95 años cumple el decano del
ajedrez ruso el GM Yuri Lvovich
Averbakh, quien junto al que fuera su yerno, el GM Mark Taimanov, recientemente
fallecido, eran los nonagenarios
sobrevivientes de los primeros programas de formación de grandes maestros de la
Unión Soviética, escuela modelo del ajedrez mundial de la segunda mitad del
siglo XX. En lo personal lo he admirado desde mis años juveniles, pues era el
director de mi revista favorita, Znanie
– sila, (Conocimiento es Poder) que publicaba artículos científicos y relatos
de ciencia ficción en los años sesenta del siglo XX, además de dirigir muchos
años también las revistas Ajedrez en la URSS (Shajmaty v SSSR( y Boletín de Ajedrez (Shajmantny Bulletin)
que llegaban mes a mes por correo a México. De estas dos últimas presumo tener
la colección completa en Dejavu y PDF, además de decenas de ejemplares en su
versión original impresa.
Como
autor es conocida su colección sobre Finales que ha sido traducida a más de
seis idiomas.
Nacido
en 1922, desde los diez años fue parte de los programas de entrenamiento y
enseñanza diseñados por Modell, Romanovsky y principalmente Rabinovich, quien fuera
el principal autor inicial sobre finales de partida, así como Maizelis. Ya a
los 31 años, en la posguerra, Averbakh, se convirtió en uno de los candidatos
al Campeonato Mundial y compitió en el memorable Torneo de Candidatos de Zurich
1953, que junto al de Curazao 1962 se consideran los más fuertes torneos de
candidatos de la historia.
Su
estilo de ajedrez era muy académico y sólido, y con varios campeones mundiales
tuvo excelentes resultados, superando en sus encuentros personales a Machielis
Euwe y a Tigran Vartanovich Petrosian. Con jugadores de ataque como
Nezhmetdinov tenía resultados de 8.5 a .5, y decía que era porque jugaba sin
crear debilidades en su posición y considerando desde la apertura y el medio
juego las posiciones a jugar en el final.
Un
entrenador, Antonov, de Kaluga, la ciudad natal del GM Yuri Lvovich, comentaba
que el juego que desplegó Averbakh cuando ganó el Campeonato de la URSS en
1954, era el antecedente del estilo de Carlsen 60 años después.
Curiosamente
el significado de su apellido Averbakh, es arroyo de la pradera, una especie de
oasis, como la famosa tierra de Castilla. Hay un relato de un ajedrecista
español del siglo XIX, que al apoyar a los cubanos en su lucha de la
independencia, ya que había casado con una criolla y tenía hijos cubanos, fue
deportado a Fernando Poo, hoy isla Bioko, y escribía un cuaderno de ajedrez con
posiciones de finales de peones, con cuyo análisis pasaba el tiempo en Santa
Isabel en su presidio. Finalmente regresó a Cuba en 1902 y su cuaderno con sus
estudios en Fernando Poo, quedaron en una bodega donde ya para 1980 lo adquirí,
haciéndome con su lectura conocedor de la vida de la última década del siglo
XIX de Fernando Poo y de los escenarios de la Ribera del Tajo y la ruta de
pozos, y especialmente de Arroyo de la Pradera. Algunos finales analizados por
el autor de los trabajos, Rodrigo de Valderverdeja, están muy bien, uno de
ellos es similar a uno publicado en 1983 por Averbakh.
Averbakh
ha sido muy condecorado en su país, incluso se le otorgó la medalla del
centenario de Lenin en 1970, y la del Valor en el Trabajo en 1957, y durante
más de tres décadas es el referente en muchas cosas.
Tras
el deceso más o menos reciente de Smyslov y Lilienthal, es el único que queda
vivo de los primeros que recibieron el título de Gran Maestro Internacional de
la FIDE.
Su
libro de los años sesentas, con el título de “Lo que debe saberse de finales”
es para muchos entrenadores, incluyendo el ´”poeta”, o sea él que esto escribe,
un indispensable libro de texto para enseñar principiantes, lo mismo que sus
libros Viaje por el Reino del Ajedrez y
para los más aventajados, su Táctica de Ajedrez para Avanzados y la
sección de finales de “Escuela de Ajedrez”, (Shajmatnaya Shkola) que fue un
libro básico en los centros de Pioneros de toda la URSS.
Otro
libro notable de Averbakh es su Pequeño Diccionario de Ajedrez, con los
términos más usuales en ajedrez en los cinco idiomas oficiales de la FIDE:
Decenas
de entrevistas hechas al GM Averbakh son muy instructivas para cualquier
ajedrecista y destacan algunas que se le hicieron en México, pero si la lista
de los libros de su autoría es muy larga, el hacer una recopilación de las
mejores respuestas de sus entrevistas constituiría un libro en sí, por derecho
propio.
Sus
memorias, plasmadas en una amplia autobiografía publicada en ruso y en inglés,
ha suscitado no pocas controversias, sobre todo de la época en que fue juez del
match entre Kasparov y Short, en 1993, hasta que de nuevo fue arbitro en el
match Kasparov-Kramnik de 2000, esos años en que el título de campeón mundial
dejó de controlarlo la FIDE ante la “emancipación” de Kasparov, que además fue
el período de la desaparición de la URSS y las prohibiciones al Partido
Comunista que se hicieron en Rusia. Pero
al Averbakh nonagenario, ya nadie quería refutarle sus observaciones y los
desacuerdos de opinión de sus más o menos contemporáneos, poco se leen en la
prensa ajedrecística de la Rusia de hoy.
Incluso
en un discurso en que Averbakh modificó algunos hechos y nombres en una
inauguración de un torneo, nadie le reclamó o rectificó, y solo en algunos
foros de las redes sociales se hicieron las correcciones. Los recuerdos a veces
juegan sus trampas a los viejos y 95 años de memorias son muchos años.
De sus primeros
entrenadores y de sus fórmulas, poco transmite Averbakh. Hace 5 años, en 2012
publique en mi blog unas frases que me encantaron del Gran Maestro: “La enseñanza en el ajedrez es también un arte,” sugiere Averbach, “porque
es necesario tener un enfoque individual.
Digamos que usted tiene a unas treinta personas, y, por supuesto, no todos ellos pueden tener potencial de
campeón mundial.
Tal vez uno entre miles. Pero para muchas personas el ajedrez es cuestión
de diversión, prácticamente, y una buena manera de emplear positivamente el
tiempo libre.
Para que un niño pueda tener éxito en ajedrez debe estar muy interesado en
ello. Si él no está interesado, no será realmente bueno”.
El ajedrez tiene la ventaja de que es un juego muy rico, tiene una variedad de estilos y enfoques. A
diferencia de los naipes u otros juegos, el ajedrez puede ayudar a cualquiera
con el enfoque correcto.”
Si un niño se decide por estudiar el ajedrez más seriamente, en primer
lugar es necesario entender lo que él quiere, si desea hacerse un campeón
mundial, o simplemente usar el ajedrez como un medio de autodesarrollo. Y
después de que usted descubre eso, es
necesario trabajar para desarrollar sus mejores cualidades en esta dirección.”
En los años
50 del siglo XX, Averbakh tenía el mote de “Estudiante Estrella” de la Escuela
Soviética de Ajedrez, como lo apunta el GM Soltis en su libro “Ajedrez
Soviético, 1917-1991”.
Averbakh
estudio con Kotov y con Tolush, bajo la dirección inicial de Fiodor Lvovich
Fogelevich, quien falleciera en la guerra en 1941. Pero en la sección de
Ajedrez del Palacio de Pioneros en Moscú de la calle Stopany, al noreste del
centro de la ciudad, Kotov en 1939, cuando Averbakh tenía 17 años, ponía a sus
discípulos a jugar partidas de entrenamiento a partir de un final parejo, algo
que recomiendo hacer a quien gusta de jugar con computadoras, no jugar desde la
apertura, sino a partir de finales complicados que saquen de un libro y que
estén muy analizados por un gran maestro, para luego comparar las jugadas con
los análisis.
Seguramente
Averbach de ahí le vino su afición por los finales. Averbakh dedicó mucho de su
tiempo de 1945 a 1950 a sus estudios profesionales de ingeniería en el
Instituto Bauman y por su gran estatura lo pusieron en la selección de
voleibol, así que su dedicación al ajedrez en esos años solo era en tiempo de
vacaciones. Graduado de Ingeniero, su familia no quería que se dedicara al
ajedrez, pues hasta antes de 1953 el sueldo de ingeniero era mejor que el de
gran maestro, pero luego de su participación en el de Candidatos de Zurich, era
más rentable trabajar como ajedrecista en la URSS. Por eso ya a los 31 años de
edad, comenzó a dedicarse exclusivamente al ajedrez, primero como jugador y
luego pasando los 40 años de edad, por 1962, solo a entrenador y dirigente, y
esporádicamente participó en torneos.
Como editor
de revistas y como autor, fue muy importante para el ajedrez de la URSS, y como
entrenador tuvo a muchos alumnos, aunque no se dedicó en exclusividad con
alguno determinado.
Sin duda es
una leyenda viva del ajedrez.
Бесспорно,
Юрий Львович – наш шахматный академик!!!