envuelven dos sentimientos: ternura por lo que son y respeto por lo que pueden llegar a ser.
Frases Favoritas de A.K. El Mago de Ajedrez de Riga
¿QUÉ ES UN COACH?
Un Coach es alguien que te ayuda a atravesar obstáculos enfocándose en tus grandezas, conectándote con tus talentos y dándote herramientas que te permitan avanzar en el logro de tus objetivos mientras atraviesas los miedos que te frenan en la acción.
El Coach actúa como catalizador en la creación de objetivos y descubre nuevas maneras de concretarlos mientras te conectas con la pasión que tienes encubierta encendiendo la llama de tu corazón.
(De por ahí y por alla en el Coaching del ajedrez, plática en Radio Ciudad Bolivar).
El jugador normal de Ajedrez y los campeones de ajedrez.
1. El Jugador normal compite... El Campeón crea.
2. El Jugador normal evita el riesgo... El Campeón maneja el riesgo.
3. El Jugador normal vive en la ilusión... El Campeón vive en la realidad objetiva.
4. El Jugador normal ama el estar cómodo... El Campeón está cómodo estando incómodo.
5. El Jugador normal tiene una mentalidad de escasez... El Campeón tiene una mentalidad de abundancia.
6. El Jugador normal tiene hambre de seguridad... El Campeón no cree que la seguridad exista.
7. El Jugador normal sacrifica el crecimiento a favor de la seguridad... El Campeón sacrifica la seguridad a favor del crecimiento.
8. El Jugador normal funciona por miedo y escasez... El Campeón funciona por amor y.... abundancia.
9. El Jugador normal se concentra en tener... El Campeón se concentra en ser.
10. El Jugador normal se ve como víctima... El Campeón se ve como responsable.
11. El Jugador normal reduce la velocidad... El Campeón calma.
12. El Jugador normal está frustrado... El Campeón está agradecido.
13. El Jugador normal tiene ensueños... El Campeón tiene la visión.
14. El Jugador normal es conducido por su ego... El Campeón es el espíritu conducido.
15. El Jugador normal está orientado a un problema... El Campeón es la solución orientada.
16. El Jugador normal piensa que sabe bastante... El Campeón está impaciente para aprender.
17. El Jugador normal elige el miedo... El Campeón elige el crecimiento.
18. El Jugador normal es jactancioso... El Campeón es humilde.
19. El Jugador normal cambia el tiempo por el dinero... El Campeón cambia ideas por el dinero.
20. El Jugador normal niega su intuición... El Campeón abraza su intuición.
21. El Jugador normal busca bienes materiales... El Campeón busca la riqueza.
22. El Jugador normal cree su visión sólo cuando la ve... El Campeón sabe que ellos verán su visión cuando ellos crean.
23. Los jugadores normales se entrenan basados en la lógica... los Campeones se entrenan basados en la emoción.
24. El Jugador normal habla la lengua de miedo... El Campeón habla la lengua de amor.
25. El Jugador normal cree que los problemas se solucionan con conocimiento... El Campeón cree que el problema se soluciona con voluntad.
(Extracto de “Los Magos de Riga”, video de la serie “Magos del Ajedrez”
2. El Jugador normal evita el riesgo... El Campeón maneja el riesgo.
3. El Jugador normal vive en la ilusión... El Campeón vive en la realidad objetiva.
4. El Jugador normal ama el estar cómodo... El Campeón está cómodo estando incómodo.
5. El Jugador normal tiene una mentalidad de escasez... El Campeón tiene una mentalidad de abundancia.
6. El Jugador normal tiene hambre de seguridad... El Campeón no cree que la seguridad exista.
7. El Jugador normal sacrifica el crecimiento a favor de la seguridad... El Campeón sacrifica la seguridad a favor del crecimiento.
8. El Jugador normal funciona por miedo y escasez... El Campeón funciona por amor y.... abundancia.
9. El Jugador normal se concentra en tener... El Campeón se concentra en ser.
10. El Jugador normal se ve como víctima... El Campeón se ve como responsable.
11. El Jugador normal reduce la velocidad... El Campeón calma.
12. El Jugador normal está frustrado... El Campeón está agradecido.
13. El Jugador normal tiene ensueños... El Campeón tiene la visión.
14. El Jugador normal es conducido por su ego... El Campeón es el espíritu conducido.
15. El Jugador normal está orientado a un problema... El Campeón es la solución orientada.
16. El Jugador normal piensa que sabe bastante... El Campeón está impaciente para aprender.
17. El Jugador normal elige el miedo... El Campeón elige el crecimiento.
18. El Jugador normal es jactancioso... El Campeón es humilde.
19. El Jugador normal cambia el tiempo por el dinero... El Campeón cambia ideas por el dinero.
20. El Jugador normal niega su intuición... El Campeón abraza su intuición.
21. El Jugador normal busca bienes materiales... El Campeón busca la riqueza.
22. El Jugador normal cree su visión sólo cuando la ve... El Campeón sabe que ellos verán su visión cuando ellos crean.
23. Los jugadores normales se entrenan basados en la lógica... los Campeones se entrenan basados en la emoción.
24. El Jugador normal habla la lengua de miedo... El Campeón habla la lengua de amor.
25. El Jugador normal cree que los problemas se solucionan con conocimiento... El Campeón cree que el problema se soluciona con voluntad.
(Extracto de “Los Magos de Riga”, video de la serie “Magos del Ajedrez”
El joven amateur de Ajedrez.
Ellos no esperan mucho por lo general , y nadie alrededor de ellos espera mucho, tampoco. Ellos no están típicamente preocupados por ascender montañas un poco más alto. Este es el jugador medio que es el más incongruente con la realidad. Funcionan en un nivel lo bastante alto para entender que los niveles más altos existen. Aunque ellos no esperen ponerse allí, ese pensamiento cruza por sus mentes de vez en cuando. A causa de sus expectativas bajas, sus acciones son incongruentes con sus deseos. En otras palabras, ellos quieren vivir la vida de los ajedrecistas de clase mundial, pero son reacios para pagar el precio. Ya que esta realidad es demasiado áspera para soportarla, se engañan pensando que hacen todo lo que esta en su poder para avanzar. Por supuesto, ellos no lo hacen. Ellos le dirán que ponen en ello mucho más tiempo y esfuerzo de lo que realmente hacen. Ellos jurarán que piensan en su visión todo el tiempo, pero no es cierto. Los jugadores de clase mundial se tratan de manera brutal y honesta consigo mismos, y ellos tienden a ponerse la realidad en la cara. Ellos se equivocan por el lado de la sobre práctica y la sobre preparación. Los campeones saben que, para subir a la cumbre, usted debe primero funcionar con un modo de pensar la realidad objetiva. El autoengaño y la ilusión no tienen ningún lugar en la consciencia del jugador profesional.
Páginas de Psicología y ajedrez
“Los ajedrecistasaficionados operan con ilusiónes, los maestros operan desde la realidad objetiva.
Los hábitos de los grandes, sus acciones, y sus comportamientos son totalmente congruentes con el tamaño y el alcance de su visión final. Por eso los llamamos campeones. ”
Un Paso de Acción para Hoy: Haga un compromiso de comprobar la ilusión en su puerta. Sea honesto y hagase esta pregunta de pensamiento crítico: ¿“son mis hábitos, acciones y comportamientos congruentes con la visión que tengo para mis metas en ajedrez?”
Rediseñando cursos y opciones para estudiar ajedrez.
A veces me solicitan cursos de ajedrez de lo más variado. Me proponen proyectos de lo más curioso y así me he ido adentrando al ajedrez preescolar, al ajedrez para la tercera edad, a diversos medios de comunicación como video y radio, hasta he hecho un programa de radio sobre la historia del ajedrez entre los Papas y en la historia de la Iglesia Católica.
Me han pedido clases a la manera del You Tube, y en audio libro, pero como surgen diversos medios, o mas bien variedades de medios de comunicación, ahora me han llegado peticiones de clases via celular como en una mezcla de chat.
Atendiendo esa idea preparé algún material, pero eso me llevo a otra idea, hacer un boletín de ajedrez en video, a ser subido en enlaces. Por lo pronto lo he hecho con algún material, y he mandado a algunos alumnos via email algunas pruebas. Lo curioso es que un enlace lo mandé a cuatro alumnos y al cabo de una semana tenía ya 245 descargas. Claro que no limite a mis alumnos a que no se los enviara a los amigos, ¿Pero tan rápido se difundió?. Ahora, tras tres semanas, muestra una contabilidad de 1476 descargas. Bueno, al menos me gustaría saber su opinión al respecto.
He tenido varios pedidos de videos y he experimentado todo tipo de problemas de envíos por correo y mensajería, con un 50% de efectividad y problemas en otro tanto. Solo el correo lento cumple, pero los envíos “rápidos” han sido un desastre, casi nunca llegan a su destino los CDS, mientras que los libros y CDs en cajas con timbres, tardan 20 días pero siempre llegan. En cambio las descargas y envíos de email representan 100% de usuarios satisfechos.
El problema es que el enlace de un video como que dan ganas de compartirlo. Así la cantidad de descargas.
Pero si ven un video mío, que les cayo por casualidad, al menos mándenme un email de opinión, para saber si voy bien o me regreso. Al menos en You Tube no he detectado ninguno.
Me han pedido clases a la manera del You Tube, y en audio libro, pero como surgen diversos medios, o mas bien variedades de medios de comunicación, ahora me han llegado peticiones de clases via celular como en una mezcla de chat.
Atendiendo esa idea preparé algún material, pero eso me llevo a otra idea, hacer un boletín de ajedrez en video, a ser subido en enlaces. Por lo pronto lo he hecho con algún material, y he mandado a algunos alumnos via email algunas pruebas. Lo curioso es que un enlace lo mandé a cuatro alumnos y al cabo de una semana tenía ya 245 descargas. Claro que no limite a mis alumnos a que no se los enviara a los amigos, ¿Pero tan rápido se difundió?. Ahora, tras tres semanas, muestra una contabilidad de 1476 descargas. Bueno, al menos me gustaría saber su opinión al respecto.
He tenido varios pedidos de videos y he experimentado todo tipo de problemas de envíos por correo y mensajería, con un 50% de efectividad y problemas en otro tanto. Solo el correo lento cumple, pero los envíos “rápidos” han sido un desastre, casi nunca llegan a su destino los CDS, mientras que los libros y CDs en cajas con timbres, tardan 20 días pero siempre llegan. En cambio las descargas y envíos de email representan 100% de usuarios satisfechos.
El problema es que el enlace de un video como que dan ganas de compartirlo. Así la cantidad de descargas.
Pero si ven un video mío, que les cayo por casualidad, al menos mándenme un email de opinión, para saber si voy bien o me regreso. Al menos en You Tube no he detectado ninguno.
Estudio y ajedrez.
En ocasión de un torneo de blitz, coincidieron varios entrenadores y me comentaron sobre la crisis de nuevos valores en el ajedrez, pues si bien hay varios que destacan en los torneos blitz y activos, pocos lo hacen en los torneos formales valederos para las clasificaciones FIDE.
La queja general es la misma de muchos años atrás, pocos jóvenes sienten que se les apoyan y que no se les estimula y motiva para que estudien seriamente el ajedrez. Desgraciadamente para muchos que hace cinco años eran unas promesas muy brillantes, el tiempo ha pasado y siguen más o menos en el mismo nivel. Hace tres décadas lo común era que los muchachos a los 16 años ya tenían nivel internacional, y se podía hablar en 1980 de más de dos docenas de esa edad que ya jugaban fuerte. Son los mismos que ahora de Grandes Maestros y Maestros Internacionales ocupan los primeros lugares de los torneos e integran equipos olímpicos y representaciones internacionales, claro que con edad entre los 40 y 50 años de edad. Pero hay menos de una docena de jugadores de entre 15 y 18 años que prometen ser los remplazos de esos Así que hay el temor de que el equipo olímpico de 2010 tenga mayor promedio de edad que el de 2000. Espero que no sea una década mayor.
Por lo pronto, si vemos las estadísticas, en la gran mayoría de los países el promedio de edad no rebasa los 30 años. Esa debiera ser la regla, pues tengo la certeza de que no es motivante para nadie que mayores de 30 años participen en un equipo olímpico. En mi experiencia de dos olimpíadas y luego de examinar otras 6, los peores resultados de los equipos los tuvieron los mayores de 30 años, cuando los equipos tenían jugadores con menos de 30 años. Aunque hace ya muchas olimpíadas en un equipo de México no hay más de dos jugadores menor de 30 años.
Se deben hacer selectivos para las olimpíadas, pero sería muy útil si pusieran esa regla de que sólo participen menores de 30 años. Así ya no habría equipos de dinosaurios y seguramente estimularía a muchos jóvenes que no ven como sin apoyo y sin instrucción institucionalizada como abrirse paso entre los cuarentones y cincuentones que en su tiempo si recibieron el apoyo institucionalizado que ahora solo se da a verdaderos fósiles del ajedrez.
Mientras que en otros países abundan jugadores menores de 15 años con título internacional, en México unos cuantos llegan siquiera a los 2100 de rating.
Ahora no se piense que creo que solo los menores de 30 años pueden superarse. Digo que los mayores de 30 años no deben ir a olimpíadas, ya que es una manera ideal de estimular a los jóvenes, y deben usarse los cinco puestos para ello. Pero creo firmemente que los “baby boomers”, los cincuentones pueden mejorar mucho en ajedrez, siempre que no crean llegar a disputarle al cuarentón Anand el título. La aspiración debe ser llegar a ser un excelente jugador de ajedrez y un mejor ser humano. Uno puede destacar internacionalmente hasta cierto punto, ganar sus torneos y destacar digamos hasta los 2400 o quizás 2500, pero no lograr llegar a la super elite de 2700 y 2800, eso es para los que empiezan la carrera muy jóvenes y ya andan a los 18 años rozando los 2600. Para los demás queda un ajedrez igual de rico e interesante, y mucho menos angustiante.
Una vez al excampeón mundial Mikhail Tal se le interrogaba sobre el futuro de un jugador mexicano y decía: “Tiene excelentes cualidades, pero es una buena persona y para ser un jugador de los mejores del mundo hay que ser mala persona”. Ya lo decía también Alekhine, el ajedrecista de primera línea, debe ser una mezcla de asceta, monje con un ave de rapiña. Y yo creo que se refería a un monje medio maldito.
Dicen que el ajedrez es el arte marcial de la mente, pero yo agregaría que es un deporte extremo mental también, pues es sumamente duro y agresivo cuando se esta al más alto nivel. A esas alturas, desconocidas excepto para uno entre un millón, la vida no debe ser fácil. Pero a otros niveles, aunque tampoco sea la cosa fácil, hay una belleza más sencilla de apreciar, más sana.
Regresaron los torneos sabatinos de Ajedrez.
Los aficionados al ajedrez en Ciudad de México se alegran de que de nuevo cuentan con torneos sabatinos de ajedrez, que se habían suspendido desde mediados del año pasado a causa del fallecimiento del gran promotor del ajedrez, el Ing. Ferríz Carrasquedo.
Esta vez el club Chess Boutique, del sur de la Ciudad, tomó la estafeta y realizó el primero de la que se espera sea una larga serie de torneos sabatinos. Abiertos para todo público y para todos los niveles de jugadores, se trata de brindar a los ajedrecistas capitalinos una oportunidad de que cada semana practiquen ajedrez. El ritmo es de blitz, a cinco minutos por jugador para toda la partida e iniciarán normalmente a las 16:30 horas para disfrutar de dos horas de ajedrez.
Chess Boutique también periódicamente organiza torneos con ritmos más serios, pero generalmente para jugadores de menos de 2000, ya que busca promocionar el ajedrez social más que el de alta competencia, pero con la finalidad de que los Maestros también jueguen en chess boutique, brinda la opción de competencias de blitz, para que los aficionados experimenten el jugar con jugadores de alto nivel, sin los altos costos de inscripción de los torneos formales con premiaciones monetarias altas.
4 feb 2010
El informador Metropolitano de Ajedrez 2 ya salio
Ya se envio via email el Informador Metropolitano de Ajedrez numero 2, si no le llego, solicitelo a chesscom@hotmail.com
Un Campeonato Mundial de Ajedrez en Ciudad de La Habana.
Por MI Raúl Ocampo Vargas.
En el mes de febrero se disfruta un buen clima en La Habana. La brisa refresca los días del invierno cálido y las noches son sencillamente muy agradables. En comparación al duro clima de Europa, febrero en La Habana es un paraíso.
En febrero de 1889 desembarca en el muelle de La Luz, un jugador ruso de ajedrez para disputar el Campeonato Mundial a William Steinitz, norteamericano de origen austriaco.
Mikhail Chigorin es sin duda el ajedrecista ruso más famoso de la época. El gran periodista habanero y considerado el “Apóstol” de la patria cubana, José Julián Martí Pérez lo describe de la siguiente manera: “El famoso Chigorin es un maestro del gambito de Evans”. El grupo promotor del match, los miembros del famoso Club de Ajedrez de La Habana, rinden en el muelle de La Luz una cálida bienvenida. Como lo relata el periodista de “El Diario de La Marina”: “Ante nosotros apareció una persona de rostro franco y agradable, de cultas maneras y de vivaz carácter”.
A pesar de que Chigorin no lo expresaba, era claro que el clima tropical no sentaba bien al ruso. Se le veía con el rostro muy enrojecido y bebía constantemente agua fría, con grandes bloques de hielo flotando en su vaso. Se habían tomado providencias para que los contrincantes no sufrieran por el clima. Se jugaba en horario vespertino, en un mes de clima tranquilo y los ventiladores abundaban. Steinitz, con sus 53 años, se veía muy fresco, pero Chigorin si tenía un aspecto de sufrir por el calor. Pero no se quejo. Se decía que durante ese match Chigorin tomaba brandy, la cantidad que deseara; y Steinitz champagna...
Algunos biógrafos escribieron que Chigorin fue un fuerte bebedor al final de su vida y que murió de diabetes a los 57 años con el higado destrozado.
Por las mañanas Chigorin adoptó una rutina, caminando entre las calles llenas de columnas cercanas al Prado. La calle Obispo y Montserrat, con un parquecito pequeño, agradaba al maestro ruso para descansar por la mañana. Después caminaba un poco hacia el Prado y recibía la brisa de frente.
Pero poco a poco Chigorin iba dejando de lado su rutina y pronto ya no se levantó por la mañana y salía hasta después del mediodía de su habitación. Refugiado totalmente del calor.
El match de 1889 fue desfavorable para el ruso, que salió derrotado por 10 a 6 a favor de Steinitz. Pero los cubanos seguían favoreciendo a Chigorin. El estilo romántico de Chigorin, atraía al temperamento latino de los cubanos más que el estilo científico y matemático de Steinitz. Chigorin prolongó su estancia en La Habana y compartió muchas horas con los aficionados cubanos, que festejaban ruidosamente en sus exhibiciones de partidas simultáneas o sus partidas individuales, las brillantes combinaciones que ejecutaba Chigorin. El Gran Maestro Chigorin escribe así sobre su primera visita a la Isla Grande del Caríbe: “Siempre había mucho público y nuestro encuentro era el tema de la actualidad en La Habana. No podía aparecer en ninguna parte, ni en los paseos o en las tiendas para no ser rodeado por personas del todo desconocidas para mí que me hacían cualquier cantidad de preguntas. Me rodeaban de atención como podían y, al parecer, todas las simpatías estaban de mi lado”.
El match con Steinitz terminó, pero los cubanos querían de nuevo tener a Chigorin en las calles de La Habana. A finales de 1889, el Club de Ajedrez de La Habana organizó otro match para Chigorin, esta vez con el inglés Isidoro Gunsberg, a quien consideraban algunos un retador más digno para Steinitz que el ruso. Chigorin, a pesar de que nunca se acostumbró al clima, estaba enamorado de la Ciudad. Visitaba con verdadero gusto sus calles y era visitante frecuente de alguno de sus cafés. En particular le gustaba recorrer la calle de Obispo y hubiera seguramente disfrutado el Café de Louvre en el Hotel Inglaterra, si no hubiese sido por que ya se consideraba este café como algo intranquilo, pues continuamente había disputas políticas en sus alrededores.
El match con Gunsberg terminó igualado, pero la relación entre los miembros del Club de Ajedrez de La Habana y el maestro ruso se estrechó durante el encuentro. Finalmente lo nombraron miembro honorario del Club.
De nuevo los miembros tratan de organizar un Campeonato Mundial en La Habana, y todos están por que Chigorin vuelva a ser el retador.
Por tercera vez Chigorin arriba a La Habana, esta vez al comienzo del invierno de 1891, para tratar de quitarle el título mundial al viejo Steinitz. El periodista mexicano de origen cubano, Andrés Clemente Vázquez escribía en un artículo que “en un futuro próximo Mijail Chigorin puede ser el elegido de la gloria y la fortuna para el Olimpo del ajedrez”.
El segundo match entre Chigorin y Steinitz captó mayor interés que el primero. Las partidas se transmitían por telégrafo a Estados Unidos y a Europa. Esta vez no se jugaría en Prado y Virtudes, sino que fue elegido el Centro Asturiano como sede del torneo, en uno de los salones mas espaciosos de la ciudad. Para la organización del encuentro fueron asignados 100 mil dólares. La sala del Centro Asturiano, con una capacidad para 500 personas, cada día estaba totalmente llena, con un público numeroso virtualmente apiñado. Entre los espectadores presentes, estaba presente el Jefe de ayudantes del general español Loño, José María Capablanca, el padre del futuro campeón mundial.
El match inicia en enero de 1892. El diario “Figaro” de La Habana se disputaba el liderato por la mejor cobertura del encuentro con el “Diario de La Marina”. La abundancia de sus notas y su mejor redacción, pues la realizaban periodistas muy capaces como Gelabert, Vazquez y Corzo, hizo del “Figaro” la referencia básica del encuentro. Al principio el ruso tomó la delantera. El “Figaro” destacaba lo enconado de la lucha y definía a Chigorin como exponente de una escuela brillante impetuosa de ataques turbulentos e inesperados. Mas tarde, Steinitz tomó el liderato. Las negociaciones previas al match establecían que sería vencedor quien acumulase diez victorias. El 28 de febrero, cuando la cuenta iba por 9 a 8 a favor de Steinitz, ya que la anterior partida fue victoria de Steinitz, tras de que iban 8 a 8, el match alcanzó todo su apogeo. La posición en el tablero era mejor para Chigorin y muchos se esperaban que se igualara el match 9 a 9. Pero aquí surgió un lance que resultó en realidad uno de los errores más grandes de la historia de los mundiales y Steinitz se aprovecha del grueso error con precisión y lo derrota, ganando el match 10 a 8. La victoria era pírrica, como el mismo Steinirz la describió. El prestigio de Chigorin no mermó en absoluto con esa derrota.
Al concluir sus crónicas, el “Figaro” subrayaba que, moralmente, Mikhail Chigorin estaba al mismo nivel de Steinitz, pues mostró ser un ajedrecista igualmente talentoso y profundo como el campeón del mundo. En ese mismo diario, Don Andrés Clemente Vásquez escribió: “No expresamos a Chigorin ni condolencias ni el pesar, sino por el contrario, estamos admirados de él. Viaje nuevamente hasta acá, lo esperamos... “
El Club de Ajedrez de La Habana, proyectó e hizo gestones para organizar nuevos encuentros para Chigorin, no querían separarse de él y se manifestaban sus seguidores más entusiastas. Pero no se concretó nada finalmente.
Las tres estadías de Chigorin en La Habana rebasaron, pos su significado, los marcos del ajedrez. Ellas despertaron un amplio interés en la distante Rusia en la Chigorin regreso a Rusia enamorado de Cuba. De vuelta en la patria, Mikhail Chigorin solía hablar de la isla en las páginas de las publicaciones rusas de ajedrez.
REPUBLICACION
En el mes de febrero se disfruta un buen clima en La Habana. La brisa refresca los días del invierno cálido y las noches son sencillamente muy agradables. En comparación al duro clima de Europa, febrero en La Habana es un paraíso.
En febrero de 1889 desembarca en el muelle de La Luz, un jugador ruso de ajedrez para disputar el Campeonato Mundial a William Steinitz, norteamericano de origen austriaco.
Mikhail Chigorin es sin duda el ajedrecista ruso más famoso de la época. El gran periodista habanero y considerado el “Apóstol” de la patria cubana, José Julián Martí Pérez lo describe de la siguiente manera: “El famoso Chigorin es un maestro del gambito de Evans”. El grupo promotor del match, los miembros del famoso Club de Ajedrez de La Habana, rinden en el muelle de La Luz una cálida bienvenida. Como lo relata el periodista de “El Diario de La Marina”: “Ante nosotros apareció una persona de rostro franco y agradable, de cultas maneras y de vivaz carácter”.
A pesar de que Chigorin no lo expresaba, era claro que el clima tropical no sentaba bien al ruso. Se le veía con el rostro muy enrojecido y bebía constantemente agua fría, con grandes bloques de hielo flotando en su vaso. Se habían tomado providencias para que los contrincantes no sufrieran por el clima. Se jugaba en horario vespertino, en un mes de clima tranquilo y los ventiladores abundaban. Steinitz, con sus 53 años, se veía muy fresco, pero Chigorin si tenía un aspecto de sufrir por el calor. Pero no se quejo. Se decía que durante ese match Chigorin tomaba brandy, la cantidad que deseara; y Steinitz champagna...
Algunos biógrafos escribieron que Chigorin fue un fuerte bebedor al final de su vida y que murió de diabetes a los 57 años con el higado destrozado.
Por las mañanas Chigorin adoptó una rutina, caminando entre las calles llenas de columnas cercanas al Prado. La calle Obispo y Montserrat, con un parquecito pequeño, agradaba al maestro ruso para descansar por la mañana. Después caminaba un poco hacia el Prado y recibía la brisa de frente.
Pero poco a poco Chigorin iba dejando de lado su rutina y pronto ya no se levantó por la mañana y salía hasta después del mediodía de su habitación. Refugiado totalmente del calor.
El match de 1889 fue desfavorable para el ruso, que salió derrotado por 10 a 6 a favor de Steinitz. Pero los cubanos seguían favoreciendo a Chigorin. El estilo romántico de Chigorin, atraía al temperamento latino de los cubanos más que el estilo científico y matemático de Steinitz. Chigorin prolongó su estancia en La Habana y compartió muchas horas con los aficionados cubanos, que festejaban ruidosamente en sus exhibiciones de partidas simultáneas o sus partidas individuales, las brillantes combinaciones que ejecutaba Chigorin. El Gran Maestro Chigorin escribe así sobre su primera visita a la Isla Grande del Caríbe: “Siempre había mucho público y nuestro encuentro era el tema de la actualidad en La Habana. No podía aparecer en ninguna parte, ni en los paseos o en las tiendas para no ser rodeado por personas del todo desconocidas para mí que me hacían cualquier cantidad de preguntas. Me rodeaban de atención como podían y, al parecer, todas las simpatías estaban de mi lado”.
El match con Steinitz terminó, pero los cubanos querían de nuevo tener a Chigorin en las calles de La Habana. A finales de 1889, el Club de Ajedrez de La Habana organizó otro match para Chigorin, esta vez con el inglés Isidoro Gunsberg, a quien consideraban algunos un retador más digno para Steinitz que el ruso. Chigorin, a pesar de que nunca se acostumbró al clima, estaba enamorado de la Ciudad. Visitaba con verdadero gusto sus calles y era visitante frecuente de alguno de sus cafés. En particular le gustaba recorrer la calle de Obispo y hubiera seguramente disfrutado el Café de Louvre en el Hotel Inglaterra, si no hubiese sido por que ya se consideraba este café como algo intranquilo, pues continuamente había disputas políticas en sus alrededores.
El match con Gunsberg terminó igualado, pero la relación entre los miembros del Club de Ajedrez de La Habana y el maestro ruso se estrechó durante el encuentro. Finalmente lo nombraron miembro honorario del Club.
De nuevo los miembros tratan de organizar un Campeonato Mundial en La Habana, y todos están por que Chigorin vuelva a ser el retador.
Por tercera vez Chigorin arriba a La Habana, esta vez al comienzo del invierno de 1891, para tratar de quitarle el título mundial al viejo Steinitz. El periodista mexicano de origen cubano, Andrés Clemente Vázquez escribía en un artículo que “en un futuro próximo Mijail Chigorin puede ser el elegido de la gloria y la fortuna para el Olimpo del ajedrez”.
El segundo match entre Chigorin y Steinitz captó mayor interés que el primero. Las partidas se transmitían por telégrafo a Estados Unidos y a Europa. Esta vez no se jugaría en Prado y Virtudes, sino que fue elegido el Centro Asturiano como sede del torneo, en uno de los salones mas espaciosos de la ciudad. Para la organización del encuentro fueron asignados 100 mil dólares. La sala del Centro Asturiano, con una capacidad para 500 personas, cada día estaba totalmente llena, con un público numeroso virtualmente apiñado. Entre los espectadores presentes, estaba presente el Jefe de ayudantes del general español Loño, José María Capablanca, el padre del futuro campeón mundial.
El match inicia en enero de 1892. El diario “Figaro” de La Habana se disputaba el liderato por la mejor cobertura del encuentro con el “Diario de La Marina”. La abundancia de sus notas y su mejor redacción, pues la realizaban periodistas muy capaces como Gelabert, Vazquez y Corzo, hizo del “Figaro” la referencia básica del encuentro. Al principio el ruso tomó la delantera. El “Figaro” destacaba lo enconado de la lucha y definía a Chigorin como exponente de una escuela brillante impetuosa de ataques turbulentos e inesperados. Mas tarde, Steinitz tomó el liderato. Las negociaciones previas al match establecían que sería vencedor quien acumulase diez victorias. El 28 de febrero, cuando la cuenta iba por 9 a 8 a favor de Steinitz, ya que la anterior partida fue victoria de Steinitz, tras de que iban 8 a 8, el match alcanzó todo su apogeo. La posición en el tablero era mejor para Chigorin y muchos se esperaban que se igualara el match 9 a 9. Pero aquí surgió un lance que resultó en realidad uno de los errores más grandes de la historia de los mundiales y Steinitz se aprovecha del grueso error con precisión y lo derrota, ganando el match 10 a 8. La victoria era pírrica, como el mismo Steinirz la describió. El prestigio de Chigorin no mermó en absoluto con esa derrota.
Al concluir sus crónicas, el “Figaro” subrayaba que, moralmente, Mikhail Chigorin estaba al mismo nivel de Steinitz, pues mostró ser un ajedrecista igualmente talentoso y profundo como el campeón del mundo. En ese mismo diario, Don Andrés Clemente Vásquez escribió: “No expresamos a Chigorin ni condolencias ni el pesar, sino por el contrario, estamos admirados de él. Viaje nuevamente hasta acá, lo esperamos... “
El Club de Ajedrez de La Habana, proyectó e hizo gestones para organizar nuevos encuentros para Chigorin, no querían separarse de él y se manifestaban sus seguidores más entusiastas. Pero no se concretó nada finalmente.
Las tres estadías de Chigorin en La Habana rebasaron, pos su significado, los marcos del ajedrez. Ellas despertaron un amplio interés en la distante Rusia en la Chigorin regreso a Rusia enamorado de Cuba. De vuelta en la patria, Mikhail Chigorin solía hablar de la isla en las páginas de las publicaciones rusas de ajedrez.
REPUBLICACION
Desde Chile llego correo
Llego un correo desde Chile pidiendo informacion sobre material de Cuba, pero se bloqueo como correo no deseado. Favor de mandar por otro email la consulta, pues no se pudo recuperar.
3 feb 2010
El Ajedrez en México
Por Manuel Márquez Sterling
(Publicado por Librería Madrileña, de J.Buxó y Comp.; Coliseo Viejo, esquina al Callejón del Espíritu Santo; 1897).
Poco ha progresado el ajedrez en esta hermosa tierra, á pesar de la mucha afición que se le profesa. Hay ajedrecistas de talento, y muchos llegaría á puestos distinguidos, si no los dominara una profunda apatía para estudiar y analizar.
La crónica del año 1896 registra pocos sucesos en sus páginas. La práctica constante de los Sres. Escontría, Eguiluz y Caloca, violenta como falta de verdadero interés, no constituye acontecimiento digno de mención. Si puede anotarse en ella, la fina atención con que el Sr. Caloca se dedica al noble arte de Morphy, esperando todos de su genio, un nombre que brille en lo porvenir con ventajas sobre los veteranos Eguiluz y Escontría.
Hacia el mes de Agosto, habiendo yo regresado de Europa, se trató de un match entre Escontría – considerado el jugador mexicano más fuerte, después de Andrés Clemente Vázquez – y el autor de estas líneas.
No pudo verificarse entonces, y entre tanto, Mr. R.B. Keys, antiguo campeón de New Jersey, aceptó un reto mío para jugar un match al mejor resultado de diez partidas. El score fué el siguiente:
Aperturas Vencedor Jugadas.
I. Guioco Piano Tablas 65
II. Ruy López Sterling 27
III. Vienesa id. 24
IV. Ruy López id. 50
V. Allgaier id. 58
VI. De Revieré Keys 21
VII. Gamb. Del Centro Sterling 25
(Nota.- En las partidas impares, lleva las blancas Mr. Keys).
Resultado:
M.M. Sterling, juegos ganados 5
R.B. Keys, juegos ganados 1
Tablas 1
Total de juegos 7
(En el archivo adjunto se puede ver la 3era. Partida con comentarios de M.M. Sterling).
El match Escontría v. Márquez Sterling se concertó después para el 1o. de Diciembre, y el Jockey Club ofreció sus salones para que en ellos se jugara. Firmado el contrato, se señaló como apuesta $300. Desdichadamente Escontría tuvo contratiempos de tal importancia, que la víspera me manifestó que no podía jugar, y el proyecto quedó totalmente anulado.
La llegada á está del Sr. M.P.Marceau, distinguido jugador procedente del Manhattan Chess Club de New York, animó un poco á los ajedrecistas, jugando matches con el Sr. Caloca y partidas sueltas conmigo.
Termina con esto el movimiento del ajedrez en México, durante el año de 1896.
(En el archivo adjunto se puede ver una partida Caloca v Marceau con comentarios de M.M. Sterling).
Herr A. Thimm.
Por Manuel Márquez Sterling
(Publicado por Librería Madrileña, de J.Buxó y Comp.; Coliseo Viejo, esquina al Callejón del Espíritu Santo; 1897).
El ajedrez está de luto en México. Apenas llorábamos la muerte de Antonio Príani (el brillante antagonista de Andrés Clemente Vázquez), Herr A. Thimm, el alemán, como cariñosamente se le llamaba en el Club del Sr. Eguiluz, ha sucumbido en Durango victima de un tristísimo accidente.
Thimm, hacía más de doce años que vivía en México. Su afición al ajedrez era decidida, y á él dedicaba todo el tiempo que le era posible.
Indudablemente, los ajedrecistas mexicanos, han perdido en Thimm á un compañero. Escontría y Eguiluz sostenían con él, casi á diario, sesiones interesantísimas.
El estilo de Thimm, tenía algo del romanticismo del estilo de Morphy..
En la página 126 del II tomo del “Análisis del Juego de Ajedrez” ( 3era. Edición) de A.C. Vázquez, aparece una preciosísima partida y que será conservada como ejemplo del genio del malogrado Thimm.
(En el archivo adjunto se puede ver una partida de M.M. Sterling contra A.B. Hodges, que con comentarios aparece en el mismo cuaderno que los dos artículos anteriores).
Como nota adicional, presentó una lista de las obras de M.M. Sterling anunciadas en el mismo cuaderno citado:
Obras de Manuel Márquez Sterling de venta en la librería de J. Buxó y Comp.
Título Precios
Menudencias (críticas) $1 .50 rústica
Quisicosas (críticas) $1 .00 rústica
Escarcha, con pr{ologo de M. del Palacio $0 .50 rústica
Rasguños (sátiras y críticas) $0 .50 rústica
Un poco de ajedrez $0 .50 rústica
Ajedrez moderno $0 .50 rústica
El arte de Philidor (Revista) $2 .00 rústica
La estrategia moderna (Revista) $0 .25 rústica
Match con A.C. Vázquez $0 .35 rústica
Tratado analítico del juego de ajedrez $1 .00 rústica
Páginas de ajedrez $0 .50 rústica
Revista internacional de ajedrez $2 .50 pasta
Emanuel Lasker $0 .30 rústica
(Publicado por Librería Madrileña, de J.Buxó y Comp.; Coliseo Viejo, esquina al Callejón del Espíritu Santo; 1897).
Poco ha progresado el ajedrez en esta hermosa tierra, á pesar de la mucha afición que se le profesa. Hay ajedrecistas de talento, y muchos llegaría á puestos distinguidos, si no los dominara una profunda apatía para estudiar y analizar.
La crónica del año 1896 registra pocos sucesos en sus páginas. La práctica constante de los Sres. Escontría, Eguiluz y Caloca, violenta como falta de verdadero interés, no constituye acontecimiento digno de mención. Si puede anotarse en ella, la fina atención con que el Sr. Caloca se dedica al noble arte de Morphy, esperando todos de su genio, un nombre que brille en lo porvenir con ventajas sobre los veteranos Eguiluz y Escontría.
Hacia el mes de Agosto, habiendo yo regresado de Europa, se trató de un match entre Escontría – considerado el jugador mexicano más fuerte, después de Andrés Clemente Vázquez – y el autor de estas líneas.
No pudo verificarse entonces, y entre tanto, Mr. R.B. Keys, antiguo campeón de New Jersey, aceptó un reto mío para jugar un match al mejor resultado de diez partidas. El score fué el siguiente:
Aperturas Vencedor Jugadas.
I. Guioco Piano Tablas 65
II. Ruy López Sterling 27
III. Vienesa id. 24
IV. Ruy López id. 50
V. Allgaier id. 58
VI. De Revieré Keys 21
VII. Gamb. Del Centro Sterling 25
(Nota.- En las partidas impares, lleva las blancas Mr. Keys).
Resultado:
M.M. Sterling, juegos ganados 5
R.B. Keys, juegos ganados 1
Tablas 1
Total de juegos 7
(En el archivo adjunto se puede ver la 3era. Partida con comentarios de M.M. Sterling).
El match Escontría v. Márquez Sterling se concertó después para el 1o. de Diciembre, y el Jockey Club ofreció sus salones para que en ellos se jugara. Firmado el contrato, se señaló como apuesta $300. Desdichadamente Escontría tuvo contratiempos de tal importancia, que la víspera me manifestó que no podía jugar, y el proyecto quedó totalmente anulado.
La llegada á está del Sr. M.P.Marceau, distinguido jugador procedente del Manhattan Chess Club de New York, animó un poco á los ajedrecistas, jugando matches con el Sr. Caloca y partidas sueltas conmigo.
Termina con esto el movimiento del ajedrez en México, durante el año de 1896.
(En el archivo adjunto se puede ver una partida Caloca v Marceau con comentarios de M.M. Sterling).
Herr A. Thimm.
Por Manuel Márquez Sterling
(Publicado por Librería Madrileña, de J.Buxó y Comp.; Coliseo Viejo, esquina al Callejón del Espíritu Santo; 1897).
El ajedrez está de luto en México. Apenas llorábamos la muerte de Antonio Príani (el brillante antagonista de Andrés Clemente Vázquez), Herr A. Thimm, el alemán, como cariñosamente se le llamaba en el Club del Sr. Eguiluz, ha sucumbido en Durango victima de un tristísimo accidente.
Thimm, hacía más de doce años que vivía en México. Su afición al ajedrez era decidida, y á él dedicaba todo el tiempo que le era posible.
Indudablemente, los ajedrecistas mexicanos, han perdido en Thimm á un compañero. Escontría y Eguiluz sostenían con él, casi á diario, sesiones interesantísimas.
El estilo de Thimm, tenía algo del romanticismo del estilo de Morphy..
En la página 126 del II tomo del “Análisis del Juego de Ajedrez” ( 3era. Edición) de A.C. Vázquez, aparece una preciosísima partida y que será conservada como ejemplo del genio del malogrado Thimm.
(En el archivo adjunto se puede ver una partida de M.M. Sterling contra A.B. Hodges, que con comentarios aparece en el mismo cuaderno que los dos artículos anteriores).
Como nota adicional, presentó una lista de las obras de M.M. Sterling anunciadas en el mismo cuaderno citado:
Obras de Manuel Márquez Sterling de venta en la librería de J. Buxó y Comp.
Título Precios
Menudencias (críticas) $1 .50 rústica
Quisicosas (críticas) $1 .00 rústica
Escarcha, con pr{ologo de M. del Palacio $0 .50 rústica
Rasguños (sátiras y críticas) $0 .50 rústica
Un poco de ajedrez $0 .50 rústica
Ajedrez moderno $0 .50 rústica
El arte de Philidor (Revista) $2 .00 rústica
La estrategia moderna (Revista) $0 .25 rústica
Match con A.C. Vázquez $0 .35 rústica
Tratado analítico del juego de ajedrez $1 .00 rústica
Páginas de ajedrez $0 .50 rústica
Revista internacional de ajedrez $2 .50 pasta
Emanuel Lasker $0 .30 rústica
2 feb 2010
Los Cubano españoles en la historia del ajedrez de Cuba y España.
En nota anterior exprese mis dudas sobre como el hijo de Celso Golmayo Z, que suponía yo se llamaba Manuel, había sido Campeón de Cuba a una edad muy joven y no haya llamado la atención. El caso es que investigando sobre ese suceso, logré mayor información que me parece interesante compartir.
Primeramente, el tema es la influencia de los nacidos en España en la vida del ajedrez de Cuba y luego los nacidos en Cuba que han influido en la historia del ajedrez de España.
La situación de la Isla de Cuba al transitar prácticamente todo el siglo XIX como parte de España, “provincia real”, que no “colonia”, a diferencia de otras naciones iberoamericanas que se independizaron entre 1810 y 1821, a principios del siglo XIX, causo una serie de cosas que diferenciaron mucho el desarrollo de la vida del ajedrez en Cuba a la de sus naciones hermanas.
Después de que los ejércitos españoles fuesen derrotados en diversas regiones de América, sus integrantes, así como muchos de los españoles más importantes radicados en esos países, se mudaron a La Habana, Cuba; con dos esperanzas: Primero la de no perder sus bienes y llevar una vida como la que tenían en los virreinatos y segundo, regresar a sus posesiones en América. No querían irse tan lejos como España y en Cuba estaban muy cerca. Consecuencia: las luchas independentistas en Cuba fueron más difíciles de emprender en Cuba que lo que fueron en México, Colombia, Perú o Argentina. Ya que precisamente los ejércitos conjuntos españoles que salieron de esos países se reunieron en La Habana, lo mismo que los pobladores españoles más ricos. La Habana se convirtió en la ciudad más rica de América, pues los españoles que se fueron a residir a Cuba se llevaron sus tesoros y riquezas, así que ahí se encontraban el oro de México, Colombia y Perú, con todo y su plata, además de joyas, obras de arte, etc. Todo lo que pudieron sacar tras la independencia de los países continentales de América. La población nativa de Cuba era superada por el gran número de españoles y criollos de México, Perú, etc; que por ser hijos de españoles y no ser nacidos en Cuba se afiliaban al bando español. Decenas de miles de soldados españoles que antes cuidaban un continente, se apretujaban en La Habana, haciendo de esta el bastión más cuidado de la corona española. Además de que de España llegaban refuerzos para no perder oportunidad de recuperar lo perdido. El caso es que se hizo muy difícil que los cubanos se independizarán de España, por más luchas que se hicieron. La Habana fue una ciudad poseída por España la mayor parte del siglo XIX. Una ciudad especialmente atractiva para los españoles, que seguían migrando a la América. Entre los españoles que llegaron a La Habana estaban dos que como ajedrecistas serían famosos en la historia del ajedrez cubano y serían campeones de la Isla. Su principal rival sería un cubano que emigró a México, se convirtió en ciudadano mexicano y sería cónsul de su nación adoptada en su país de nacimiento. Curiosamente sería Campeón de Cuba y de México y fundador de los clubes de La Habana y ciudad de México. Su nombre Andrés Clemente Vázquez Hernández. Fue el periodista que más enriqueció la literatura ajedrecística cubana y había nacido en Guines en 1884. “Fue el más brillante, fecundo e internacionalmente leído de todos los escritores de ajedrez del habla española.” Escribió de él, Carlos A. Palacio, autor de la “Historia del Ajedrez en Cuba”. No se exagera su importancia ya que hay que apuntar que desde 1889 hasta 1901, año en que murió, había escrito 16 libros de ajedrez, muchos publicados en México y un par en Madrid.. Al mismo tiempo, durante muchos años, redactó una página de ajedrez en la revista semanal "El Fígaro", en Ciudad de La Habana, siendo muy apreciados sus artículos, ya que era una autoridad en la materia y poseía talento como escritor de galano estilo y critico documentado. Al morir Clemente Vázquez era miembro honorario del Club de Ajedrez de La Habana y presidente del Club Ajedrecístico de México. Su carrera diplomática fue amplia y lo mismo fue autor de libros sobre leyes, muy reconocidos, como el del La Ley de Amparo, fundamental en la historia jurídica mexicana.
Andrés Clemente tuvo fuertes oponentes en tres españoles que llegaron a Cuba. Primero, en los 1860s, Celso Fidel Golmayo y Zúpide; luego en 1887, los hermanos Juan y Enrique Corzo Príncipe. Completaban el cuadro del ajedrez habanero figuras tan renombradas como Carlos Finlay sabio reconocido mundialmente.
De Don Celso Golmayo y Zúpide he escrito ya algunas notas. Pero permitanme anotar algunas cosas sobre Juan Corzo, quién pasaría a la fama mundial por perder un match, por el Campeonato de Cuba, con José Raúl Capablanca, cuando este aún era un niño menor de trece años.
Nació en Madrid el 24 de junio de 1873 viniendo a Cuba en 1887, como decía antes, con varios de sus hermanos, uno de los cuales también sería fuerte jugador.. Su verdadera afición por el ajedrez comenzó en 1889, al presenciar en La Habana el primer match entre Steinitz y Tchigorin, cuyas partidas siguió con interés en unión de sus hermanos, Isidoro y Enrique.
Por esa época obtuvo su primer triunfo al entablarle en unas simultáneas al famoso Capitán Mackenzie, que se expresa con encomios por el jugador de apenas 16 años. En 1890 se traslada a la Ciudad de Camagüey donde conoció a don José Antonio Pichardo, que llegaría con la independencia de Cuba a ser su Presidente del Tribunal Supremo y que fue uno de los que jugaron con Morphy en La Habana. Con el Dr. Pichardo, Corzo estudió el ajedrez a fondo.
Pronto compitió de igual a igual con fuertes jugadores entre los que se destacaban Andrés Clemente Vázquez, Celso Golmayo, Enrique Ostolaza y otros.
Pronto Corzo gana el Campeonato de Cuba, título sin embargo que se discutió existiese antes de la mitad del siglo XX.
Las primeras noticias de un Campeón cubano de ajedrez nos las ofreció Andrés Clemente Vázquez.; el precisa en su libros “El tablero Latino” (1890) que Félix Sicre (1817-1871) había sido el primero entre sus iguales en 1860. Dos años más tarde arriba a Cuba, dice Vazquez, para establecerse el español Celso Golmayo (1820-1898), que vence holgadamente en un match a F. Sicre, “convirtiéndose así no sólo en el nuevo campeón sino el primero en lograrlo tras un encuentro con ciertos visos de oficialidad.”
En 1897, por primera vez, se efectuó en el Club de Ajedrez de La Habana un torneo donde se ponía en juego el título de Campeón de Cuba. En el mismo no participó Celso Golmayo, no obstante triunfó su hijo Celsito, el detalle que faltaba, que había nacido en Cuba; logrando el título luego del necesario match de desempate entre Andrés C. Vázquez. también en 1898 se realizó un certamen similar y en esta ocasión el triunfo correspondió a Juan Corzo.
De Celso Golmayo hijo, campeón de Cuba de 1867, era fácil confundirlo históricamente con su muy famoso hermano Manuel Golmayo que fuese treinta años campeón de España y que también nació en La Habana. De Manuel veremos más después.
En la página 183 de “Ajedrez en Cuba” (La Habana, 1960) Carlos A. Palacio dio superficiales detalles del torneo, apuntando que Enrique Ostolaza fue tercero, Juan Corzo cuarto y Manuel Golmayo quinto.
Poco se ha averiguado de Celsito, si bien un obituario fue publicado en la página 97 del mes de abril de 1924 en “La Stratégie”. Se afirma que murió en Sevilla a la edad de 42 años, aunque otras fuentes dan que nació en 1879. Curiosamente se lee “Celso Golmayo y de la Torriente (Habana 1879)” en la página 202 del “Primer libro del ajedrecista” escrito por J. Paluzíe y Lucena (8ava, edición, Barcelona, 1938). Parece ser que su muerte fue el 22 de enero de 1924.
Sin duda, a Juan Corzo se le conoce fuera de Cuba por sus duelos con Capablanca, cuando era la maravilla precoz del ajedrez. En 1900 Juan Corzo ganó a Capablanca dos partidas en el match colectivo que entonces jugó este niño prodigio contra los más fuertes aficionados del Club de Ajedrez de La Habana. Pronto los acaudalados miembros del Club, que sin embargo estaban un poco a la baja después de la guerra entre España y Estados Unidos, organizaron otro match más entre Corzo y Capablanca, que fue celebrado en 1901, teniendo en discusión el Campeonato de Cuba. Corzo, por sus partidas contra Vazquez y Golmayo era de fuerza reconocida y esta victoria de Capablanca fue lo que le reafirmó más aún como ajedrecista de primer orden y un verdadero niño prodigio.
En 1902 se retorna a la fórmula de torneo para discernir al Campeón Cubano y en el mismo regreso al trono Juan Corzo, y Capablanca solamente consiguió el 4to lugar.
Al inicio de 1900 Corzo jugó dos matches contra Vázquez en La Habana, ganando el primero +4 –0 =0 mientras Vázquez ganó el segundo. +7 –5 =6. Este último match tuvo una pausa al visitar La Habana Harry Nelson Pillsbury.
El antes citado libro “Ajedrez en Cuba”, por Carlos Palacio, da una lista de matches jugados por Corzo: Juan Corzo: versus Ramón Iglesias (1897) +5 –0 =1; versus Rafael Blanco (1911) +5 –0 =0. “The American Chess Bulletin” de Mayo 1912 (página 106) menciona otro match contra Iglesias jugado en 1901 y quer Corzo ganó con anotación de +7 –5 =2. También esa fuente dice que Corzo ganó partidas casuales al Dr Lasker y a Taubenhaus. Algunas partidas entre Lasker y Corzo aparecen en “The Collected Games of Emanuel Lasker” por K. Whyld, publicado en 1998.
Corzo fue un prolífico periodista y escribió columnas en diversas publicaciones por más de 30 años. Heredó, a la muerte de Vazquez, la columna semanal de “El Figaro”, de La Habana, (curiosamente yo también escribí en un diario semanal del mismo nombre en México, con Arturo Xicotencatl Rentería), colaboró en el Capablanca Magazine de 1912 a 1914.
En 1933 funda la Revista “Jaque Mate”, pero Cuba vive momentos políticos difícil y no puede continuarla. Esta revista no tiene nada que ver con la Revista “Jaque Mate” que fundara el Dr. Juan Vela Monet en 1964.
Corzo en noviembre de 1939 fue objeto de un homenaje internacional. En un acto celebrado en la Asociación de la Prensa, el cónsul general de Costa Rica, Dr. Alfredo Valiente Lara, le impuso a Corzo la medalla de oro que le fue concedida por la Federación de Ajedrez de Costa Rica por iniciativa de su secretario, Sr. Marco Tulio Jiménez Mesén, en reconocimiento de la ejecutoria de Corzo en los últimos cincuenta años "al servicio de los ajedrecistas de las Américas". Además de la medalla, se le otorgaron dos Diplomas confiriéndole el título de Presidente de Honor y socio de mérito de aquella Federación.
Juan Corzo y Príncipe muere el 27 de septiembre de 1941; Capablanca lo sobrevivió sólo cinco meses.
Juan Corzo se consideraba cubano a pesar de nacer en Madrid. Juan Corzo casó en Cuba con la dama cubana Josefina Castellanos, y al morir dejó a la viuda y dos hijas, Josefina, Emilita y su sobrino el Dr. Enrique Corzo Arango.
Hemos hablado de dos españoles que viven y mueren en Cuba y de un cubano que vivió como español, Don Celso Golmayo de la Torriente. Toca ahora hablar de otro cubano español, Campeón de España por décadas: Manuel Golmayo de la Torriente.
El Comandante Golmayo de la Torriente ganó varios campeonatos de España, como escribí en un artículo dedicado a su padre. Pero un hecho notable es que una vez jugó con el Rey de España, Don Alfonso XIII.
El relato lo contaba así Don Manuel, en plática con un amigo:
El día antes de comenzar el Campeonato de España de 1931 ...”
“No, don Manuel, de 1921.”
“Bueno, pues sí, el día antes me encontré con el Rey en Palacio y me dijo: ‘Manolo, mañana voy a inaugurar ese Campeonato y a jugar una partida contigo.’ ‘Pero ... Majestad.’ ‘¡Nada, nada, Manolo, mañana a jugar!’ Y el Rey vino a jugar conmigo; de mis piezas quitó un caballo, y mientras todo el mundo se agolpaba en nuestra mesa el Rey me decía: ‘Manolo, ¿qué pieza muevo?’ Y yo le decía ésta o aquella jugada, y me costó mucho trabajo perder.”’
De Don Alfonso XIII nada más acierto a decir que fue de España desde su año de nacimiento, 1886, hasta que se proclamó la República en 1931. Entonces emigró a Roma, Italia; donde murió en 1941.
Don Manuel es autor de un libro muy célebre y popular en México: “Temas de Ajedrez”, que es sumamente recomendable para todos los aficionados.
Fue Campeón de España de 1902 a 1931, cuando lo derrota el Dr. Rey Ardid. Después de Capablanca y Torre, fue considerado entre 1910 y 1930 el mejor jugador de habla hispana. Nació en La Habana en 1883 y muere en Madrid en 1973.
Creo que así queda completo lo escrito sobre Don Celso Golmayo y Zúpide, logroñez y que muere en Cuba, sus hijos habaneros y que fallecen en España, un madrileño, Juan Corzo, cubano completo, de paso un cubano mexicano, Don Andrés Clemente Vázquez, y el Club de Ajedrez de La Habana.
Primeramente, el tema es la influencia de los nacidos en España en la vida del ajedrez de Cuba y luego los nacidos en Cuba que han influido en la historia del ajedrez de España.
La situación de la Isla de Cuba al transitar prácticamente todo el siglo XIX como parte de España, “provincia real”, que no “colonia”, a diferencia de otras naciones iberoamericanas que se independizaron entre 1810 y 1821, a principios del siglo XIX, causo una serie de cosas que diferenciaron mucho el desarrollo de la vida del ajedrez en Cuba a la de sus naciones hermanas.
Después de que los ejércitos españoles fuesen derrotados en diversas regiones de América, sus integrantes, así como muchos de los españoles más importantes radicados en esos países, se mudaron a La Habana, Cuba; con dos esperanzas: Primero la de no perder sus bienes y llevar una vida como la que tenían en los virreinatos y segundo, regresar a sus posesiones en América. No querían irse tan lejos como España y en Cuba estaban muy cerca. Consecuencia: las luchas independentistas en Cuba fueron más difíciles de emprender en Cuba que lo que fueron en México, Colombia, Perú o Argentina. Ya que precisamente los ejércitos conjuntos españoles que salieron de esos países se reunieron en La Habana, lo mismo que los pobladores españoles más ricos. La Habana se convirtió en la ciudad más rica de América, pues los españoles que se fueron a residir a Cuba se llevaron sus tesoros y riquezas, así que ahí se encontraban el oro de México, Colombia y Perú, con todo y su plata, además de joyas, obras de arte, etc. Todo lo que pudieron sacar tras la independencia de los países continentales de América. La población nativa de Cuba era superada por el gran número de españoles y criollos de México, Perú, etc; que por ser hijos de españoles y no ser nacidos en Cuba se afiliaban al bando español. Decenas de miles de soldados españoles que antes cuidaban un continente, se apretujaban en La Habana, haciendo de esta el bastión más cuidado de la corona española. Además de que de España llegaban refuerzos para no perder oportunidad de recuperar lo perdido. El caso es que se hizo muy difícil que los cubanos se independizarán de España, por más luchas que se hicieron. La Habana fue una ciudad poseída por España la mayor parte del siglo XIX. Una ciudad especialmente atractiva para los españoles, que seguían migrando a la América. Entre los españoles que llegaron a La Habana estaban dos que como ajedrecistas serían famosos en la historia del ajedrez cubano y serían campeones de la Isla. Su principal rival sería un cubano que emigró a México, se convirtió en ciudadano mexicano y sería cónsul de su nación adoptada en su país de nacimiento. Curiosamente sería Campeón de Cuba y de México y fundador de los clubes de La Habana y ciudad de México. Su nombre Andrés Clemente Vázquez Hernández. Fue el periodista que más enriqueció la literatura ajedrecística cubana y había nacido en Guines en 1884. “Fue el más brillante, fecundo e internacionalmente leído de todos los escritores de ajedrez del habla española.” Escribió de él, Carlos A. Palacio, autor de la “Historia del Ajedrez en Cuba”. No se exagera su importancia ya que hay que apuntar que desde 1889 hasta 1901, año en que murió, había escrito 16 libros de ajedrez, muchos publicados en México y un par en Madrid.. Al mismo tiempo, durante muchos años, redactó una página de ajedrez en la revista semanal "El Fígaro", en Ciudad de La Habana, siendo muy apreciados sus artículos, ya que era una autoridad en la materia y poseía talento como escritor de galano estilo y critico documentado. Al morir Clemente Vázquez era miembro honorario del Club de Ajedrez de La Habana y presidente del Club Ajedrecístico de México. Su carrera diplomática fue amplia y lo mismo fue autor de libros sobre leyes, muy reconocidos, como el del La Ley de Amparo, fundamental en la historia jurídica mexicana.
Andrés Clemente tuvo fuertes oponentes en tres españoles que llegaron a Cuba. Primero, en los 1860s, Celso Fidel Golmayo y Zúpide; luego en 1887, los hermanos Juan y Enrique Corzo Príncipe. Completaban el cuadro del ajedrez habanero figuras tan renombradas como Carlos Finlay sabio reconocido mundialmente.
De Don Celso Golmayo y Zúpide he escrito ya algunas notas. Pero permitanme anotar algunas cosas sobre Juan Corzo, quién pasaría a la fama mundial por perder un match, por el Campeonato de Cuba, con José Raúl Capablanca, cuando este aún era un niño menor de trece años.
Nació en Madrid el 24 de junio de 1873 viniendo a Cuba en 1887, como decía antes, con varios de sus hermanos, uno de los cuales también sería fuerte jugador.. Su verdadera afición por el ajedrez comenzó en 1889, al presenciar en La Habana el primer match entre Steinitz y Tchigorin, cuyas partidas siguió con interés en unión de sus hermanos, Isidoro y Enrique.
Por esa época obtuvo su primer triunfo al entablarle en unas simultáneas al famoso Capitán Mackenzie, que se expresa con encomios por el jugador de apenas 16 años. En 1890 se traslada a la Ciudad de Camagüey donde conoció a don José Antonio Pichardo, que llegaría con la independencia de Cuba a ser su Presidente del Tribunal Supremo y que fue uno de los que jugaron con Morphy en La Habana. Con el Dr. Pichardo, Corzo estudió el ajedrez a fondo.
Pronto compitió de igual a igual con fuertes jugadores entre los que se destacaban Andrés Clemente Vázquez, Celso Golmayo, Enrique Ostolaza y otros.
Pronto Corzo gana el Campeonato de Cuba, título sin embargo que se discutió existiese antes de la mitad del siglo XX.
Las primeras noticias de un Campeón cubano de ajedrez nos las ofreció Andrés Clemente Vázquez.; el precisa en su libros “El tablero Latino” (1890) que Félix Sicre (1817-1871) había sido el primero entre sus iguales en 1860. Dos años más tarde arriba a Cuba, dice Vazquez, para establecerse el español Celso Golmayo (1820-1898), que vence holgadamente en un match a F. Sicre, “convirtiéndose así no sólo en el nuevo campeón sino el primero en lograrlo tras un encuentro con ciertos visos de oficialidad.”
En 1897, por primera vez, se efectuó en el Club de Ajedrez de La Habana un torneo donde se ponía en juego el título de Campeón de Cuba. En el mismo no participó Celso Golmayo, no obstante triunfó su hijo Celsito, el detalle que faltaba, que había nacido en Cuba; logrando el título luego del necesario match de desempate entre Andrés C. Vázquez. también en 1898 se realizó un certamen similar y en esta ocasión el triunfo correspondió a Juan Corzo.
De Celso Golmayo hijo, campeón de Cuba de 1867, era fácil confundirlo históricamente con su muy famoso hermano Manuel Golmayo que fuese treinta años campeón de España y que también nació en La Habana. De Manuel veremos más después.
En la página 183 de “Ajedrez en Cuba” (La Habana, 1960) Carlos A. Palacio dio superficiales detalles del torneo, apuntando que Enrique Ostolaza fue tercero, Juan Corzo cuarto y Manuel Golmayo quinto.
Poco se ha averiguado de Celsito, si bien un obituario fue publicado en la página 97 del mes de abril de 1924 en “La Stratégie”. Se afirma que murió en Sevilla a la edad de 42 años, aunque otras fuentes dan que nació en 1879. Curiosamente se lee “Celso Golmayo y de la Torriente (Habana 1879)” en la página 202 del “Primer libro del ajedrecista” escrito por J. Paluzíe y Lucena (8ava, edición, Barcelona, 1938). Parece ser que su muerte fue el 22 de enero de 1924.
Sin duda, a Juan Corzo se le conoce fuera de Cuba por sus duelos con Capablanca, cuando era la maravilla precoz del ajedrez. En 1900 Juan Corzo ganó a Capablanca dos partidas en el match colectivo que entonces jugó este niño prodigio contra los más fuertes aficionados del Club de Ajedrez de La Habana. Pronto los acaudalados miembros del Club, que sin embargo estaban un poco a la baja después de la guerra entre España y Estados Unidos, organizaron otro match más entre Corzo y Capablanca, que fue celebrado en 1901, teniendo en discusión el Campeonato de Cuba. Corzo, por sus partidas contra Vazquez y Golmayo era de fuerza reconocida y esta victoria de Capablanca fue lo que le reafirmó más aún como ajedrecista de primer orden y un verdadero niño prodigio.
En 1902 se retorna a la fórmula de torneo para discernir al Campeón Cubano y en el mismo regreso al trono Juan Corzo, y Capablanca solamente consiguió el 4to lugar.
Al inicio de 1900 Corzo jugó dos matches contra Vázquez en La Habana, ganando el primero +4 –0 =0 mientras Vázquez ganó el segundo. +7 –5 =6. Este último match tuvo una pausa al visitar La Habana Harry Nelson Pillsbury.
El antes citado libro “Ajedrez en Cuba”, por Carlos Palacio, da una lista de matches jugados por Corzo: Juan Corzo: versus Ramón Iglesias (1897) +5 –0 =1; versus Rafael Blanco (1911) +5 –0 =0. “The American Chess Bulletin” de Mayo 1912 (página 106) menciona otro match contra Iglesias jugado en 1901 y quer Corzo ganó con anotación de +7 –5 =2. También esa fuente dice que Corzo ganó partidas casuales al Dr Lasker y a Taubenhaus. Algunas partidas entre Lasker y Corzo aparecen en “The Collected Games of Emanuel Lasker” por K. Whyld, publicado en 1998.
Corzo fue un prolífico periodista y escribió columnas en diversas publicaciones por más de 30 años. Heredó, a la muerte de Vazquez, la columna semanal de “El Figaro”, de La Habana, (curiosamente yo también escribí en un diario semanal del mismo nombre en México, con Arturo Xicotencatl Rentería), colaboró en el Capablanca Magazine de 1912 a 1914.
En 1933 funda la Revista “Jaque Mate”, pero Cuba vive momentos políticos difícil y no puede continuarla. Esta revista no tiene nada que ver con la Revista “Jaque Mate” que fundara el Dr. Juan Vela Monet en 1964.
Corzo en noviembre de 1939 fue objeto de un homenaje internacional. En un acto celebrado en la Asociación de la Prensa, el cónsul general de Costa Rica, Dr. Alfredo Valiente Lara, le impuso a Corzo la medalla de oro que le fue concedida por la Federación de Ajedrez de Costa Rica por iniciativa de su secretario, Sr. Marco Tulio Jiménez Mesén, en reconocimiento de la ejecutoria de Corzo en los últimos cincuenta años "al servicio de los ajedrecistas de las Américas". Además de la medalla, se le otorgaron dos Diplomas confiriéndole el título de Presidente de Honor y socio de mérito de aquella Federación.
Juan Corzo y Príncipe muere el 27 de septiembre de 1941; Capablanca lo sobrevivió sólo cinco meses.
Juan Corzo se consideraba cubano a pesar de nacer en Madrid. Juan Corzo casó en Cuba con la dama cubana Josefina Castellanos, y al morir dejó a la viuda y dos hijas, Josefina, Emilita y su sobrino el Dr. Enrique Corzo Arango.
Hemos hablado de dos españoles que viven y mueren en Cuba y de un cubano que vivió como español, Don Celso Golmayo de la Torriente. Toca ahora hablar de otro cubano español, Campeón de España por décadas: Manuel Golmayo de la Torriente.
El Comandante Golmayo de la Torriente ganó varios campeonatos de España, como escribí en un artículo dedicado a su padre. Pero un hecho notable es que una vez jugó con el Rey de España, Don Alfonso XIII.
El relato lo contaba así Don Manuel, en plática con un amigo:
El día antes de comenzar el Campeonato de España de 1931 ...”
“No, don Manuel, de 1921.”
“Bueno, pues sí, el día antes me encontré con el Rey en Palacio y me dijo: ‘Manolo, mañana voy a inaugurar ese Campeonato y a jugar una partida contigo.’ ‘Pero ... Majestad.’ ‘¡Nada, nada, Manolo, mañana a jugar!’ Y el Rey vino a jugar conmigo; de mis piezas quitó un caballo, y mientras todo el mundo se agolpaba en nuestra mesa el Rey me decía: ‘Manolo, ¿qué pieza muevo?’ Y yo le decía ésta o aquella jugada, y me costó mucho trabajo perder.”’
De Don Alfonso XIII nada más acierto a decir que fue de España desde su año de nacimiento, 1886, hasta que se proclamó la República en 1931. Entonces emigró a Roma, Italia; donde murió en 1941.
Don Manuel es autor de un libro muy célebre y popular en México: “Temas de Ajedrez”, que es sumamente recomendable para todos los aficionados.
Fue Campeón de España de 1902 a 1931, cuando lo derrota el Dr. Rey Ardid. Después de Capablanca y Torre, fue considerado entre 1910 y 1930 el mejor jugador de habla hispana. Nació en La Habana en 1883 y muere en Madrid en 1973.
Creo que así queda completo lo escrito sobre Don Celso Golmayo y Zúpide, logroñez y que muere en Cuba, sus hijos habaneros y que fallecen en España, un madrileño, Juan Corzo, cubano completo, de paso un cubano mexicano, Don Andrés Clemente Vázquez, y el Club de Ajedrez de La Habana.
Borges, Cortazar, Arreola y Lezama Lima su literatura y el ajedrez.
Gracias a la literatura se logró dilucidar el momento en que el ajedrez moderno fue creado y gracias también a numerosos poemas y relatos se ha podido trazar la llegada del ajedrez a distintas culturas y a las diversas regiones del mundo.
Testimonio documental de la historia del ajedrez lo han sido novelas, cuentos y relatos. Pero también el ajedrez ha influido, con sus imágenes, en la creación literaria de destacados autores. Las vivencias en el ajedrez han sido recogidas y transmitidas a los lectores en la obra de muchos escritores,
La historia del ajedrez y la literatura van siguiendo derroteros paralelos y, en muchos casos, se cruzan continuamente.
Se sabe de cierto que el ajedrez se menciona por primera vez en la lengua castellana, aunque brevemente, en “Disciplina Clencalis”, escrita en el siglo XII por Pedro Alfonso. El ajedrez se cita en la lista de las siete cualidades del caballero perfecto. Pero la primera aparición amplia en escritos castellanos es sin duda el “Libro de acedrex dados e tablas” (1283) de Alfonso X el Sabio, Rey de Castilla y León. Obra célebre a pesar de que su contenido no es totalmente original, ya que este manual ricamente ilustrado, tiene buena cantidad de textos traducidos de obras árabes. El Rey Alfonso el Sabio en su obra proyecta el gran respeto que tenía por el ajedrez como ejercicio mental y moral. Esta obra es un buen testimonio del lugar que los juegos en general y el ajedrez en particular tenia en la consideración del rey ya que sólo así se explica que pudiese dedicar tanto esfuerzo en crear una obra tan esmerada y laboriosa. La belleza y magnitud resultante la convirtió en un documento especialmente importante para la historia literaria.. En su introducción, el Rey Alfonso X nos explica que Dios quería que los hombres tengamos todo tipo de diversión. Para este rey castellano el ajedrez era un reto intelectual que podía enseñar mucho, principalmente estrategias para la guerra, la política y sobre todo de vida. Fue esa obra una manera de hacer llegar la sabiduría oriental a los lectores occidentales, y sus traducciones de escritos árabes muestra su interés por integrar lo mejor de la cultura invasora a la hispana. Llama en particular la atención el hecho de que las ilustraciones nos muestran que todos participan igualmente en el juego (como en la vida), nobles y pobres, hombres y mujeres, árabes y cristianos, viejos y niños.
No sólo en castellano el ajedrez dejo su marca desde los primeros tiempos de la literatura.
En lengua inglesa, el famoso editor norteamericano de ajedrez, Burt Hochberg realizó una amplia investigación al respecto y la publicó en su obra “The 64-Square Looking Glass: The Great Game of Chess in World Literature” (editada por Times Book, Nueva York 1993), que es un compendio de selecciones de literatura ajedrecista de muchos autores, aunque la mayoría modernos, contemplando escritores de varios idiomas Algunos de los más famosos son Woody Allen, Poul Anderson, Fernando Arrabal, Samuel Beckett, Jorge Luis Borges, Anne Brontë, Lewis Carroll, Ian Fleming, E. M. Forster, Thomas Hardy, Sinclair Lewis, Vladimir Nabukov, Ezra Pound, Alfred, Lord Tennyson, Miguel de Unamuno, y Kurt Vonnegut, Jr.
Aunque la lista de autores no es muy completa, ha sido buena referencia para investigadores en el tema. En lo particular a mi me interesa la influencia que el ajedrez pudo haber tenido en escritores iberoamericanos. Mis preferidos, Antonio Machado y José Martí, aprendieron a jugar ajedrez tardíamente y quizás por ello no se observa gran influencia de este en sus obras, si bien lo mencionan breve y ocasionalmente. Pero otros como Arreola, Cortazar y Borges son manifiestamente muy influenciados por su afición al deporte ciencia. Claro que al tocar el tema de la literatura y el ajedrez no puede circunscribirse al habla hispana, ya que un escritor notable de lengua inglesa fue particularmente adepto al ajedrez. Me refiero a Lewis Carroll. He de referirme a él por ello, pero un poco fuera del grupo principal de que quiero hablar.
Lewis Carroll en su obra maestra “Through the Looking Glass” (1871) hace de una partida comentada el tema del libro entero. En su notación Alice figura como un peón blanco aunque ella al principio no está consciente de su papel (como en el poema de Borges, somos peones en el tablero de la vida y pocos lo reconocen a tiempo). En sus comentarios indica que Alice puede ganar en once jugadas. Tras de hablar con la Reina Roja, y con los otros personajes que también son piezas como ella misma, por fin advierte la posibilidad:
“It’s a great huge game of chess that’s being played – all over the world – if this is the world at all, you know. Oh, what fun it is! How I wish I was one of them! I wouldn’t mind being a Pawn, if only I might join – though of course I should like to be a Queen, best”
(Es una enorme partida la que se juega, abarca todo el mundo, si este es el mundo en todo caso. ¡Que divertido es esto! Como desearía estar entre ellos. No me importaría ser un peón con tal de unirmeles, aunque, claro, sería mejor si fuese una dama”
La ingenua protagonista se convierte en pieza de ajedrez, no solo literariamente del autor Carroll, sino también literalmente en este juego de ajedrez vivo y de tamaño humano como se cuenta que se jugaba en las cortes reales en el siglo XV, y figurativamente como lo somos todos en la partida de ajedrez del mundo. Por ser una niña inocente, todo le parece divertido y quiere participar, en cualquier papel, así fuese el de peón, si no hay otro remedio. Lo importante es jugar, vivir. Carroll trata de atraer al lector a tomar la misma actitud y convida a su lector a participar en la partida, dándole la notación del mismo y el desafío de tratar de jugar el papel de Alice, jugar como peón y ganar en once jugadas. Una literatura interactiva.
Para los escritores iberoamericanos, la cosa es menos festiva y quizás menos voluntaria.
Herederos de la España de charanga y pandereta, devota de Frascuelo y de Maria, como diría Machado, los iberoamericanos cargan con la historia pesada de dos conquistas, la árabe de España y la española de América. Para ellos el ajedrez no perdió sus dados, tiene mucho de fatalidad y poco de libre albedrío. Hay voluntarismo en enfrentar el destino, pero siempre un oculto sentimiento, muy arraigado sin embargo, de que finalmente perderemos la partida.
Juan José Arreola santificaba las tablas sobre todas las cosas, pues sabiéndose derrotado seguro, salvar unas tablas ya era un gran triunfo. ¿Para que pensar en ganar, si todo es un engaño y esta ya agendada la derrota?
Pero el principal de ellos, los iberoamericanos escritores ajedrecistas, es Borges, que aunque viene de la Argentina que resistió la invasión inglesa y que se nutre de diversas savias europeas, comparte la visión iberoamericana del fatalismo.
Para Borges, como lo es para Bob Dylan, según su frase “In ceremonies of the horseman, even the pawn must hold a grudge”, ser peón se convierte en algo frustrante y siniestro. En otro monumental autor iberoamericano, Alejo Carpentier, se coloca al hombre en “El Reino de Este Mundo”, en posibilidad de disputar jerarquías y lugares, mientras este en la vida, ya que en el otro paraje, el de la existencia espiritual, todas las jerarquías están dadas, ya se sabe quien manda, hay ángeles, arcángeles y serafines, para el hombre esta reservado el lugar más humilde en la corte celestial. Donde puede demostrar su valor, discutir su lugar, es en el Reino de Este Mundo. ¡Que diferente a un fatalismo y al mismo tiempo que similar! Esta todo ya dado en la otra vida, pero al menos, en el corto tiempo de la vida terrenal, todo es posible disputarlo. Pero Borges da poco margen en el reino de la vida. Borges no se ve como jugador, se ve como peón bajo un albedrío y un poder ajeno, contra los que nada puede, sino obedecer. Como aquel mandato español, “escuchad y obedeced”. Escoge el peón, pero sin ver la posibilidad de llegar a la octava horizontal y erigirse en la pieza más fuerte. No hay plazo, ni siquiera el corto que da Carpentier, para reivindicarse antes de terminar con nuestro papel en el reino de este mundo. Es un peón, pero en su significado más humilde y su papel más fatalista. El peón, como se utiliza esa palabra en lenguaje coloquial, es una persona sin importancia, sin trascendencia, que se desecha y sacrifica por cualquier razón, por motivos desconocidos para el peón, que se inmolará en la ignorancia y sin el consuelo siquiera de saber que su sacrificio tuvo un propósito, o al menos alguna relevancia. Borges se cree que sabe que finalmente su papel en el universo no tenía gane, pues él no juega, es objeto inanimado e involuntario del juego. No Juega, lo juegan. Por eso, su seguidor mexicano, Juan José Arreola, mejor ajedrecista quizás que Borges, quiere jugar, pretende actuar, Arreola era actor antes de ser autor, que es jugador, pero en su dualidad supone que si no es pieza a jugar y es jugador, no será lo suficientemente bueno para derrotar a Dios contrincante y entonces aspira a las tablas.
En un par de sonetos, intitulados “Ajedrez”, Borges abarca y clasifica todas las facetas que le atraían del ajedrez:
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
Los demora hasta el alba en su severo
Ambito en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores
Las formas: torre homérica, ligero
Caballo, armada reina, rey postrero,
Oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido,
Cuando el tiempo los haya consumido,
Ciertamente no habrá cesado el rito.
En el Oriente se encendió esta guerra
Cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
Reina, torre directa y peón ladino
Sobre lo negro y blanco del camino
Buscan y libran su batalla armada.
No saben que la mano señalada
Del jugador gobierna su destino,
No saben que un rigor adamantino
Sujeta su albedrío y su jornada.
También el jugador es prisionero
(La sentencia es de Omar) de otro tablero
De negras noches y de blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonías?
En su artículo “El Manipulador manipulado: el determinismo ajedrecista en Borges” (Káñina, Vol. X (2) 1986, 29-33), Clark M. Zlotchew hace el comentario de que entre los jugadores oponentes de los cuentos de Borges “la lucha no se percibe como la que sucede entre las fuerzas del bien y del mal” sino que se advierte impersonal, fría e imparcialmente:
“de la misma manera que el vencido de una partida amistosa de ajedrez pudiera hablar a su adversario”.
Ya al titular su artículo nos esta diciendo lo que capta del poema a comentar: que el que manipula es en su turno manipulado por otro.
Borges, sin embargo, no puede dejar de ser jugador y no se abstiene de unir a su fatal sino incluso al Dios de nivel en turno, por ello juega con nosotros, sus lectores, llevándonos de la mano, y escribe, mientras alude a otro poder creativo más grande que el suyo que lo manipula a él. Se siente sin libre albedrío y se manifiesta con una protesta al creador: ¿No quedamos que me das el libre albedrío? ¿Pero, no estás ofreciendo algo que tú mismo no tienes?.
Fascinado por el ajedrez, Borges hace numerosas muchísimas al ajedrez en sus cuentos y también se ve la inspiración de la estrategia del ajedrez en la forma de sus argumentos donde protagonista y antagonista se ven como ajedrecistas oponentes. El escribe sobre el ajedrez en cinco de los ocho cuentos de su obra “El Jardín de senderos que bifurcan de Ficciones”. Es en esa obra donde se enlaza con Lewis Carroll, pues la cita con que comienza “Las ruinas circulares” es de “Through the Looking Glass” de Carroll. En sus talleres literarios y en sus tertulias ajedrecísticas de finales de los 1960s, Juan José Arreola gustaba de apuntar esos enlaces entre Borges y Carroll, y ,orgullosamente, manifestaba que él había resuelto los planteos de Carroll, de ajedrez, más rápidamente que su insigne guía literario. En “El Jardín de senderos que se bifurcan” los protagonistas, uno del oriente y uno del occidente, disputan un duelo de ingenios que no es otra cosa que una especie de partida de ajedrez, donde se respetan los turnos.. Cada jugada que hace un jugador determina las opciones del otro, como los buenos ajedrecistas pueden adivinar los resultados de muchas jugadas ya por venir. En eso copia al Carroll de la interactividad. El lector participa, tiene que dilucidar, valorar, elegir. En fin, jugar ajedrez: “En una adivinanza cuyo tema es el ajedrez, ¿cuál es la única palabra prohibida?”
En la segunda parte de “Ficciones”, Borges siguió el modelo de Carroll estableciendo una partida como base del cuento entero “El Milagro Secreto”. Un sueño de un partido de ajedrez se juega por generaciones de una familia que ya ha olvidado de que o por qué juegan este juego. Aquí no puede uno dejar de pensar en el “Macondo” de García Marquéz, donde se pierde la ubicación del lugar con los tiempos. Arreola en algunos cuentos trata de plantear también algunas adivinanzas, pero, como él mismo confesara: “Soy mejor resolviendo problemas de ajedrez que planteándolos”. Aunque luego decía que su vida era un problema no resuelto o que tenía varias soluciones con error. Borges en “La Secta del Fénix” nos dice claramente Orbis terrarum est especulum Ludi, es decir que la tierra es un espejo o un reflejo del (Gran) Juego que es la existencia. Desde Homero tenemos ese espectáculo de los dioses manipulando a los humanos como piezas para dirimir sus disputas. Edipo será la muestra de la vulnerabilidad del hombre ante los designios de los dioses, sobre todo del destino, que juega ajedrez utilizando como piezas a los mismos moradores del Olimpo.
Para un estudio más profundo sobre el tema, puedo referir al lector a un artículo titulado “Chess and Mirrors: Form as Metaphor in Three Sonnets of Jorge Luis Borges” de Nancy B. Mandlove, que se publicó en el Kentucky Romance Quarterly (UA P1.K4) en 1980.
Cortázar, más optimista, pero sin superar a Arreola en ese sentido, se vemás como jugador y, sin ninguna base, como buen jugador. Al debatir con el Vicepresidente de la Federación Nacional de Ajedrez, Ing. Esquivel, me doy cuenta del desconocimiento que poseo sobre la obra de Cortázar, que llega a mi por segunda mano, pero eso sil muy docta, de Juan José Arreola, lo que me hace conocerlo sólo a través de los ojos y enseñanzas de Arreola entre partidas de ajedrez. Cortázar también se refiere al ajedrez constantemente. En el título de una colección de cuentos, Final del Juego. El final del juego, forma una de las partes críticas del juego del ajedrez para ganar. También se usa el patrón de una partida de ajedrez para una trama como Carroll y Borges. Recurso que copian diversos escritores desde que fue empleado en el siglo XV. En “Cartas de mamá”, el protagonista advierte que está como jugando ajedrez, pero en simultáneas, no con un contrincante y un tablero, sino con tres o cuatro. Su oponente no es simplemente su esposa como advirtió desde el principio, sino que también han ocupado tableros en la simultánea de su vida su madre y su hermano muerto. Seguramente Cortázar conocía la vida de Pablo Morphy. Cortázar sigue la idea de Carroll de describir cada jugada con notación descriptiva, como Peón Cuatro Rey, así llegando el momento en que, como Alice, que es peón, le toca mover.
Borges, como sus seguidores Arreola y Cortázar, también a su vez era seguidor de otros, que tal vez eran seguidores de otros. La cadena es tan interminable como la quisiera hacer Borges en sus sonetos. El caso es que los dos seguidores se ensalzan en elegir a Borges como su líder. Algunos, que convivimos en alguna parte con Arreola, también quisiéramos decirnos seguidores del insigne escritor jalisciense, para compartir algo de su gloria.
En el caso de José Lezama Lima, como el de otros escritores cubanos, como Nicolás Gullén y Guillermo Cabrera Infante, su obra tiene aspectos más descriptivos del ajedrez que de hacerlo protagonista. La imagen de Capablanca pesa mucho en ellos. Esa figura tan grande motivaba a elogiarla, mas que a interiorizarla. Se recrean en ella. Lezama Lima habla de Alfonso el Sabio y de Capablanca, pero Eliseo Diego se agasaja al escribir el guión del filme cubano “Capablanca” y se toma algunas licencias “achilangueando” a un Carlos Torre yucateco que canta “Cielito Lindo” con acento capitalino y ritmo de habanera.
Lezama dice:” Una imaginación saludable engendra sus propias causas. No sólo los nuevos monstruos, el grifo, o la tarasca, se deslizan sobre las definiciones del tablero, sino a veces se arremolinan en presagios, rondando con sus violentas escogitaciones, el lago de las casillas habituales.” La superficie del ajedrez le llama más la atención que el problema ontológico como a Borges, Cortazar y a Arreola. Descriptivo, es observador y no analista: “Cómo no subrayar ese encuentro entre Alfonso X El Sabio y Capablanca a través de la parábola miliunochesca que se reintegra y se restituye, en su decisión por llevar el cuadrado a elipse; la elipse a una progresión en la infinitud. En fin, una infinitud convertida en causalidad de los monstruos de seda y novedad.”
Como en Arreola, lo mejor de lo pensado por Lezama Lima, se ha perdido por ser producto de la oratoria improvisada, desgraciadamente no registrada para la posteridad por algún reportero oportuno. ¡Cuantos magníficos discursos de Arreola en inauguraciones de torneos se perdieron! No afecto a notas escritas, Arreola volaba con su palabra y no tuvimos la oportunidad de captarlo en ese volar y apuntar sus palabras, gozo de un instante, reflexión de minutos y como humo se elevaban al cielo para disiparse de la memoria. Así Lezama se refirió en conversaciones y seminarios al ajedrez, pero esa riqueza no acotada, se pierde en la superficialidad del momento.
Referencias al ajedrez y a la literatura requerirían un libro especial dedicado a ello, como los que ya von der Lasa, para la literatura alemana, But Hochberg hizo para la literatura en general y Paluzíe y Lucena para la castellana anterior al siglo XX, pero se observa una laguna de un buen catálogo para la literatura iberoamericana.
No podría concluir este esbozo sin dar algunas fuentes:
Alfonso X. “Libro de Acedrex dados e tablas”, ed. facsimil de Edilán. Valencia: Artes Gráficas Vincent, S.A., 1987.
Arreola, Juan José: “Notas del taller literario”, UNAM, 1968.
Borges, Jorge Luis. “Ficciones”. Madrid: Alianza Editorial, El Libro del Bosillo, 1991.
Carroll, Lewis. “Through the Looking-Glass”. Nueva York: Bantam Books, 1981.
Carpentier, Alejo: “Conferencias Universitarias”, ed. Universidad de La Habana, La Habana 1974
Cortázar, Julio. Bestiario.
--. Las Armas secretas.
--. Final del Juego.
Hochberg, Burt, ed. “The 64-Square Looking-Glass”. Nueva York: Times Books, 1993.
Hooper, David y Kenneth Whyld. “The Oxford Companion to Chess”. Nueva York: Oxford UP, 1992.
Lezama Lima, José. Letras Internacionales Nro. 57.
Rodríguez Monegal, Emir y Alastair Reid, eds. “Borges”. Nueva York: Elsevier-Dutton Publishing Co., Inc., 1981.
REPUBLICADO
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