En el ajedrez, como en toda
actividad humana en que exista la competencia, para superarse se requiere
constantemente reinventarse, ya que lo único constante es el cambio.
La modificación principal que
requiere hacer un ser humano en su continuo reinventarse es cambiar su manera
de razonar, siendo siempre crítico sobre su pasado y presente para llegar al
futuro. Monitorearse a si mismo para conocerse bien y asi poder establecer el
cambio más deseable.
Los entrenadores militares de la
Europa Central que tuvieron que formar las huestes que detendrían la amenaza
turca sobre los reinos cristianos, llamaban a esta necesidad de cambio
constante en maneras de pensar y accionar militarmente “La Ley del Cárpatos”.
Decían que había que registrar todo lo que se entrenaba y asegurarse que cada
cierto tiempo se hicieran cambios radicales y que se vencieran límites que
anteriormente parecieran invencibles. La Ley del Carpatos es que todos los días
se traspasará un límite, se venciera una barrera.
Después de que los turcos no
pudieron tomar la ciudad capital clave de Viena, poco a poco fueron obligados a
salir de Europa y las enseñanzas de los militares del Cárpatos llegaron a
expandirse en los países que hoy conocemos como Rumania, Moldavia, Hungría,
Rusia, Ucrania, las regiones de población eslava de los Balcanes y llegó hasta
el Cáucaso.
El gran entrenador Makagonov en
sus clases y escritos de sus clases en Bakú,
hacía mucha referencia a la Ley del Cárpatos.
Las maneras de razonar en ajedrez
han cambiado constantemente, aunque en algunos países de occidente algunos se
aferran a los ortodoxos Steinitz y Tarrasch decimonónicos, que eran anteriores
a concepciones de relatividad de Einstein y que el campeón Emanuel Lasker
afirma en su libro de “Como Viktor llegó a ser maestro”, terminarían acabando
con el reinado del juego posicional estricto.
En diversos cursos impartidos en
diversas ciudades he notado que el problema principal de los ajedrecistas
participantes era una falta de sistematización en su manera de pensar, que se
evidenciaba con una desorganización mostrada al jugar. Lo más crítico es que
los que tomaban cursos de instructores también mostraban desorganización y
falta de programas al enseñar a sus pupilos, lo que es muy preocupante.
Mis cursos via email se han ido
modificando mucho con los años y muchos conceptos que vertí en mis lecciones
del sitio Internet “El Juego es Pensar” que se hacía bajo los auspicios de la
Secretaría de Educación Pública de México y que también con mi autoría se
difundió en España, principalmente en Extremadura con la Fundación Ruy López,
los he tenido que modificar, pues de acuerdo a la Ley del Cárpatos requiero
renovarme constantemente, aunque a veces redescubro métodos que eran ya
oficiales en la URSS en los años 40s del siglo XX. Y es que para renovarse vale
el meterse de lleno en textos antiguos. Mis investigaciones sobre la manera de
abordar el ajedrez que tenía el GM Carlos Torre Repetto durante su estancia en
Leningrado y la manera en que influyó en la enseñanza de la manera de pensar en
ajedrez en esa ciudad que hoy se ha vuelto a denominar San Petersburgo, me
hicieron ir a las raíces históricas de los métodos soviéticos ante la sorpresa
de que un mexicano hubiese tenido tanto que ver en como se enseñaba el ajedrez
a generaciones posteriores de una ciudad a mas de diez mil kilómetros de su
tierra natal y cuando el GM Torre sólo tenía veintiún años. Auténtico Kukulkan
en tierras del norte de Rusia.
Lo mismo se puede decir del
“sureño” Makagonov que desde Bakú, en el Caúcaso, influyó en el ajedrez de ese
mismo San Petersburgo y de Ucrania, Georgia, Latvia y Belarús, cuando sus
alumnos como Chepukaitis, Leonid Stein, Gufeld, Chebanenko., Bagirov y otros regresaron
de hacer su servicio militar en la base aérea de Bakú y llevaron las enseñanzas
de Makagonov por toda la URSS. Aquel
gran entrenador confesaría que muchas de sus enseñanzas las tomó de los
carpatianos cuando a su vez se preparó en lejanas tierras para regresar al
Caúcaso, donde como un sol se irradió en lo que es el ajedrez de hoy de Armenia
y de Azerbaiyán.
El caso es que mi tema preferido
en los cursos presenciales es mostrar los temas de razonamiento y muchos de los
que han tomado los cursos han expresado que han logrado cambios notables en su
desempeño y, sobre todo, en su comprender el ajedrez.
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estoy organizando un curso vacacional intensivo de preparación para el evento
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