En la propaganda de la Fundación Kasparov se menciona mucho
de que propone sus métodos de enseñanza para usarlos en las escuelas de
educación básica. Uno podría suponer que hay algo nuevo o diferente con los
métodos con los que se formó Kasparov, o sea los métodos de la Escuela
Soviética de ajedrez que fueron creados tras décadas de experiencia y eran
anualmente revisados por un consejo de cientos de instructores y entrenadores.
De hecho en España durante las dos primeras décadas de la
escuela de Kasparov los libros de texto eran los de Igor Suhin, instructor
soviético bastante ortodoxo y que no cambió más que en algo de presentación
gráfica los métodos más usuales en la URSS.
Para evitarme sorpresas me hice de la colección de los
libros que utiliza la fundación Kasparov en sus filiales de Europa y que se
consiguen muy fácil en PDF en Internet, pues comprarlos salen mucho más caros
que los libros normales, pues un libro de otras editoriales de 200 páginas
cuesta como 20 dólares y los de la Fundación Kasparov del mismo tamaño piden 45
dólares.
El caso es que los libros de la Fundación tienen gráficas y
con texto muy disperso, por lo que en 200 páginas presentan contenido que pudo
ocupar 32 páginas, aunque son visuales, son muy caros.
El contenido y la currícula es 95% similar a cualquier libro
de principiantes que se editaban en la URSS en los ochentas, por lo que se
puede decir que son de gran calidad los contenidos, pero nada nuevo. Incluso la obra de Kasparov de 10 tomos que
se vendió en España por fascículos semanales con todo y que era mucho más
costosa que similares como fueron los muy visuales fascículos de ajedrez de
Harry Potter, resulta página por página más barata que la de la Fundación.
¿Cuál entonces es el método que propone la Fundación? El
método soviético prácticamente, nada más que con mucho papel y como a 1000% del
costo, sino fuese que se pueden bajar de internet montones de instructivos muy
similares de diversos autores. Incluso los que sacó EDAMI en España me parecen
mejores y mucho más económicos.
No se si la idea será vender miles de ejemplares a través de
la fundación, como aquellos negocios de que se acusaba a los que compraban
libros para la SEP. Con el pretexto de “libros
de arte”, se vendieron supuestamente a la SEP en 200 pesos libros que costaba
imprimirlos 30 pesos, y las grandes librerías hacían grandes negocios con esas
ventas.
Es posible que en lo que toca al ajedrez haya crisis en
ventas de libros, pues una colección de “Mis Grandes Predecesores” de Kasparov
si uno compra la edición comercial paga como $100 dolares, y en cambio si la
baja en PDF gratuitamente, y la lleva a imprimir en una papelería le cuesta $15
dólares, pero es piratería dicen. Pero si un estudiante no hace esos trucos
para adquirir los libros que un ajedrecista promedio necesita, tendrá que
gastarse $1000 dólares, en cambio entre fotocopias y PDFs puede hacerse de una
biblioteca completa por $150 dólares.
Ahora bien, si los cuadernos los editan los gobiernos
tendrán que pagar derechos de autor y la cantidad en que pueda vender Kasparov
sus derechos de autor es algo arbitrario. Los puede cobrar muy baratos, dado
que simplemente son adaptaciones de los manuales usados en la URSS y Rusia, con
partidas de ejemplo que son prácticamente libres de derechos y que todos
utilizamos, o puede cobrar por su firma los miles de dólares que el cliente
acepte, No hay parámetros al respecto y es algo discrecional de cada
funcionario si paga 10 pesos o 10 millones, lo que se presta a cualquier
arreglo entre el funcionario que emita un juicio de valor y el autor. Claro que
se podría formar un consejo de entrenadores titulados reconocidos que de
opinión sobre el valor justo de los derechos, pero como los títulos los da la
FIDE, Kasparov podría decir que no tienen el nivel para evaluar el valor de sus
derechos de autor.
En ese terreno tan fértil a las ignorancias, se puede poner
cualquier precio a la producción intelectual y decir que cualquier cosa es
prácticamente una innovación. De hecho muchos autores venden libros con títulos
como: “Repertorio de Kasparov”, “ El ajedrez combativo de Kasparov”, “Kasparov
contra resto del Mundo”, utilizando el apellido del excampeón mundial para
todo, sin pagar derechos por ello, pues ni modo que Kasparov registre el
apellido, pues hay cientos de Kasparoves por todo el mundo. De hecho proliferan
clubes con su nombre completo y no creo que pudieran cobrarles un centavo por
usar el nombre.
En resumen, se puede hablar de Método Kasparov, como hablar
de Método Soviético, Método Ruso o Método Azerbaiyano, o Método Croata. Hay
tantas similitudes en los métodos que utilizamos los entrenadores que la manera
de bautizarlos es muy amplia. En México hay una escuela que tiene un método
único que no se utiliza en ninguna otra parte del mundo, pues no lo consideran
más adecuado o exitoso que los métodos usuales y lo bautizaron con nombre
mexica, cuando nuestros amados antepasados del Anahuac no jugaban ajedrez.
¿Ellos cambiarán su método para utilizar uno con nombre ruso, o simplemente adaptarán
el suyo y le pondrán “Kasparov a la mexicana”. En México comemos “Tortas
cubanas” que no se conocen en Cuba, “Enchiladas Suizas” que en Suiza no
conocen, “Ensalada Rusa” que en Rusia no existen así, o chile habanero, que
como dice Virulo, son totalmente ajenos a La Habana. Entonces podemos tener método Croata de
Kasparov que en Croacia seguramente nunca se ha usado, pues Kasparov es recién hijo
adoptivo de esa nación…