Los libros de memorias, como el escrito por el GM Vladimir
Tukmakov, o el del GM Victor Bologan, o una reciente de entrevistas a
entrenadores donde el GM Albert Kapengut relata cómo trabajó durante 13 años
con el GM Boris Gelfand y las “grillas” que tuvo que enfrentar contra los
directivos en turno, a quienes les denomina “depredadores y enemigos naturales
de todo aquel que tenga talento para el ajedrez”, así como las revistas Chess
Vibeos Training, Chess Evolution News Letter, Chess Today y Chess Zone, inundan
de información valiosa que es casi imposible pasar por alto, a riesgo de verse
atrasado sensiblemente a los jugadores de otros países.
Ya no digamos los videos. You Tube publica unos treinta
nuevos diarios relacionados con el ajedrez, algunos muy buenos y otros muy
malos.
Ante tal cantidad de información y para evitar el síndrome
del pajar, es importante hacer una selección y establecer métodos claros para
abordar todo ello.
Es difícil discriminar la información. Por azar me vi
obligado, fuera de todo plan, a observar las partidas del match de blitz entre
Seirawan y Karpov, eran partidas a 5 minutos por jugador con incremento de dos
segundos por jugada.
Ese match, que involuntariamente vi, resultó para mi más
instructivo, interesante e inspirador que el de Anand contra Gelfand, por
muchas razones. Pensar que me lo pude haber perdido, realmente me preocupa.
¿Cómo saber cuándo ver o no ver un evento como este por transmisión directa?
Eso me hace consciente de los problemas de orientación en
que los ajedrecistas vivimos en esta era de sobre información. ¿Cuánto puede
esta desorientación influir en que un joven ajedrecista pueda alcanzar o no sus
metas? ¡Terrible!