Una de las recomendaciones
para mejorar en percepción táctica que daba Bondarevsky, me llamó la atención,
pero al consultar a otros entrenadores, muchos opinan que la siguen. No la
probado mucho, pero si le veo cierto sentido y en un tiempo, cuando era fácil
trabajar con programas MS-DOS en las computadoras hacía algo muy similar en el
Chess Quiz.
Veamos algunos comentarios
más de Bondarevsky:
“Aprender los fundamentos
del cálculo es algo simple, pero implementarlos es muy difícil. Trate de escribir
su análisis de posiciones complicadas, y luego compare sus apuntes con las del auttor.
Haga esto siempre sin mover las piezas. Si usted intenta esto en realidad, descubrirá
al principio que es muy malo al calcular, y quizás se sienta desalentado.. Pero
tal vez se diga ¡por lo menos lo hice! Pero con el tiempo lo hará mejor y
mejor, y aprenderá muchos atajos de cálculo. Y lo que es más importante usted aprenderá
cuales son sus defectos verdaderos y podrá concentrarse en ellos”.
“Mantenga una lista de sus
errores, y verá que poco a poco, con el tiempo, habra reducido el número de los errores que
comete. Por ejemplo puede ser que detecta de que tiene problemas para calcular
con exactitud cuando hay capturas por ambos bandos en partes diferentes del
tablero, puede resolverlo concentré en ese tipos de posiciones hasta que sienta
que los comprende totalmente”.
Bondarevsky recalcaba: “Cuando el cálculo mental de la combinación
demuesta que esta es correcta, uno debe, cuidadosamente, evaluar la posición
final en cada variante, para determinar si son muy ventajosas primero, antes de
jugar la jugada prevista. Si las posiciones resultantes no le satisfacen, por
supuesto que intentar la combinación no tiene sentido”
Bondarevsky decía algo sobre
las planilas que eran de 12 diagramas. Decia que había que usar dos para cada
semana y trabajar seis días con ellas. Digamos la planilla A y la B. Un lunes
tomar la A y anotar en una hoja aparte la solución, no usando más de 5 minutos
para cada una. Tras la hora de entrenamiento revisar las soluciones, luego
anotar que tantas se acertaron completas, si una variante se escapó, se da por
mala. Luego seguía por la B al día siguiente y lo mismo. El tercer dia, volvíamos
por la A, dedicando media hora nada más. Se anotaba y luego se comprobaba. Si
se hacía de manera perfecta, usar una C, pero solo de seis posiciones, la
mitad. Al cuarto día volvíamos a la B, por media hora. Se anotaba y se
comprobaba. Luego se pasaba a la otra mitad de la C. Luego al quinto día volvíamos
a la A, si había alguna falla en la segunda pasada, si no, pasábamos a la C
completa, pero en media hora. El caso era repetir planillas hasta que se
resolvieran perfectamente, dando unas tres oportunidades para ello. En la otra
semana, seguíamos una D y una E, con F de reserva. Pero a la tercera repasábamos
A, B y C. Luego a la cuarta semana, pasábamos
a D, E y F. El chiste era repetir hasta que de un golpe de vista resolviéramos todo.
Tal vez a la quinta semana ya podemos ver A, B, C, D, E, F de a media hora cada
una y repitiendo. A la sexta semana, usaríamos otras planillas.
Algunos maestros, como
Ziatdinov recomiendan algo similar y agrega el GM de Taskent: “No tiene caso
estudiar estrategia si no es buen táctico y resuelve posiciones tácticas en dos
minutos cada una, treinta diarias.”
Por eso hasta otro Bucanero,
el 2 de 2017, si se llega a dar, veremos
las fórmulas para superarse en ajedrez posicional de Bondarevsky.