Con un amigo recientemente
fallecido, tuve una vez una larga plática, que, por lo menos, podría de
calificar de extraña.
No nos habíamos visto en algunos
años y la vida no se veía muy bien para ninguno de los dos. El tenía mala salud
física y yo emocional. Nos preocupaba que a una edad relativamente avanzada
habíamos ambos decidido tener más hijos, pues solo teníamos hijas, y concordamos que nos habíamos pasado un poco
las trancas con eso, pues las expectativas de verlos crecer eran muy nebulosas.
El no esperaba vivir más de cinco años, de hecho murió al año siguiente a la
plática. Queríamos, al vernos juntos de nuevo, como celebrando los 40 años de
ser amigos, hablar de cosas menos sombrías y tratamos un tema de la actividad
que nos unió tantos años y que ambos a veces abandonamos por otras actividades,
él por la creación artística, de la imagen en movimiento y yo por tratar de
menguar la tragedia de aquellos que buscan nuevos horizontes y abandonan países
y cultura, en un huir de barbaries indecibles.
El caso es que como nos unió el
ajedrez, de eso decidimos hablar, como eludiendo el tema de los pequeños hijos
que no veríamos convertidos en hombres. Hablamos
de los personajes del ajedrez que habíamos tratado. Presumo yo de haber
conversado con todos los campeones mundiales de la posguerra, pero además con
Max Euwe, e incluso tener recuerdos de ídolos como Mikhail Tal, que ya en la década
de los sesenta presidí un club con su nombre en el Instituto de Amistad México –
URSS y por ello recibía mucha correspondencia de él, hasta finalmente “adherirme”
a la escuela de los Magos de Riga. Pero mi amigo y yo habíamos tratado mucho a
un personaje: Bobby Fischer y un poco menos también a Boris Spassky.
Ahora que Boris Vasilievich
cumplió 78 años, no pude sino recordar esa conversación con mi bien querido y
ausente amigo, la última. Ahí como tema escogí la especulación de que algunos
documentos de Wilkileaks hablaban del match de Reykjavik y la importancia que
se le había dado por Kissinger y el sistema diplomático de los Estados Unidos. ¿Qué
relación tenía con las conversaciones con Fischer?. Tanto él como yo escuchamos
el reiterado comentario de Fischer de que tenía tarde o temprano que volver a jugar
un match con Spassky. Aunque mi amigo y
yo habíamos trabajado mucho para realizar un match de retorno con Fischer
contra Miguel Angel Quinteros para efectuarlo en México, primero se intentó con
el empresario Alfredo Checa Kuri en Taxco, Guerrero; y luego con el presidente
fundador de la FENAMAC, Don Manuel López de Llergo en Cancún; la idea de
Fischer era a la larga volver a jugar con Spassky.
Fischer mostraba una estimación
muy especial para Spassky. A menudo Fischer llevaba a la conversación el tema
de las visitas de Spassky a México durante el interzonal de Toluca de 1982, así
como el de su match con Portisch en 1980 en Xalapa y quería que recordásemos nosotros
literalmente cada palabra que habíamos intercambiado con Spassky.
A veces perdí yo la paciencia con
Fischer en ese aspecto, y mi amigo me confesó que también él se había molestado
con Fischer por esa insistencia. Inclusive una vez Fischer me increpó: “Tú que
presumes de una memoria fotográfica, ¿no puedes recordar lo que escuchaste de
las conversaciones en ruso de Spassky con Krogius en Toluca? ¿Qué me ocultas?”
Mi reacción fue de que no tenía que decir nada que no se me hubiera dicho a mí,
y por qué no se lo preguntaba también a Eugenio Torre que era su amigo y
también estaba en Toluca. “El no conoce el ruso como tú, ni tiene tu perfil
natural de investigador, ni lo entrenaron en la KGB..” La mirada penetrante,
con su acostumbrado gesto inquisidor tomándose el mentón con la mano, aún lo
recuerdo.
La plática con mi amigo paso por
el terreno peligroso de pensar sobre las cosas del match de Reykjavik. Mencione
que Karpov hacía de todo, jugaba con tal denuedo los torneos para legitimar de
alguna manera el título de campeón mundial que le dieron tras de que Fischer no
quiso jugar el match con él. ¿Y si Fischer quisiera legitimar su match y algo
raro, como el Wilkileaks parece develar, sucedió en Reykjavk?
En la prensa rusa especializada
actual, con fecha de hoy, 31 de enero, salió un largo artículo sobre el match Fischer
vs Spassky de 1992, con la autoría de Alexander Shetinin, entrenador, que me
llamó mucho la atención y traduje.
Me hizo recordar que para el
match de 1992 con Fischer, el entrenador que Spassky eligió, entre muchos
otros, porque buen dinero había, fue nada menos que Alexander Sergeyevich
Nikitin, el formador de Kasparov y que acaba de cumplir 80 años, dos más que
Spassky. He leído mucho de críticas que Nikitin hizo a Spassky en 1972, de
amplios análisis que hizo Nikitin al respecto, mucho mejores que lo publicado
en un libro voluminoso que se hizo sobre la URSS contra Fischer donde se relata
todo lo que se hizo en la Unión Soviética para que Fischer no fuese campeón del
mundo.
En Nikitin yo percibía una cierta
amargura por no haber seguido o poder seguir la carrera de ajedrecista como
Spassky, siendo que en cierto momento se consideraba a ambos como prospectos a
ser campeones mundiales. Nikitin se comenzó a dedicar a entrenador de tiempo
completo unos meses después de publicar sus comentarios sobre el match de 1972.
Hasta 1973 Nikitin trabajo en la aeronaútica espacial soviética, aparentemente
con Ilushin, el que algunos dicen que viajo al espacio antes que Gagarin, pero
se accidento al aterrizar y prefirieron mantener en secreto el viaje y dedicar
a Ilushin a su principal talento, el diseño aeronaútico, del que es una
eminencia reconocida. El caso es que Nikitin comienza a trabajar con Baturinsky
en 1973, con aquel que era un comisario político medio enemigo de Spassky. Esto
me quedó claro cuando converse con Spassky en Niza 1974, durante la fiesta
final. Un amigo cercano de Baturinsky y mio, dirigente del ajedrez cubano, me
comentó que Baturisnky estaba un poco molesto de cómo trataba yo a Spassky, lo
que me advirtió el cubano, pues Baturinsky sabía que yo era amigo de Manuel
Vega, que había en Niza tratado de conseguir el match Karpov vs Fischer para
México, y de alguna forma hacíamos equipo con Campomanes.
El caso es que recordar que
Nikitin trabajó con Spassky en 1992, por aquellos días en que se comenzó a
separar de Kasparov, a meses de la desaparición de la Unión Soviética, unido
todo a mi plática con mi recordado amigo, me hace también cavilar en la
continua acusación de Fischer de que los matches entre Karpov y Kasparov eran “arreglados”.
Eso quiere decir que Fischer creía que era posible de que se arreglasen matches
por el campeonato mundial. ¿Creyó o sospechó que su victoria sobre Spassky fue
arreglada? Estoy seguro de que Fischer nunca hubiera aceptado participar en tal
farsa y se me hace increíble también de que Spassky se prestase, pero si creo
posible el manipular de alguna forma a ambos, pero también creo que a la larga
se darían cuenta de ello.
Después de 1972, Fischer comenzó
cada vez más a separase de todo lo que significaba Estados Unidos, hasta llegar
a un rompimiento total en 1992 y convertirse de facto en prófugo de la justicia
de su país. Spassky emigró de la Unión Soviética y hasta recientemente se
reconcilió con su país y ahora tiene la ciudadanía rusa. Fischer murió como
ciudadano de Islandia tras de pasar una detención en Japón en un intento del
Gobierno de Estados Unidos de ponerlo
preso.
Por eso la plática con mi amigo
se centró en la cuestión de porque Fischer quería jugar con Spassky de nuevo,
20 años después de Reyjavik, ¿Por qué no con otro? Había grandes ofertas que
Fischer desdeño. Fischer al jugar con Spassky permitió que este ganase más
dinero que todo el que antes había ganado jugando ajedrez. En pocas palabras,
le dio la oportunidad de la vida, en un momento especialmente difícil para
Spassky. Sus nombres se unieron para siempre en la historia del Ajedrez.
Mi amigo falleció, Fischer
también, Spassky tiene salud irregular, aunque muchos quisiéramos tener
posibilidades de llegar a los 78 años tan bien. Por cierto Manuel Vega López de
Llergo está vivo y sano y también con él he platicado mucho de esto, siendo él
un protagonista muy importante del regreso de Fischer y de lo que pasó en Niza
1974 cuando se gestó lo que finalmente sería el despojo del Título de Campeón
Mundial contra Fischer. Como no se cuantas oportunidades tenga de contar esta
historia, en este día, especialmente doloroso para mí, me decidí relatarla, aún
sabiendo que levantará mucho polvo…