Cuando
veo a muchos jugadores que revisan sus partidas y exploran sus deficiencias
para luego corregirlas, me da gusto saber que dan un paso muy importante para
su progreso. Pero cuando luego me piden les de un consejo sobre que “motores”
utilizar para analizar las jugadas, realmente me siento abrumado.
En
una reciente entrevista que al GM Anand le realizó el MF Siles, el excampeón
mundial señalaba que la manera de prepararse en ajedrez había cambiado mucho
con las computadoras. Un gran maestro como Anand, del privilegiado grupo de la
élite y de lo que el mismo denomina en esa entrevista “Circo Volador”,
seguramente le es necesario analizar con “motores” las partidas y verificar sus
ideas del repertorio de aperturas. Es cuestión de ahorrarse tiempo en el
trabajo de análisis; y lo que es más importante: es ya un jugador totalmente
bien formado.
Su
relación con los “motores” de computadoras tiene que ser bien distinto que la
relación que tienen otros grandes maestros que no pertenecen al cerrado círculo
comercial de los torneos conocidos como de “elite”.
Cuando
consideramos al jugador promedio que comienza a analizar sus propias partidas,
que por cierto son una diminuta minoría de los que participan en torneos
regularmente, me parece muy importante aconsejarles que no usen los “motores”
de sus computadoras. Se que para todo
quiere uno usar computadoras, pero en ajedrez es mejor usarlas solo como base
de datos y para comunicarse, escribir, etc., pero no para utilizarlas para
ahorrarnos una labor mental, pues perderíamos así una de las mejores maneras de
entrenarse y de aprender a través de la experiencia.
Examinemos
cuales son los principales razones por las que perdemos partidas ya que la
perdida de ellas y la manera en que lo hacemos es el principal indicador del
nivel de nuestro juego.
Perdemos
el 99% de las partidas, sino es que el 100%, por cometer errores y los errores
los cometemos, según el excelente entrenador y autor, el MI Boris Zlotnik, por:
Falta
de concentración.
Falta
de conocimiento.
Error
de cálculo.
Error
de sentido.
Falta
de creatividad.
Error
de lógica.
¿En
cuál de esos tipos de causas de error nos puede ayudar la computadora,
especialmente sus “motores”?
Podemos
hacer ejercicios de concentración. De hecho hay algunos programas curiosos,
pero hay muchos otros, muy comprobados, que no requieren computadoras, y son la
gran mayoría.
Una
computadora nos puede ayudar a aumentar nuestro conocimiento. He ahí la gran
ventaja de una computadora. Almacenamos libros y manuales de ejercicios que
podemos acceder rápidamente. Antes, para buscar un libro o artículo sobre un
tema, teníamos que sumergirnos literalmente en una pila de libros. De niño lo
tuve que hacer tan a menudo en la biblioteca de mi abuelo, con libros de
ajedrez editados entre 1870 y 1935, que ya me hablaba de tú con los ratones.
Ahora doy unos golpes de tecla y movimientos de mouse y recorro con cierta rapidez
decenas de miles de libros de ajedrez en español, inglés y ruso, además de
muchos miles de archivos en pgn y formatos de chessbase. Pero acceder a la
información no es lo mismo que adquirir conocimientos. Hay que usar esa
información realizando ciertas labores en que la computadora ayuda mucho, pero
no lo es todo.
Los
errores de cálculo solo se corrigen con la práctica deliberada. Y la
computadora puede hacer mucho, pero la labor en un 95% se hace sin ella. Es un
aparato de acumulación de datos, diagramas, etc. Pero solo se aprende a
calcular calculando, el algoritmo para hacerlo se aprende en una hora, pero
hacerlo bien, toma miles de horas de ejercicios arduos. Cada vez que usamos un “motor”,
ahondamos en muy mal hábito. Es mucho más fácil adquirir malos hábitos que los
buenos. Si usamos el motor para analizar una jugada, tendríamos que analizar
100 sin motor para que en lugar del hábito de dejar de hacer las tareas difíciles,
adquiramos el hábito de enfrentarlas.
¿Qué
podríamos decir del error de sentido, o la falta de creatividad, o el error de lógica?
Salvo como instrumento de comunicación o almacenamiento de datos no se en que
más pueda ayudarnos la computadora, y los “motores” en cambio si se me ocurren
decenas de razones para no usarlos.
Jugadores
como Anand, formado por grandes entrenadores como el GM Ubilava y respaldados
por varios seconds, seguramente ya tiene buenos hábitos bien inculcados y
reforzados, incluso adquiridos antes de que tuviese su primera computadora.
Carlsen,
lo mismo, inclusive es aun adepto de estudiar libros impresos y no verlos en
pantalla. En muchas fotografías aparece con un libro al lado. Aunque como
afirmé antes, en el caso de los jugadores del “Circo Volador” tienen que
ahorrar todo el tiempo posible, y auxiliarse de computadoras y analistas para
checar las variantes de su repertorio, pero tanto Anand como Carlsen tienen el
hábito de analizar mucho por si mismos; tienen un pensamiento crítico ultra
desarrollado y hábitos y hábitos de esfuerzo y concentración.
Y
como escribió Zlotnik, citando a Kasparov, “en el ajedrez la capacidad de concentración
tiene un papel importantísimo”.
Un
buen entrenador, uno del estilo de capataz, de aquellos que disciplinan y
exigen, pero que estimulan al esfuerzo, es básico para un jugador por que lo
que se necesita es habituarlo a trabajar, y una computadora puede muy
peligrosamente habituarlo a no trabajar.