Como dicen algunos comentaristas oficiales contratados por los
organizadores, no es el primer match de campeonato mundial que termina (o al
menos termina la parte mal llamada "clásica", única real de ajedrez)
en un empate.
Ya sabemos que
pasó en Lasker-Schlechter
(1910), Botvinnik-Bronstein (1951), Botvinnik-Smyslov (1954), Kasparov-Karpov
(1987), Karpov-Anand (1997; un match de discutible oficialidad
mundial), Kramnik-Leko (2004) y
Kramnik-Topalov
(2006), o sea por octava
ocasión. ¡Pero que diferencia! Si bien en todas se notaba la preparación previa
y a partir de 1987 se observaban los equipos de analistas, los jugadores
hicieron su mejor esfuerzo.
Algunos de
esos duelos fueron especialmente duros.
Recordemos los de Smylov y Bronstein con Botvinnik, los libros con las
partidas son verdaderos clásicos en lo que se refiere a instrucción.
Aquí lo instructivo fue como se anularon algunas variantes que tenían fama
de lograr ligera ventaja y que ahora pasarán a las de variantes anuladas. En
eso me parece que el trabajo del equipo de Gelfand fue más eficiente.
Parece que su trabajo era cumplir con que
Gelfand logrará igualdad con las negras y cierta iniciativa con blancas. Así
fue, y cumplieron la misión si esa era la consigna. Unos 200 mil dólares será,
según fuentes, lo que recibirán como pago, además de algunas partes en derechos
de autor de algún libro. Pero para que ese libro sea interesante, tendrán que
ser muy ingeniosos, pues no hay mucho tema.
Gelfand creo que salió airoso en lo que toca a demostrar que estaban muy
exageradas las apuestas de que sería fácilmente vencido. Y curiosamente las
apuestas de las partidas rápidas si están mucho más parejas.
Aunque los videos muestran a un
Gelfand esforzado, en contraste con un Anand fastidiado, ya sin ambición para
el ajedrez, como lo apunta Kasparov reiteradamente, de alguna manera ambos le
fallaron a la historia.
Y para colmo,
terminará de una manera este encuentro con partidas rápidas donde todo puede
pasar.
La última partida despertó, a pesar de todo o debido a todo lo que paso
antes, mucha expectativa; pero conforme se repetía la Rossolimo y la variante
con esquema de b3, cuando ya se había debatido la “pequeña lucha” por y contra
de …e6-e5, que ya estaba muy analizada por el GM Sveshnikov hace un par de
décadas en comentarios a sus partidas, todos sospechaban que terminaría como la
anterior Rossolimo.
El GM Sveshnikov era uno de los pocos fieles adeptos a jugar …e6 como
respuesta a la Rossolimo, en lugar de la más popular …g6, en la que el negro de
todas maneras va con esquemas de …e5, con muchas tablas también; pero le daba
un matiz más agresivo de parte del negro, aunque también la abundancia de
tablas mostraba que era muy difícil que en esos esquemas alguno de los bandos
sacase ventaja si se jugaba con precisión.
De hecho hay muchas partidas que nos señalan que un esquema negro con peones
en c5 y e5, sin ceder nada de espacio, es una opción para lograr sin problemas
la igualdad contra sistemas en que el blanco no realiza inmediatamente d2-d4 en
la Siciliana.
Algunos llaman a esos esquemas “La Petroff disfrazada” o el pariente
siciliano de la Petroff, sobre todo cuando tras …De7 se dan cambios de dama
tempranos.
Y ya que hablamos de “pececitos de colores” queriendo encontrar lo
interesante a la aridez, lo que muestra este match es esa tendencia actual a
ver todo objetivamente, con precisión técnica. La subjetividad es lo que
propicia el arte en ajedrez, lo mismo que en todo. La subjetividad es
humanismo, como escribiría genialmente Armando Hart Davalos, es como si
subjetividad representase a la cultura y la tecnología a la objetividad.
En Europa, a diferencia de América, de Nuestra América, ha existido la lucha
entre lo objetivo y lo subjetivo, mientras que en el Continente de lo “Real
maravilloso” no existe esa confrontación, sino vivimos una convivencia de esos
dos conceptos, de esas dos maneras de ver la vida.
En el match parece que vivimos el triunfo de la objetividad, y no deja de
ser curioso, cuando la cultura de la India apunta a lo contrario como en
Nuestra América, y que fuera en Moscú, donde ahí también convivieron, me parece
un poco triste. Einstein decía que más importante era la imaginación y también
estaría triste de este triunfo del cálculo sobre la estimación, sobre lo
subjetivo.
La jugada de …c4 en particular fue la que más me gustó del match,
pues pareció un intento de desapegarse del
material para cambiarlo por energía. Aunque creo que lo hizo obligado, y la
reflexionó mucho tiempo, le fue difícil la decisión pues cedía dos peones, aunque
fuera temporalmente. Pero fue una jugada importante e instructiva para muchos. Fue
una jugada Einsteiniana, si me lo permiten. Un poco decir que 2 más 2 no son 4,
que es lo que hace del ajedrez
una
posibilidad de hacer arte y cultura.
En ajedrez no sólo la objetividad tiene importancia práctica, lo subjetivo
es de gran importancia pues tenemos capacidad limitada de cálculo y requerimos
mucho de estimar las cosas y la estimación está muy influenciada por lo
subjetivo.
El factor subjetivo si se
manifiesta a través de la práctica y la práctica es la prueba definitiva de la
verdad. Es asombroso que tantas confusiones se hayan creado sobre lo objetivo y
lo subjetivo. Lo original de la situación que hoy se nos presenta es que cada
día se hace más necesario el factor subjetivo precisamente por el avance de los
conocimientos técnicos y del progreso general del conocimiento.
Al jugar ajedrez debemos tratar de medir todo aquello que sea medible y valorar
con el apoyo de la inteligencia y la cultura acumulada aquello que no resulte
factible hacerlo por técnicas cuantitativas, tanto más
cuando las utilizadas con mayor frecuencia
están distorsionadas. Por ello no basta ser instruido sino es necesario ser
también culto.
Tanto para un país como para un individuo, la inteligencia debe cultivarse
en el contexto de la acción. La segunda naturaleza es la cultura. El robo y la
tergiversación de la cultura ha sido la maniobra principal de los explotadores
de todas las épocas para imponer sus intereses egoístas, como recalca Armando
Hart.
Botvinnik aseguraba que una cultura general del ajedrez era fundamental para
el desarrollo competitivo de un ajedrecista. Lo posibilitaba a ser creador, no
sólo un calculador.
Desgraciadamente para Gelfand, volvió a la objetividad y ya no hizo más que
lo ha hecho todo el match, buscar igualar con las negras. Karpov muchas veces
prefirió quedar ligeramente inferior, pero con posibilidades de ganar, que
totalmente igual, sin dichas posibilidades. Y lo hizo contra Anand en un match
similar, aunque hay que decir que su experiencia en matches era enorme
comparada con la de Gelfand y la cartera sobre la que se sentaba mucho más
llena de billetes que la del bielorruso israelita.
La pregunta que se me ocurre es que si realmente se repartirán el dinero
como dice el reglamento del match, o ya quedaron partirlo en cantidades
iguales; lo que sería una maniobra aguda de Anand que debilitaría así la
motivación del oponente de alguna manera.
Lo que si me sorprendería sería que Anand no ganase las rápidas, por mucho
que el campeón esté poco ambicioso.
Para el ajedrez islámico el favorito es Anand también, entre los apostadores
a las manos de Anand hay muchos “jeques”, por eso hay tanta diferencia en las
apuestas, según explican algunos expertos “underground” de las apuestas
ajedrecísticas.
Nadie ha querido mencionar cuantas jugadas hechas en el match fueron iguales
a las que daba Fritz o Houdini; pero un artículo muy tendencioso da entre 76% y
78% en Houdini, pero en una partida de pocas jugadas, ya después de la
apertura, entre la 12 y la 22, fueron 100%, pero otras cuatro jugadas
siguientes 0%, como calificando unas tablas que pudieron ganarse. El porcentaje
más bajo entre la jugada 30 en adelante, fue la partida tercera, que debió
ganar Anand.
Como mucho se ha escrito del match en Internet, la recopilación es muy
interesante, pues hay sitios en que se lamentan de la calidad y hay otros que
la elogian en grado sumo, siendo estos últimos entre los más comerciales. Las
opiniones están muy divididas dependiendo de nacionalidades del sitio. Ya me
imagino en un match Aronian – Radjabov, que pertenecen a naciones muy
enfrentadas.
Por supuesto, pocos son objetivos, en eso, en los comentarios, triunfó la
subjetividad.