Hablando
de la depresión, Martín Seligman, (expresidente de la American Psychological
Association, quien liderea actualmente
una auténtica revolución dentro de la psicología, que hasta ahora se había
centrado casi exclusivamente en los traumas, trastornos y patologías de la
mente. Frente a esta psicología “negativa”, Seligman ha fundado el movimiento
de la psicología positiva, que estudia las emociones placenteras, el desarrollo
de las virtudes y la búsqueda de la felicidad. ) a la pregunta de que porque
hay mas personas con depresión que en hace cincuenta años dice:
“Nadie
lo sabe a ciencia cierta, aunque yo tengo mi hipótesis. Creo que influyen
varios factores. Uno es que la gente tiende a tomar atajos para conseguir el
placer: las drogas, el sexo sin amor, la televisión, las compras. Y no soy tan
moralista como para sugerir que la gente no haga estas cosas, pero si alguien
basa su vida exclusivamente en atajos y descuida los otros aspectos de su vida,
como el desarrollo personal o el sentido que da a la vida, acabará sacrificando
su felicidad a largo plazo. El problema es que cuando más rica sea una
sociedad, más atajos existen”.
No
hay atajos para la felicidad, como dice la película, y está claro que para
jugar bien ajedrez tampoco hay atajos. Para avanzar en ajedrez uno tiene que
realizar muchas cosas que requieren esfuerzo y tiempo, paciencia, mucha
paciencia. Y ahí está el problema, nos cuesta mucho posponer el gozar de algo
agradable y buscamos el atajo. Y si no nos damos cuenta de que el atajo no
existe, tomaremos muchos senderos que son más largos que el camino principal y
que, muy frecuentemente, no llevan a ningún lado.
Mientras
nos neguemos a aceptar que hay que pagar el precio justo, que no hay gangas, no
lograremos nada y a la larga solo nos quedará el resignarnos que perdimos mucho tiempo en esos
senderos engañosos y que debemos retomar el camino real, aunque no sepamos
cuanto tiempo nos queda…