4 nov 2017

EL MANUAL DEL INSTRUCTOR, HERRAMIENTAS BASICAS PARA AJEDREZ EN ESCUELAS.





En 2017 se publicó una serie de libros con el título de “Ajedrez en Escuelas” escritos por las maestras Prudnikova y Volkova, describía programas para primero, segundo y tercer año de educación básica y cada uno de ellos tenía los cuadernos para alumnos, uno con recomendaciones para los profesores de grupo y un tercero que era un cuaderno de trabajo con ejercicios.
Están diseñados para interesar a los niños y para que se impartan a grupos completos de escolares.
Difiere de los que se publicaban en la URSS, de 1926 a 1990, en que los libros eran para niños que asistían a los Círculos de Pioneros y que ya estaban interesados en el ajedrez y requerían libros y cuadernos más exigentes.
Los de Prudnikova y Volkova están para presentarse a todos los escolares, mientras los de la URSS estaban para ser presentados a millones de niños, si, pero que eran quizás entre el 10 y el 20% de la población de escolares.
Pero si comparamos con los manuales que la GM Susan Polgar y su esposo Paul Truong publicaron, vemos que estos últimos están hechos para los niños cuyos padres desean que sean fuertes jugadores de ajedrez y pueden pagar los altos costos de promover a un niño en un mundo de ajedrez mercantilizado. Son libros dedicados a unos miles de niños y que requieren sistemas de “fast track” para que tengan éxitos deportivos inmediatos en el ajedrez.
Esos tres tipos son válidos y tienen que ser comprendidos en un manual completo de un instructor.
En Rusia, Armenia, la India y China, hay otros tipos de libros para ir elevando a un jugador categoría por categoría y que no están enfocados a niños solamente. Hay la distinción no es etaria sino de acuerdo a niveles, pues lo mismo hay ahora grandes maestros de más de 50 años que de menos de 15 años de edad.
Y ya que un instructor puede laborar en una institución de educación superior unas horas y en otras en un pre- escolar, debe estar armado apropiadamente para todos los niveles en que pudiese actuar.
Es curioso que también algunos padres que quieren ser instructores para sus hijos, que laboran en otra profesión u ocupación, han recibido el Manual del Instructor con agrado, porque resuelve el poder dar un impulso inicial adecuado a sus hijos en el mundo del ajedrez, y por supuesto es mucho más económico, pues prácticamente tienen todo lo necesario para unos tres años de estudio de sus hijos, con una biblioteca a la mano, que si la tuvieran que adquirir sin orientación, saldría en un par de miles de dólares.
El caso es que me motivan los comentarios de los que adquieren y conocen el Manual del Instructor, sobre todo cuando dicen que está muy completo.